La presidenta del Congreso, Francina Armengol, se ha pronunciado este martes por primera vez sobre el 'caso Koldo', una trama que le afecta directamente por los contratos que otorgó el Govern balear en pandemia, cuando la propia Armengol era la presidenta de la comunidad. Desde hace unos días, la oposición le pide que deje su cargo como presidenta de la Cámara.
Armengol ha defendido que no recibió "órdenes" ni "presiones" de la trama Koldo para comprar mascarillas ni para no reclamar la devolución de parte del material, aunque no ha aclarado quién del Ministerio de Fomento les aconsejó contratar esa empresa. Al mismo tiempo ha advertido al Partido Popular de que "no todo vale en política" y ha pedido explicaciones al nuevo gobierno balear sobre la reclamación que su Ejecutivo formalizó para pedir la devolución del dinero por las mascarillas defectuosas.
La presidenta del Congreso ha señalado que en los primeros meses de pandemia, su equipo recibió propuestas de muchas empresas recomendadas por distintas personas. Armengol afirma que toda esa información se enviaba a los técnicos del Servicio Balear de Salud para que revisaran precios y materiales y decidieran si contrataban o no.
Según ha explicado, una de las cosas por las que entró en política fue por luchar contra la corrupción, que es algo que le "repugna" y que detesta "profundamente". "Por eso, no dejaré que mancillen mi nombre y no dejaré que mezclen mi nombre y mi gestión a nada que se parezca a la corrupción", ha enfatizado, rechazando las peticiones de dimisión del PP.