El presidente de Estados Unidos Joe Biden ha sido contundente: "Estoy harto y cansado de esto, tenemos que actuar contra el lobby armamentísco". Antes, ha cifrado en 900 los ataques en la última década en colegios e institutos de todo el país. El último ha ocurrido este pasado martes.
Una auténtica matanza, la peor de este tipo en medio siglo. Un joven de 18 años compró dos fusiles de asalto nada más cumplir la edad legal para adquirir armas, disparó a su abuela y luego se fue a la Escuela Primaria Robb en la localidad de Uvalde, Texas, ubicada entre la ciudad de San Antonio y la frontera con México.
Allí, antes de ser abatido por la Policía, acribilló indiscriminadamente a toda persona a su paso. En total, los asesinados ya son 19 niños y niñas de entre 7 y 10 años, y dos profesores. La matanza ha conmocionado al país. Desde senadores hasta estrellas del deporte, como Lebron James, han reclamado medidas urgentes y contundentes que regulen el uso de armas, actualmente un territorio sin vallar y de sencillo acceso sin más explicaciones.
El actor Matthew McConaughey, quien nació en Uvalde, describió la violencia armada como una "epidemia que podemos controlar". “Una vez más hemos demostrado trágicamente que no somos responsables de los derechos que nos otorgan nuestras libertades”, dijo el actor de 52 años en un comunicado.
Un excompañero de clase de Salvador Ramos, presunto atacante de una escuela en Uvalde, Texas, dijo que el hombre le envió un mensaje de texto con fotos de un arma de fuego que tenía y una bolsa llena de municiones días antes del ataque, ha recogido la CNN.
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