El Partido Popular ha saltado por los aires. Lejos de intentar tapar la polémica, las intervenciones de la mañana del jueves la han incrementado. Horas después de la rueda de prensa del alcalde de Madrid y portavoz nacional del PP, José Luis Martínez-Almeida, ha comparecido - aunque sin preguntas - la principal implicada en la trama, Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid. En su discurso, Ayuso ha absuelto a Almeida para atacar directamente al presidente de su partido, Pablo Casado.
Ayuso no se ha mordido la lengua en su exposición, donde apenas ha dado explicaciones sobre la adjudicación de un contrato por un importe de 1,5 millones de euros que pudo favorecer a su hermano y que ha sido el motivo del intento de espionaje por parte de la dirección nacional del partido. "Nunca pude imaginar que la dirección nacional de mi partido iba a actuar de un modo tan cruel e injusto contra mí", ha afirmado Ayuso. La presidenta a acusado directamente al presidente de su partido, Pablo Casado, de ser el responsable de la filtración, "las declaraciones que vienen del entorno de Casado y que él no desmiente son lo peor que se espera de los políticos. Y lo hacen desde el anonimato". Ayuso ha hecha pública una reunión con Pablo Casado en la que el líder de su partido le dijo que pensaba que el contrato era ilegal.
Según Ayuso, el Partido Popular obtuvo la información del contrato que se cuestiona por parte de Moncloa, es decir, del Gobierno de España y del ministerio de Hacienda. Sin embargo, la presidenta de la Comunidad de Madrid, aunque ha reconocido la existencia de dicho contrato y la vinculación de la empresa adjudicataria con su hermano, defiende que se hizo de forma completamente legal, "todos los contratos están el portal de transparencia. El hecho de preparar un dossier no era para buscar ninguna verdad, sino para desprestigiarme personal y políticamente".
También ha intentando mostrarse como una pacificadora que ha tapado las maniobras de su partido por el bien de los madrileños y para que no afectara a su gestión, "si hubiera querido atacar a mi partido, hubiera contado lo que sabía hace meses".
El liderazgo del Partido Popular de Madrid es el punto de desencuentro desde hace meses, que finalmente ha desembocado en la sospecha de este contrato y en una trama de espionaje que fracasó, "que la oposición me ataque, es lógico, que lo haga la dirección de mi partido porque quiero presentarme al congreso del PP de Madrid es insensato", ha manifestado Ayuso que, además, denuncia que "desde hace un año se está incumpliendo la ley de orgánica de partidos políticos en numerosos puntos" por parte de su formación.