El presidente y el vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno (PP-A) y Juan Marín (Cs), respectivamente, se han arremangado para tratar de satisfacer las aspiraciones de Vox, “socio preferente”, el único a día de hoy con el que cuentan, para sacar adelante el presupuesto más importante de la historia de la Junta de Andalucía. Unas cuentas, como está publicado, marcadas de arriba a abajo por la pandemia y por la necesidad imperiosa de reactivar la economía andaluza y tener a la administración autonómica dispuesta para recibir la teórica lluvia de millones europeos que se espera para el próximo ejercicio gracias al Fondo Next Generation EU.
Tal es la preocupación de las últimas horas por encontrar otra vez la muleta de Vox, desequilibrada tras el arrebato de Pablo Casado contra Santiago Abascal en la moción de censura fallida contra el Gobierno de Sánchez, que Moreno y Marín precisamente han puenteado a sus direcciones nacionales con el único objetivo de encontrar respaldo en la ultraderecha. Este martes se deshacían en elogios al socio que realmente es el que les ha permitido llegar hasta noviembre de 2020 con el llamado gobierno del cambio en pie. Consciente de su poder, las exigencias de Vox se han recrudecido.
Principalmente, porque PP y Cs en Andalucía habían “incumplido” con los acuerdos que se cerraron para la investidura y los dos primeros Presupuestos de la Junta que aprobaron juntos, los de 2019 y los de 2020, en apenas medio año desde la llegada del cambio de Gobierno en San Telmo. PP y Cs son conscientes de que los maximalismos ideológicos de Vox no habían tenido demasiada respuesta hasta ahora, pero la pandemia lo ha cambiado todo, el Presupuesto es decisivo, Casado ha roto con Abascal, y de las cuentas no solo depende el futuro de Andalucía, sino también del propio Gobierno. Un varapalo en este punto decisivo acabaría en adelanto electoral, algo que en San Telmo no quiere ni pensarse.
¿Qué pide Vox? No es simplemente el cambio de nombre de Canal Sur. Una cuestión intrascendente que se ha magnificado tras filtrarse a la prensa, según el portavoz parlamentario de la formación, Alejandro Hernández, por fuentes del propio Ejecutivo de Moreno Bonilla. “Hay un punto del pacto de investidura donde hablamos del redimensionamiento de Canal Sur, pero el cambio de nombre no es esencial. Es una información que alguien del propio Gobierno filtró de manera malévola y se ha tratado de un modo equívoco”, ha dicho Hernández en una entrevista en la Cope. Ciertamente, esa anécdota no es nada comparado con las 72 propuestas en conjunto que recoge el documento, de 14 folios, Análisis de relación de propuestas del grupo parlamentario Vox Andalucía para los Presupuestos 2019, 2020 y propuestas 2021, al que ha accedido lavozdelsur.es. “No es pataleta, no estamos planteando nada que no estuviéramos planteando en el mes de septiembre”, ha insistido el portavoz de Vox en la Cámara autonómica.
Es cierto que muchas cuestiones se repiten, como implantar el pin parental en los colegios o poner en marcha un plan de Promoción y conocimiento de la actividad cinegética en los centros educativos en colaboración federación andaluza de caza, pero también se amplían otras que se han puesto en marcha a medio gas, como el teléfono de violencia intrafamiliar, para el que Vox pretende que se destine otro millón de euros al año para que funcione las 24 horas. Entre sus propuestas, piden la creación del que llaman comité bilateral de gestión y seguimiento presupuestario (“Seguimiento y evaluación de la ejecución de las medidas contenidas en este acuerdo”, o “análisis y actualización de nuevas medidas que puedan plantearse consecuencia de novedades relativas al impacto de los fondos procedentes del Next Generation UE en los presupuestos de la Junta de Andalucía”). También reclaman un millón de euros para el “fomento de las Escuelas Taurinas de Andalucía”; la actualización de la RPT y cuadros de mando de la administración de la Junta de Andalucía; y la “redacción del Decreto de Retribuciones por la Consejería de Salud y Familias, para clarificar el gasto y la estructura del personal sanitario”.
Asimismo, entre las 72 medidas que contempla el documento, Vox demanda “suprimir las ayudas al exterior y de las misiones de cooperación internacional mientras dure la crisis sanitaria y económica”; un programa contra el suicidio; un “Plan de Familias, con el programa específico en educación para el desarrollo de La familia natural como célula vertebradora de la sociedad; “continuar con las ayudas a la ganadería del toro bravo en Andalucía”; puesta en marcha de un “programa de asistencia a la mujer embarazada en dificultades; y “elaboración de una auditoría de las llamadas políticas de impacto de género, su alcance, resultados, costes económicos y principales adjudicatarios (ONGs, Asociaciones, despachos profesionales, sindicatos, etcétera) de los contratos públicos para la puesta en marcha de dichas políticas”.
Sobre Canal Sur, por cierto, el documento recoge lo siguiente: “Cambio en el modelo de gestión y financiación de la RTVA y sus sociedades filiales, de acuerdo a la normativa estatal y comunitaria. Cierre del canal Andalucía ATV. Utilizar ese nombre para sustituir el nombre de Canal Sur. De tal forma que queden, Andalucía TV1 y Andalucía TV2”. Igualmente, plantean desde Vox la “reducción del 10% de la partida de aprovisionamiento del presupuesto de la RTVA con el fin de fomentar la producción propia”.
Para tratar de dar respuesta a la pandemia, y por ilustrar las medidas de menos carga ideológica de todas las que integran el documento, la formación también propone un “plan específico de ayudas para el pequeño comercio y la hostelería en los cascos históricos de nuestras poblaciones”; un “plan renove” del sector del mueble; una subvención para el pago de las cuotas por contingencias comunes a la Seguridad Social de “los autónomos en dificultades”; o un “programa de ayudas a los jóvenes agricultores, sin discriminar entre hombres o mujeres desde la perspectiva del emprendimiento empresarial, el relevo generacional y el fomento de la familia”.
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