Para entender a la izquierda española muchas personas necesitan un croquis. No tienen la culpa. Al contrario, tienen motivos para haberse perdido hace tiempo en la maraña de siglas. Los matrimonios y divorcios se suceden en el espacio y donde antes había un partido, ahora dicho partido sigue su propio camino. Un Juego de Tronos que cada campaña electoral comienza una nueva temporada entre debates sobre listas y unidad.
Actualmente, a nivel nacional, casi todos los partidos del espacio progresista se encuentran en Sumar, una casa común en el Congreso de los Diputados que fuera de las Cortes Generales está por definir. Más aún tras el anuncio de Yolanda Díaz de dejar el liderazgo del espacio. La principal ausencia es Podemos. Los morados, aunque concurrieron juntos a las elecciones generales, decidieron emprender su propio camino al considerar que no tenían un papel relevante en la coalición.
Las elecciones europeas fueron un nuevo punto de inflexión en el espacio. Era el primer enfrentamiento entre Sumar y Podemos desde que separaron sus caminos. Los de Yolanda Díaz lograron más votos y escaños, pero Podemos no quedó demasiado lejos con Irene Montero a la cabeza. A todo ello hay que añadir que Izquierda Unida quedó fuera del Parlamento Europeo debido a que Sumar no logró el cuarto escaño, puesto en el que acudía Manu Pineda.
La salida de Podemos del grupo en el Congreso dinamitó las relaciones con IU a pesar de que ambos construyeron hace ya casi una década Unidas Podemos, marca con la que compartieron Consejo de Ministros. Izquierda Unida se encuentra en un momento de reformular su estrategia después de que lo de Pineda fuera un golpe muy duro. De ahí las últimas declaraciones de Antonio Maíllo respecto a Sumar y la necesidad de renegociar las posiciones en la coalición.
Sin embargo, pese a que Podemos e Izquierda Unida ya son marcas independientes en todo el país, hay una comunidad que resiste. Andalucía es la aldea gala de la izquierda española a pesar de que cuando se celebraron las elecciones los resultados se calificaron como fracaso. Por Andalucía logró cinco parlamentarios (tres de Podemos, uno de IU y otro de Más País). Algo escaso en su momento, pero que dos años después firmarían las diferentes formaciones en numerosos territorios.
A pesar de que ha habido amagos de ruptura con diferentes conflictos internos y, sobre todo, terremotos externos, la unidad en el grupo resiste. De hecho, fuentes de la coalición aseguran a lavozdelsur.es que actualmente la dinámica de trabajo es muy buena. "Cuando uno ve lo que hay enfrente, entiende que disparar fuego al lado es una pérdida de tiempo", señalan en la formación. En el grupo señalan que han logrado aislarse para hacer frente a la mayoría absoluta que tiene Juanma Moreno en Andalucía, algo que ha permitido que Izquierda Unida y Podemos mantengan un espacio común. En este mismo sentido señalan que la dinámica de la política en Madrid es muy diferente a la que se vive en Andalucía.
En Por Andalucía reconocen que fuera del Parlamento ha diferencias en cuanto a los "pareceres estratégicos" de las diferentes formaciones (es una coalición que forman cinco partidos, aunque sólo tres tienen representación parlamentaria). Las elecciones europeas supusieron un momento delicado y en la formación son conscientes de que hubo (y hay) elementos que intentan desestabilizar. Pese a ello, insisten en que dentro del Parlamento se mantienen relaciones normales.
Buena muestra de ellos fue lo ocurrido la pasada semana. La cuenta de X de Izquierda Unida no tuvo reparos en compartir la intervención de uno de los parlamentarios de Podemos (José Manuel Gómez), en la que hacía un alegato contra el racismo. Del mismo modo, dirigentes de IU y Podemos también participaron de forma conjunta hace unos días en el acto del décimo aniversario de la aprobación de la Ley Trans en el Parlamento de Andalucía.
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