Izquierda Unida deberá decidir el fin de semana del 18 y 19 de mayo quién sucede a Alberto Garzón en la Coordinación Federal, es decir, el liderazgo del partido. Un momento donde la izquierda debe dirimir muchas cosas: su relación con Sumar, su papel en el Gobierno y, en general, su posición ante la política española. Hay cuatro candidaturas, aunque dos parten con la ventaja que ofrecen los apoyos recabados hasta el momento. Son la ministra Sira Rego y el exdirigente andaluz Antonio Maíllo quienes, parece, se disputarán el liderazgo, con el crítico José Antonio García Rubio y el coordinador de Madrid, Álvaro Aguilera, en la contienda.
Hasta el último momento, Rego ha tratado de convencer a Maíllo, y a los otros dos candidatos, para forjar una candidatura de unidad. Nada de eso ha prosperado, ni siquiera una petición de 48 horas extra en el proceso por parte de Rego para alcanzar consenso. La ministra de Juventud e Infancia ha elegido Sevilla para presentar su candidatura. Y, en apariencia, no es casual. Porque es un teórico feudo de Maíllo y la federación mayor número de militantes, Andalucía.
En la candidatura están cargos provinciales, municipales, y concejales de toda España. Pero como número dos, es la vuelta a la política activa de Antonio Rodrigo Torrijos. Rego ha estado también acompañada en el acto por Jorge Rodríguez, exalcalde de Trebujena y coordinador de IU en la provincia de Cádiz.
La ministra ha enfatizado que su candidatura quiere representar "un hilo rojo", el de los orígenes y la historia de Izquierda Unida. Ha subrayado que es una candidatura que reúne al sindicalismo, a representantes municipalistas y a movimientos sociales. Además, "es la única candidatura encabezada por una mujer". "Somos la organización de la izquierda transformadora del país que tiene más presencia organizada en todos los territorios", ha añadido Rego, subrayando la importancia del momento político, "con una democracia asediada".
La presencia de Torrijos en su candidatura tiene muchas lecturas. La primera es que recupera a una personalidad, que fue teniente de alcalde de Sevilla, y que estuvo imputado para ser posteriormente absuelto. "Creo que hay que lograr en esta fuerza política una simetría del hilo rojo, sin que vaya en menoscabo y menos en este momento del hilo blanco, la paz; o del hilo violeta, los derechos de la igualdad y las mujeres, el feminismo; ni tampoco el verde frente a la ofensiva liberal contra el clima".
Pero también es la piedra en el zapato para Antonio Maíllo. Porque fue en su etapa de coordinador andaluz cuando Torrijos fue, en la práctica, suspendido de militancia, a la que se le reincorporó tras su absolución por el caso Mercasevilla. En ese tiempo, Torrijos tuvo razones para sentirse solo, por más que desde IU oficialmente siempre se habló de que el proceso era "injusto". Y otra lectura. Torrijos abandonó -por su propia decisión- la militancia del PCE, el corazón de Izquierda Unida. Lo hizo por discrepancias con la dirección de su partido en Sevilla este pasado 2023. Hoy vuelve a la carga cuando parecía que su tiempo político había pasado.
Torrijos ha ejercido su derecho a decir lo que piensa, que es que Maíllo no hizo lo que tenía que hacer para mantener el nombre de Izquierda Unida en el Parlamento andaluz. Ha hablado de relación de "subalternidad" ante Podemos cuando decidió concurrir como Adelante Andalucía, en 2018. El antecedente para aquellas elecciones eran las de 2015, cuando IU obtuvo cinco diputados y Podemos, 15. La unión de ambas papeletas resultó en 17 escaños. "Nos hizo desaparecer del mapa", ha llegado a decir Torrijos. Le ha dado la "bienvenida" a "mi querido Antonio" a la conclusión de que IU debe ser un actor político por sí mismo, "pero en Andalucía ese proyecto de alianzas se hizo de forma precipitada y subalterna en el bloque de Podemos y Adelante".
Una de las cuestiones a dilucidar en esta campaña, de dos semanas hasta la celebración de la XIII Asamblea, es, entonces, cómo debe presentarse Izquierda Unida ante la sociedad, si de forma indistinguible con su marca, u optar por continuar con alianzas. Desde la candidatura de Rego hablan de forma clara de un proyecto "autónomo", "frente a quienes teniendo la oportunidad de hacerlo, hicieron lo contrario", lanzaba el exteniente de alcalde sevillano.
Y representa también Torrijos ese momento de la izquierda, abierto en realidad por Pedro Sánchez, de iniciar una respuesta ante el acoso mediático y judicial. Porque "lo que ahora en la posmodernidad se denomina lawfare", señalaba el veterano político, ya es lo que sufrió él mismo. Recuperar a Torrijos es reivindicar entonces, para Rego, la historia de IU, entroncada con el sindicalismo de CCOO, optando por una autonomía desde la que posteriormente llegar a acuerdos con Sumar, pero nunca integrándose y diluyéndose, y redoblar la apuesta ante quienes buscan el ataque a la izquierda a cualquier precio.
En cualquier caso, si bien se ha hablado con cierta 'franqueza' para abrir este proceso de primarias, también se han mandado en la rueda de prensa celebrada frente al mercado de la calle Feria en Sevilla un cúmulo de mensajes para enterrar el hacha. Son claves como que IU saldrá "fortalecida" de este proceso interno, o que la discrepancia y la pluralidad internas son parte de un proceso político natural.
Asimismo, tampoco es menor que se haya apoyado la ministra en el coordinador de IU en Cádiz, Jorge Rodríguez. Representa municipalismo ante otras candidaturas que deslizan que el de Rego es un proyecto centralista. "Impulsaremos una renovación en Izquierda Unida donde el municipalismo tenga un papel esencial". Porque es, señala el exregidor trebujenero, "la praxis" de Izquierda Unida, la defensa de los servicios públicos. "Está en el ADN de Izquierda Unida, y esta candidatura lo sabe".
Enfado en la candidatura de Maíllo
El 'recado' de Antonio Rodrigo Torrijos sobre el papel de Maíllo en la consolidación de la candidatura de Adelante Andalucía para las autonómicas de 2018 ha levantado ampollas en su candidatura. Amanda Meyer, que ha ostentado cargos tanto en la Junta de la coalición de Diego Valderas como en el Gobierno de España, como jefa de gabinete de Irene Montero, ha mostrado un enfado que es el de otros militantes.
"Es el momento de sacar a IU del fango, no de meterla más. Flaco favor se hace al proceso de debate interno si desde la candidatura de la compañera Sira tienen que recurrir a esto. IU en Andalucía estuvo, está y estará", ha dicho en referencia a un titular de prensa, que en su primera versión que dejaba entrever que fue Rego quien acusaba a Maíllo de que "con él desaparecimos del mapa", algo que en realidad había dicho su número dos, Torrijos.
Habrá que prestar atención en los próximos días para saber si las declaraciones de Torrijos han sido fruto de un cálculo, que caldeará durante dos semanas a Izquierda Unida, o si en adelante la tensión desciende. El primer acto oficial de la candidatura ha sido el primer desencuentro público.