El ocio en los comúnmente llamados parques de bolas, en las ludotecas o en los centros multiaventura está completamente paralizado. Las empresas que ofrecen actividades lúdicas a los más pequeños también se han sumado al carro de las afectadas gravemente por la pandemia. Durante el estado de alarma y en la desescalada permanecieron clausuradas como “ejercicio de responsabilidad”. Sin embargo, pese a que se ha divisado atisbos de reactivación económica en las provincias, la vida en los centros de ocio infantil sigue siendo inexistente.
“Vimos que la cosa no cuadraba cuando la Junta nos decretó en junio que tenemos que seguir cerrados, y a día de hoy, así estamos, y no recibimos ningún tipo de ayuda”, comenta Antonio Mateo, presidente de la Asociación Centros de Ocio Andalucía (ACOA).
La situación, que “empieza a ser bastante crítica”, afecta en Andalucía a 1200 centros de ocio y, en concreto a 10.000 familias, según las estimaciones del presidente. Por tanto, los trabajadores de los parques diseñados para niños menores de 12 años con elementos de juego y atracciones están a la deriva. “Hay un montón de empresarios de centros de ocio que no tienen en estos momentos ningún tipo de ingresos”, explica Mateo, que asegura que le acaban de llamar varios compañeros comunicándole que van a cerrar sus negocios “porque no pueden aguantar más”.
Los regentes de estos lugares destinados a proporcionar diversión a los niños, en su mayoría son autónomos, no tienen derecho al cese, y se ven obligados a pagar los impuestos y una parte proporcional de los ERTE de sus empleados desde agosto. Además, “no hay arrendatario que esté siete meses sin cobrar un alquiler”, añade Mateo.
A estos problemas se suma un inconveniente, muchos de estos centros tienen licencias de cafetería, de restaurante o de parque de juego, pero “no hay una licencia exclusiva, nuestro sector nunca ha estado bien regulado y es algo que pretendemos hacer después de salir de esta de una vez por todas”, sostiene el también propietario del Grupo Camelot de centros de ocio en Málaga.
Esta circunstancia ha dado lugar a que el BOJA establezca que los parques pueden abrir “pero realmente no nos deja ejercer nuestra actividad, solamente podemos sentar a la gente en una mesa y darles de comer y nosotros no somos una cafetería”, afirma Antonio, que concreta que la función de estos locales es “que los niños jueguen, que salten en los castillos hinchables y que jueguen en los parques de bolas, los monitores les hacen manualidades, animaciones y trucos de magia”.
La normativa no ha convencido a los empresarios, que, aunque permita la apertura para este tipo de servicio, han optado por el cierre. “Ninguno de nuestros locales estamos haciendo eso, no tenemos infraestructuras, como metes tu a un niño en un local y lo sientas en una mesa con un parque de bolas al lado y le dices que no puede usarlo, es absurdo”, resalta Mateo.
Las consecuencias de la crisis sanitaria no solo inciden en la subsistencia económica de los empleados del sector, sino también en los más pequeños, que sufren el impacto emocional y psicológico. “Los niños son los grandes olvidados y perjudicados de la pandemia, los niños necesitan esparcimiento, juego, las relaciones sociales”, expresa Mateo, que destaca que hay niños con necesidades especiales que están ahora con psicólogos porque han pasado seis meses sin poder salir a la calle y no tienen sitio donde relacionarse con otros niños”.
Para paliar las pérdidas que afrontan los centros de ocio infantiles en estos tiempos, el PSOE andaluz junto a la asociación dirigida por Mateo, han presentado una Propuesta No de Ley (PNL) en defensa del sector que se debatirá el próximo jueves. “Pedimos la negociación de nuestra reapertura, ayudas y la creación de una mesa que estudie y evalúe los daños psíquicos y emocionales que a los niños les ha generado esta pandemia”, comenta el presidente que tiene muy claro que “queremos cuidar a nuestros niños”.
En este sentido, la parlamentaria andaluza y portavoz de Empleo del PSOE en el Parlamento de Andalucía, Noelia Ruiz, ha manifestado que uno de los objetivos es “poner en marcha una campaña de comunicación, una vez se permita la apertura de estos centros, que difunda los valores de ocio y bienestar infantil, donde no sólo se garantiza la salud pública, sino que se acompañe de las ideas de derecho al ocio y a la participación de niños, niñas y familias”.
Los esfuerzos del PSOE andaluz y de la Asociación han dado sus frutos ya que se ha aprobado una línea específica de ayudas para salvar al sector. "Hoy los socialistas estamos satisfechos porque hemos sido útiles a estos empresarios porque el ocio infantil también es un derecho de nuestros niños y niñas", han sostenido Soledad Pérez, portavoz de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación del Grupo Parlamentario Socialista.
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