No necesitaba Moreno hablar demasiado de su Gobierno en 2020 y hablar excesivamente de inversiones, como son a menudo las intervenciones de fin de año de los líderes políticos. Para empezar, porque 2020 es un año para olvidar, y segundo, porque el proselitismo partió del escenario, del contexto, el Hospital Militar de Sevilla, el hospital de pandemias, el Isabel Zendal de Andalucía ("hemos elegido un hospital para el mensaje de Navidad como símbolo de la importancia que tiene la sanidad pública"). Era el segundo discurso de fin de año de Juan Manuel Moreno Bonilla como presidente de la Junta, pero trató de crear un rostro amable.
Y, como manda el canon de la comunicación política, trató de mostrarse amable y en positivo, desde las escenas iniciales entrando en una sala de UCI, con tres sanitarios junto a él, que no hablaron, obviamente, sino que eran parte de la escena. Una escena, por cierto, que por un efecto óptico de iluminación mostraba una sensación de que Moreno Bonilla hablaba sobre un croma, con un fondo sobreimpresionado, pero que no, que iba causado por la vicisitud de grabar en un espacio que no es propicio, como es la sala de un hospital.
"Me dirijo a vosotros desde un hospital que pronto reabrirá sus puertas, el antiguo Hospital Militar de Sevilla. Un edificio que se cerró hace casi dos décadas y que en enero se pondrá al servicio de todos los andaluces, de manera parcial y transitoria, como Hospital de Emergencia para el Covid-19", comenzaba el presidente andaluz.
"Un centro en el que trabajarán profesionales como las doctoras Charo Amaya y Mercedes Jiménez o Antonio Vázquez, coordinador de enfermería de la UCI de este hospital, que están aquí con nosotros y que representan a nuestros excelentes profesionales de la sanidad, que son el auténtico pilar del sistema público de salud de Andalucía. No sólo sois protectores y cuidadores de la salud, sino que también sois la compañía, el calor y la ternura para tantas personas que pasan a diario por vuestras manos", agracedía el presidente.
Recordó Moreno que en este 2020 "salir de casa con la mascarilla es algo cotidiano, mientras que era algo ajeno a nuestras vidas", por lo que dijo sentirse "orgulloso del comportamiento de nuestra sociedad. Comparto también el hartazgo, la impotencia", recalcaba, "y sé que es difícil pedir confianza cuando te ha golpeado lo inesperado", pero indicó que Andalucía saldrá adelante.
Además de mandar un mensaje a las familias que han perdido a un ser querido por el coronavirus ("tenéis mi afecto y cariño"), quiso recordar que "el dolor saca a veces lo mejor de nosotros mimos. Parece una contradicción, pero el distanciamiento social nos ha unido porque nada une más que los miedos y esperanzas compartidas".
Repasó también la situación de trabajadores esenciales, desde fuerzas de seguridad, policías locales, sanitarios, militares, farmacéuticos... hasta los transportistas y agricultores: "Gracias a ellos Andalucía ha llenado la despensa de Europa, con un récord de exportaciones". Y, en igual medida, lanzó su apoyo a "los trabajadores y empresarios de la hostelería, el comercio, la cultura y el turismo", a quienes más duro en lo económico ha golpeado la pandemia.
Prometió Moreno "continuar con el espíritu reformista" del Gobierno andaluz y lanzó un mensaje respecto a la pandemia. "Tenemos que luchar contra una probable tercera ola. Hoy estamos en una tasa de 134 casos, pero nadie nos puede asegurar que dentro de una semana no estemos en una situación peor, como ha pasado en otras comunidades y casi en todo el mundo". Por eso, pidió contención, ánimo y confianza a toda la sociedad en lo que resta de fiestas, para hacer frente a la pandemia.
En definitiva, Moreno se mostró en su línea, hablando sosegadamente y sin entrar con fuerza en asuntos más problemáticos, y sin convertir el suyo en un soliloquio de autoalabanzas. En el año del covid, le bastó con mencionar "971 obras de mejora en centros de salud, ambulatorios y hospitales que, con una inversión de 170 millones de euros, hemos hecho desde el final del verano". Pudo hablar de fondos covid, o de reparto de vacunas, pero decidió no entrar excesivamente en la arena política. Para eso, y eso es marca Juanma, ya están otros.
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