Un estudio de CCOO Enseñanza de Andalucía cuantifica en casi 50.000 docentes y 155 millones de euros mensuales el montante que requiere el sistema educativo público andaluz para que el próximo curso haya un máximo de 15 escolares por aula y poder guardar la distancia física, una inversión que "sigue siendo menor a los recortes sufridos por la educación andaluza" en los últimos años, señalan desde el sindicato. Esta cifra de costes se multiplicaría por 10 en meses lectivos, algo superior calculado a 12 meses. Imbroda calificó esta posibilidad como "inviable" días atrás, a pesar de que nace de la necesidad derivada de la crisis sanitaria.
Según el Secretario General del Sindicato de Enseñanza de CCOO de Cádiz, Sebastián Alcón, “el estudio realizado analiza el exceso de 15 alumnos por aula del curso 2018-19 en el sistema educativo andaluz y permite concluir cuántas aulas y docentes necesita Andalucía para no sobrepasar esta cifra. Además, el estudio determina que las variables relativas a la escolarización en zonas rurales y áreas metropolitanas son determinantes, señalando que la necesidad de inversión en esta cuestión es distinta según poblaciones y zonas, deduciendo que es mayor en las ciudades que en los pueblos”.
El estudio, que se realiza en base a la media de ratio de las aulas según explica el sindicato, determina que los únicos niveles que no requieren una inversión extra en este tema, grosso modo, son las unidades de Educación Especial, con otros problemas específicos para mantener la distancia física, y las de Formación Profesional Básica. En el resto de niveles educativos las ratios andaluzas son siempre superiores a las estatales y "requieren una clara inversión para posibilitar la escolarización presencial el próximo curso. Es destacable que incluso en las aulas de 2 años de las escuelas infantiles, la ratio media actual lo es de 20 escolares", señala Comisiones en una nota.
El informe de CCOO indica que en Andalucía, por niveles educativos, situar la ratio en un máximo de 15 escolares en el 2º ciclo de la Educación Infantil requiere un incremento de 3.500 unidades y más de 4.600 docentes. En Educación Primaria se necesitan 8.600 nuevas unidades y 11.600 docentes. En Secundaria Obligatoria se necesitan 8.600 unidades y 21.000 docentes. En Bachillerato el incremento de unidades lo debe ser de 3.200 con 7.800 docentes y en Formación Profesional, se necesitan 1.640 nuevas unidades y 4.000 docentes para poder atender a la misma población.
Así, desde CCOO se reconoce "el gran esfuerzo que se debe realizar", pero lo considera "directamente proporcional a que Andalucía posee las peores condiciones de escolarización de toda España", algo que el sindicato ha denunciado reiteradamente.
En este sentido, Alcón denuncia que “en vez de hacer uso de la reducción de natalidad para bajar la ratio, la Administración Educativa -independientemente del signo político-, ha venido suprimiendo unidades escolares, básicamente públicas. Por ello, ante la situación actual, es de irresponsables que la Consejería de Educación esté notificando a los centros educativos la supresión de unidades escolares públicas para el próximo curso, incluso de centros escolares completos. Sólo en el presente curso escolar, la Educación andaluza recortó 240 aulas de Educación Infantil y 754 de Educación Primaria”.
Igualmente, se informa desde el sindicato que el refuerzo de las medidas de higiene conllevará también repercusiones sobre otros costes y sobre el personal de administración y servicios (PAS), sobre todo si se produce un desdoblamiento de las unidades con jornadas en horarios distintos o si se disponen de otras instalaciones para uso escolar extraordinario, además del personal educativo complementario que esta situación requiere.
CCOO manifiesta su disposición a colaborar en el "profundo análisis imprescindible, y reclama la plena participación de los representantes de los trabajadores y trabajadoras de los centros educativos en las decisiones a adoptar" y sobre las que hay que trabajar "concienzudamente y de modo urgente". "Es evidente que las actuales circunstancias obligan a realizar un esfuerzo para planificar la vuelta a las aulas en septiembre con distintas variables a estudiar, entre ellas el papel de la educación telemática a partir de la experiencia ya adquirida, por citar solo una de las cuestiones relevantes".
“A pesar de la mejora del escenario, en relación al comportamiento de la Covid-19 de estos último días, tenemos que trabajar desde la premisa de un más que previsible rebrote para que la situación de improvisación, a la que nos hemos visto obligados en Educación, no vuelva a producirse”, finaliza Alcón.