El Congreso ha aprobado este jueves una proposición no de ley del PSOE que insta al Gobierno a honrar a las más de 5.000 víctimas de 'La Desbandá' que fueron masacradas en febrero de 1937 mientras huían de la represión franquista por la carretera que une Málaga y Almería, declarando esa ruta Lugar de la Memoria Democrática, coincidiendo con el 85 aniversario de ese episodio.
Se trata de una proposición no de ley presentda por el Grupo Socialista y defendida por el diputado malagueño Ignacio López el pasado martes que ha cosechado el apoyo de 201 votos, los que suman el PSOE, Unidas Podemos y sus habituales socios parlamentarios además de Ciudadanos, mientras que el PP ha optado por la abstención y Vox ha votado en contra.
En concreto, la propuesta reclama al Gobierno que 'La Desbandá' se incluya en el Inventario Estatal de Lugares de Memoria Democrática para su publicidad y conocimiento, con la identificación de sus caracteres inmateriales o intangibles, y la información más completa posible en los soportes documentales más adecuados.
Asimismo, entre otras cuestiones, pide que se establezcan medios de difusión e interpretación, particularmente con recursos audiovisuales y digitales explicativos, incluyendo su identificación en la página web del Ministerio de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática a través de su geolocalización y accesos a fotografías y audiovisuales.
También sugiere la instalación de placas, paneles o algún distintivo memorial interpretativo en distintos emplazamientos significativos, señalizando especialmente puntos de reconocimiento de las víctimas con indicación de cuantos datos sean de interés "para el conocimiento público de los crímenes de lesa humanidad o contrarios a los derechos humanos allí perpetrados".
Uno de los episodios más crueles de la Guerra Civil
El pasado 8 fe febrero se cumplian 85 años de uno de los episodios más cruentos de la Guerra Civil contra civiles ocurrido en Andalucía. Fue una de las mayores crueldades que entraría en lo que el derecho internacional moderno llama un crimen de guerra, una práctica genocida. Su historia tiene que ver con que Málaga continuaba del lado republicano en 1937. Según resumen el periodista Pablo Fernández, una serie de derrotas militares de los republicanos frente a los golpistas en los alrededores fueron decisivas en zonas como Ronda o Antequera. Para entonces, el Sur estaba casi consolidado al completo y podía hablarse, a fin de cuentas, de reductos.
Málaga resistió, pero tres buques, el Canarias, el Baleares y el Almirante Cervera bombardeaban a la costa a comienzos de febrero, apoyados por los italianos. Rodeados, un número no bien definido de familias, temerosas de la llegada de las tropas franquistas, acusados de mutiladores, de cortar cabezas o los pechos a las mujeres, asustados por las proclamas del genocida Queipo de Llano, emprendieron camino hacia Almería, que aún resistía. Fueron muchos sin zapatos por la actual N-340, la carretera del Mediterráneo, desde Málaga rumbo a un territorio donde muchos perdieron la vida por los bombardeos. Hay historiadores que hablan de 300.000 refugiados, prácticamente desarmados, que veían cómo el cielo se les caía, narra el reportaje de lavozdelsur.es
Este altísimo número tiene una razón: los refugiados habían estado llegando a Málaga a causa de las derrotas y las huídas de republicanos. La cifra de muertos, enterrada por el olvido, va de 5.000 o 10.000. En la primera noche fueron asesinados un millar. El historiador Luis Melero le puso nombre en 2005 a este episodio por un testimonio recogido en su investigación realizada en un viaje en carretera buscando testimonios entre los pueblos, recogía en un especial La Opinión de Málaga.
Queipo de Llano dio la orden de cometer este genocidio: “Un parte de nuestra aviación me comunicaba que grandes masas huían a todo correr hacia Motril. Para acompañarles en su huida y hacerles correr más a prisa, enviamos a nuestra aviación que bombardeó, incendiando algunos camiones…”. El Gernika Andaluz no sería justo como definición para tan terrible asesinato desde los cielos de familias completas. No iban a por militares, ni necesitaban esta victoria más que por el deseo de muerte. Muchos llegaron a Almería, otros caminaron hasta Francia durante el resto de la Guerra.
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