Antonio Roldán (Conil, 1958) ha sido profesor “por vocación”, aunque durante muchos años de su extensa trayectoria profesional se ha dedicado a la política. Primero como concejal en la oposición, durante dos legislaturas, hasta que en 1995 lideró la lista de IU y llegó a la Alcaldía de su localidad natal, que desde entonces ha estado gobernada por la coalición de izquierdas, durante 25 años ininterrumpidos que se cumplen este 2020.
Roldán estuvo 17 años de alcalde, hasta 2012, cuando pasó a ser viceconsejero de Turismo y Comercio en la Junta de Andalucía, durante el mandato que PSOE e IU gobernaron juntos la comunidad. Además, fue vicepresidente primero de la Diputación de Cádiz, diputado provincial de Medio Ambiente y Deportes; miembro del Consejo Territorial de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y de la Comisión Nacional de Administración Local, antes de volver a su puesto como maestro del Centro de Educación de Personas Adultas de Conil.
Roldán también escribe y tiene tres libros en su haber. Mandar obedeciendo (2007), Conil, el esfuerzo colectivo (2015) y Algo deberá ocurrir (2018). En el primero recopila artículos que escribió en la revista municipal La Frontera, el segundo relata su experiencia al frente del Ayuntamiento conileño y explica por qué cree que IU encadena victorias en las elecciones municipales. El tercero habla de política, critica el sistema capitalista y los errores de la izquierda. Ahora prepara un cuarto, una novela que se desarrolla en Conil, “una historia de amor en tiempos del coronavirus”, explica.
¿En qué le ha trastocado el confinamiento?
Las relaciones sociales nos las ha trastocado completamente. He aprovechado para leer y para escribir. He intentado soportarlo andando mucho también. Y haciendo algunas reuniones por videollamada. Ahora somos tecnopersonas.
¿Usted es de los que pensaba que saldríamos mejor de esta crisis?
Siempre tengo la esperanza de que nos hagamos mejores, con estas circunstancias y con otras. Ha habido muestras de solidaridad pero también de barbarie. Se ha aprovechado la pandemia para atacar políticamente al Gobierno de una manera descarada. Por lo demás, siempre me queda la esperanza de que haya un cambio de paradigma económico y social y que mejoremos. Como dijo Gramsci, hay que ser pesimista con la razón pero optimista con la voluntad. Siempre hay que tener la esperanza de que las cosas cambien.
Durante el confinamiento ha habido muestras de solidaridad pero también de barbarie. Se ha aprovechado la pandemia para atacar políticamente al Gobierno"
¿Se alegra de no estar en política en un momento así?
Quienes gobiernan Conil siguen siendo compañeros, yo estoy en la organización y los apoyo y comprendo. Me pongo en su papel porque a mí me tocó vivir la crisis económica de 2008, que fue dura, aunque esta es diferente. Las consecuencias económicas pueden ser incluso peores, porque Conil vive del turismo y es de los sectores económicos más afectados.
El modelo turístico de Conil es ejemplo de conservación y respeto al medio ambiente, ¿es algo que tuvieron claro?
En 1995 primero nos planteamos fue una reflexión sobre el turismo que venía a Conil. Hicimos un plan estratégico de turismo, creamos la oficina de Turismo y le dimos un vuelco, intentando fomentar los grandes espacios libres. Conil tiene un turismo de litoral pero teníamos que hacerlo diferente, crear más turismo hotelero que residencial, protegiendo el litoral. Ahora mismo la playa de Castilnovo desde Conil hasta El Palmar es prácticamente salvaje, desclasificamos terreno en Roche pasando de urbanizable a especial protegido, y marcamos unas pautas para que hubiera un crecimiento turístico. Nosotros lo llamamos turismo sensible. Desde entonces, se ha consolidado el destino. Evidentemente, tenemos que estar constantemente haciendo una reflexión sobre el turismo. Esta pandemia ha dejado en evidencia que el sector tiene una fragilidad importante y tenemos que replantearnos ciertas cosas y mejorar. Hay que seguir apostando por un turismo más sostenible todavía y que nos permita que otro segmento turístico, no solo el de sol y playa, se trabaje en Conil.
Antonio Roldán, con la playa de Castilnovo al fondo, tras la entrevista. FOTO: JUAN CARLOS TORO
¿Puede ser de lo que más orgulloso esté de su gestión?
