Antonio Maíllo está meditando regresar a la primera línea política varios años después de haber dejado su acta de diputado en el Parlamento de Andalucía y haber regresado a su profesión como docente de Latín en un instituto de la provincia de Huelva.
Dirigentes de Izquierda Unida y del Partido Comunista han solicitado al exlíder de IU en Andalucía que dé un paso al frente para solucionar la disputa interna que existe en la organización después de que la ministra Sira Rego haya anunciado su intención de dirigir la formación a partir de la asamblea que se celebrará este mes de mayo.
Aunque en principio Maíllo plantea su aportación como mediador de un proceso de unidad dentro de Izquierda Unida, lo cierto es que no se descarta que su regreso se produzca en forma de una candidatura para hacerse con la dirección del partido. Una de las tareas encomendadas al cordobés es la de dotar de poder a las bases en los territorios. Miembros de la organización temen que la candidatura de Sira Rego suponga una ruptura de las alianzas que en los últimos años ha ido tejiendo IU con otras formaciones y colectivos.
El propio Maíllo se ha mostrado favorable a estas coaliciones. De hecho, esta misma semana celebró la participación de Izquierda Unida en la presentación de la Plataforma por la Mayoría Social de Andalucía de la que también forman parte sindicatos y otras organizaciones políticas como el PSOE.
La militancia andaluza, la mayor de IU en todo el territorio nacional, mantiene en buena estima al que fuera uno de los impulsores de la coalición de Adelante Andalucía. Maíllo unió fuerzas con Teresa Rodríguez, entonces líder de Podemos, para ampliar el espacio progresista. También dirigió la organización durante el proceso de ruptura con el Gobierno de Susana Díaz.