El Debate del Estado de la Comunidad sirvió para que Moreno Bonilla, presidente de la Junta de Andalucía, expusiera todos sus logros macroeconómicos y, de paso, planteara prácticamente un programa electoral completo. Entre todas las cifras que buscaban ejemplificar el buen hacer del Gobierno, siempre ejercía de enlace el término “cambio”. La administración, la burocracia, el modelo fiscal, la sanidad, la educación, todo envuelto en el cambio. De forma progresiva, lenta y moderada, como el propio Moreno Bonilla le respondió a Inmaculada Nieto, portavoz de Unidas Podemos por Andalucía. Entre otras cosas porque, según el presidente de la Junta, podría haberse encontrado una situación mejor cuando llegó a San Telmo.
Entre los datos del crecimiento del PIB, la bajada del paro, la llegada de empresas y el aumento de autónomos, Moreno Bonilla confesó a la portavoz de Unidas Podemos que, a pesar de todos estos parámetros de los que se presume en el Ejecutivo, la mejora económica aún no había llegado a las familias, “trabajamos para que los datos macroeconómicos se trasladen a los microeconómicos”, afirmó el presidente de la Junta.
Durante esta semana, desde el Ejecutivo ya se había empezado a deslizar la preocupación por esta cuestión. Primero, denunciando el agravio al no estar en el reparto de 9 millones para el empleo juvenil que el Ministerio de Trabajo ha destinado entre País Vasco, Comunidad Valenciana, Extremadura y Navarra; y, después, anunciando 37 millones para que los ayuntamientos de Cádiz y Jaén utilicen en materia de empleo juvenil. Todo ello mientras que, desde el PSOE, se acusaba al Gobierno andaluz de no ejecutar 475 millones transferidos por el Gobierno de España para utilizar en estos fines.
El protagonismo de la juventud ha aumentado aún más durante la intervención de Moreno Bonilla. Con un tono prácticamente electoral, el líder del PP andaluz ha anunciado esta semana una batería de medidas destinada al colectivo juvenil, ese que tiene claro que su futuro en Andalucía tiene varias salidas: por tierra, mar y aire en busca de un exilio laboral con proyección. 100 millones en ayudas para la contratación indefinida, 120 millones para favorecer oportunidades laborales y la implantación de una tarjeta joven de transporte que suponga un 50% de ahorro, son las buenas nuevas de Moreno para revertir esta perversa realidad. Esto último, además de tener cierta similitud con el bono cultural del Gobierno central que fue criticado desde la Junta, es algo que también llevaba en su último programa electoral el PSOE-A.
El 41,68% de jóvenes andaluces que busca empleo con menos de 25 años, desempleado
El objetivo de todo es mejorar la situación de los jóvenes andaluces porque el “cambio” no ha llegado a ellos. Según una encuesta del Centro de Estudios Andaluces, el 45% de los jóvenes tiene perspectivas de vivir peor que sus padres. La tasa de desempleo juvenil —hasta 25 años— en Andalucía no logra bajar del 40%. En concreto, en la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre, se sitúa en un 41,68%. Si bien esto supone una bajada considerable con respecto al trimestre anterior (47%), la distancia con el dato nacional ha aumentado casi un punto (21,15%). Sólo las Islas Canarias tienen un dato peor.
Los datos de empleo suponen que los jóvenes andaluces también estén a la cola en la tasa de emancipación. En el último estudio elaborado por el Observatorio de Emancipación, dependiente del Consejo de la Juventud de España (CJE), se observa que únicamente el 13% de los andaluces comprendidos entre 16 y 29 años residía en una vivienda independiente en el segundo semestre de 2020.
Y es que, en este informe se señala que, en Andalucía, la población comprendida entre 16 y 29 años tiene que dedicar prácticamente el 80% del sueldo para poder independizarse por sí mismo. En el caso de la compra de vivienda, el porcentaje baja hasta el 60%. Sin embargo, la dificultad de acceder a una vivienda en propiedad reside en la obligación a dar una entrada, algo imposible debido a la escasa capacidad de ahorro. Esto supone que los jóvenes andaluces no se beneficien de la bajada del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales que ha realizado el Gobierno de Partido Popular y Ciudadanos.
Por su parte, en el barómetro dedicado a la juventud que elaboró recientemente el Centro de Estudios Andaluces se expresa que más de la mitad de los jóvenes están dispuestos a aceptar un empleo que implicara estar lejos de sus familias. Otro de los datos que nos arroja este estudio es que sólo uno de cada cinco andaluces entre 18 y 24 años afirma estar emancipado. La situación mejora algo entre los que tienen 25 y 29 años, dos de cada cinco. Sin embargo, sólo el 25% de los jóvenes entre 18 y 34 años responde poder vivir exclusivamente de sus ingresos.
Estos problemas se traducen en la necesidad de emigrar que tienen los andaluces para poder desarrollar sus vidas. Un informe sobre la situación sociolaboral de la juventud en España realizado en 2020 y elaborado por el departamento confederal de Juventud de USO señalaba que Andalucía era la comunidad autónoma con peor saldo migratorio de jóvenes en todo el territorio español. Según este estudio, unos 6.500 andaluces menores de 35 años se veían obligados a cambiar de comunidad.
Por si fuera poco, los datos del Consejo de la Juventud de España también dejan a Andalucía como la comunidad autónoma con mayor porcentaje de jóvenes entre 18 y 24 años en riesgo de exclusión social. En total, casi el 50% se encuentra en esta situación. El cambio, de llegar a producirse, será muy lento.