Ha sido importante, porque se ha avanzado, pero también se han superado muchos déficits de equipamientos que tenía el pueblo, como equipamientos escolares, deportivos… Antes no teníamos ni polígono industrial e hicimos dos, la ronda norte, restauramos la Chanca como equipamiento cultural... Se ha hecho un trabajo importante durante estos 25 años, pero lo más importante es que le hemos dado dignidad a este pueblo, porque hemos gobernado contracorriente, de la Junta, de Diputación, y hemos crecido, hemos creado calidad de vida y hoy en día Conil tiene unos parámetros de actividad económica superiores a los de pueblos de alrededor. El equipo de gobierno de IU se ha sentido identificado con el pueblo y el pueblo con el equipo. Ha habido una compenetración y es debido al esfuerzo colectivo, a que ha habido participación, el Ayuntamiento ha escuchado a los colectivos, ha habido una interacción. Cuando ha habido un problema el equipo de gobierno de IU ha salido con los colectivos a manifestarse. Hemos estado con la gente.
¿Por qué cree que es tan difícil trasladar esa conexión a otros ámbitos, provincial, andaluz, nacional?
Aquí se ha hecho un trabajo importante y a otra escala no se ha sabido conectar con los trabajadores. Muchas veces no se ha pasado de la teoría a la práctica. La teoría se tiene que alimentar de la praxis, hay que tener los pies en la tierra y aplicar lo concreto. Cuando gobiernas un pueblo, conoces más o menos a las personas, cuando lo haces a otra escala todos los poderes fácticos trabajan en contra. Además de los errores propios que cometemos, hay que ser autocrítico y reconocer que la izquierda ha cometido errores y esperemos que los supere.
Hemos dado dignidad a este pueblo, porque hemos gobernado contracorriente, de la Junta, de Diputación, y hemos crecido, hemos creado calidad de vida. El equipo de gobierno de IU se ha sentido identificado con el pueblo y el pueblo con el equipo"
¿Esperaba ver alguna vez a un ministro comunista?
Yo era de los que apostaba porque eso ocurriera y afortunadamente están en el Gobierno. En estos momentos es lo mejor que nos ha podido pasar. Si llega a haber otro tipo de Gobierno… Muchas veces no valoramos lo que hay, solo cuando lo perdemos. Es encomiable la resistencia que está mostrando este Gobierno, con sus errores, pero yo prefiero un Gobierno con errores que un Gobierno de ladrones. En definitiva, me alegro de que haya ministros de IU.
Los hay porque forman parte de una coalición, ¿es partidario de este tipo de fórmulas?
Soy partidario de la unidad de la izquierda, pero había que hacerla sin perder la seña de identidad de IU. Diluir IU era un error. El tiempo lo está diciendo. Ahora mismo están Podemos, Anticapitalistas, Más País, Compromís, IU… lo mismo hay que buscar un pegamento, respetando la identidad de cada uno, que haga que eso cuaje de alguna manera. Es importante la unidad, en base a un programa, sin forzar, y respetando la identidad y la historia de cada uno. Prescindir de IU en un momento dado lo vi mal, porque tenía una trayectoria histórica que había que respetar. Eso no quiere decir que había que mantener IU como estaba, había que renovarla, pero no disolverla o diluirla.
Antonio Roldán, sentado en un banco de Conil. FOTO: JUAN CARLOS TORO
¿Cree que se ha diluido?
En cierta manera sí, pero bueno, creo que está aguantando el tirón. Yo lo hubiera hecho de otra manera, pero apoyo el trabajo que se está haciendo. Esperemos que de esta salga la izquierda más unida.
Aunque todo indica a lo contrario en Andalucía…
Claro, ahora van Anticapitalistas por un lado, Podemos, IU, los dos grupos andalucistas… tendrán que llegar a un acuerdo y plantear una candidatura única con un programa. Habrá que hacer una especie de programa conjunto e ir a las elecciones unidos o si no eso va a ser un desastre.
¿Qué es más difícil: dirigir un pleno o una clase?
Para mí la clase era mas fácil, como me gustaba, lo pasaba bien. Elegí ser maestro por vocación y estuve en educación para adultos desde que llegué, en el curso 1983/84, hasta que me jubilé. El tema político es más complicado.
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