Canal Sur, la televisión pública andaluza, cuesta 18 millones de euros al mes a los andaluces y cuenta actualmente con los índices de audiencia más bajos de su historia. A partir de estas cifra, el presidente de la Junta de Andalucía, el popular Juanma Moreno, ha señalado que el ente público "necesita una transformación". Y es que, ha concretado, "nos cuesta a los andaluces 18 millones de euros al mes y está en los índices de audiencia más bajos de su historia". Además, "hay buenos profesionales que están orillados, desesperados y frustrados", así como "mucha manipulación, mucho interés en utilizar un instrumento que es público al servicio del poder".
Por eso, según agrega, "impulsaremos una nueva ley que nos permita un nuevo modelo de televisión desde el punto de vista del control y de la eficacia", así como "vamos a redimensionar el gasto". En el transcurso de una entrevista en El Mundo este domingo, el jefe del Ejecutivo andaluz se ha referido también al sistema educativo público en la comunidad, y ha abogado por "incorporar más recursos al sistema y despolitizar la educación", así como "darle un papel importante al profesor", y hacer "conciertos allí donde no llega lo público". "No vamos a tener complejos para que el sistema público funcione", avisa.
En el terreno sanitario, indica que la Junta va a "motivar a nuestros profesionales con una progresiva equiparación salarial con el resto de España", así como a "despolitizar la sanidad" y "poner en marcha un plan de choque de infraestructuras". "Vamos a darles voz a los profesionales, que hasta ahora no han tenido", agrega, antes de recordar el anunciado compromiso de "acabar con todo el proceso de las subastas de medicamentos". Moreno asume que "vamos a tener que incrementar recursos en sanidad y educación", y "esos recursos tienen que salir de órganos que son superfluos, del gasto político, que vamos a aligerar, de fundaciones, de empresas", enumera.
Por otro lado, apunta "con preocupación" el inicio, a su juicio, de "una carrera de radicalidad entre Adelante Andalucía y el PSOE por ver quién hace una oposición más dura y demagógica" en materia de violencia de género. También niega que exista algún "pacto oculto" con Vox que no se conozca. "Hemos sido tremendamente diáfanos", sostiene, que frente a ello indica que donde sí ha habido "oscurantismo" es en la negociación del Gobierno de Sánchez para sacar adelante sus Presupuestos.
El presidente de la Junta de Andalucía y del PP-A, Juanma Moreno, ha augurado una "resistencia al cambio" vinculado al relevo en el Gobierno de la comunidad autónoma entre "una especie de oligarquía socialista instalada, acomodada y apesebrada durante muchos años en la administración andaluza", gobernada hasta ahora y desde el inicio de la autonomía por el PSOE-A.
En ese sentido, se muestra seguro de que habrá "una batalla encarnizada por parte de algunos sectores de la administración, también de algunos sectores sociales y de algunos medios de comunicación", pero avisa de que "nuestra determinación es firme" y "todo aquel que intente obstruir las posibilidades de cambio se enfrentará a la determinación de un Gobierno —de PP-A y Ciudadanos (Cs)— con todas sus consecuencias".
Agotar la legislatura
El presidente explica que "cambio es que Andalucía funcione", y al respecto opina que en la comunidad "hay muchas cosas que no han funcionado". "Para que Andalucía funcione tenemos que hacer cosas distintas de las que ha hecho el PSOE estos 36 años y también en los modos", agrega el presidente de la Junta, que apuesta por "un estilo más amable, cercano y permeable a la sociedad andaluza".
Moreno indica que su Gobierno "nace con vocación de agotar la legislatura", y "vamos a tener que estar permanentemente dialogando con terceros, con todos los grupos, pero con Vox --que con sus votos permitió su investidura-- de manera especial", según admite, al tiempo que señala que se necesitará "mucha lealtad mutua" entre los partidos del Ejecutivo de coalición.
En ese sentido, avisa de que "si no conseguimos cumplir el objetivo de transformación, habremos decepcionado al electorado de todos", y saldrán "perdiendo los andaluces" y "también el PP, Ciudadanos y Vox". Ante la "cercanía de las elecciones municipales", cuya "competencia en el ámbito nacional puede generar roces", Moreno señala "la obligación de encapsularnos en el Gobierno de la Junta" para no causar esa frustración.
Igualmente, apunta, en relación a la exigencia de Vox de "documentación de la Consejería de Salud que supuestamente facilita la expulsión de 52.000 inmigrantes que han entrado de forma irregular en Andalucía", Moreno subraya que "eso no está en los acuerdos firmados", aunque dicho partido "lo reclama como parte de su compromiso". Por eso, indica que "lo que no aparece" en el acuerdo "lo podrán proponer, solicitar", y "en función del interés general de Andalucía se tomarán decisiones".
Actitud negativa del Gobierno de Sánchez
Por otro lado, Moreno cree que la actitud del Ejecutivo de Pedro Sánchez "va a ser negativa" hacia el Gobierno andaluz "porque hay mucha distancia ideológica y porque el PSOE ha perdido uno de los graneros de votos que ha tenido siempre para su proyecto nacional", y avisa de que la Junta va a reclamar "lo que Andalucía se merece por derecho", así como a "defender la integridad territorial de España". En ese sentido, indica que Andalucía va a jugar con su Gobierno "un papel de contrapeso a los desvaríos independentistas", así como "a la sumisión permanente" de Pedro Sánchez. "No vamos a permitir que se rompa un proyecto de éxito como es España", remarca.
"No vamos a dejar pasar ni una en todo lo que sean concesiones al independentismo catalán, rompa la igualdad de derechos entre españoles o menoscabe los intereses de Andalucía", asevera en esa línea Moreno, quien también indica que aunque su Gobierno tiene "vocación de futuro", no va a "dejar pasar lo que podamos encontrar en cuestión de irregularidades" de la anterior Administración socialista, y en ese sentido cita la anunciada "auditoría integral" que ha anunciado su Ejecutivo.
También señala que, en aquellos "órganos instrumentales" de la Junta "en los que se primaba la cercanía al poder socialista" y donde "se ha buscado acomodo a ex alcaldes, ex concejales, ex cargos orgánicos del PSOE que han entrado por la puerta de atrás", su Gobierno actuará "en consecuencia y con proporcionalidad al nivel de resistencia que haya".
"Todo aquel que haya entrado de forma alegal, sin transparencia, y sus lealtades sean hacia el PSOE y no hacia todos los andaluces, tiene que temer al nuevo Gobierno. El resto no", enfatiza Moreno, quien lamenta que "el socialismo se ha considerado dueño de la Junta y madre o padre de todos los andaluces".
Frente a ello, sostiene que el nuevo Gobierno va a "crear un cuerpo propio de interventores que van a tener una autonomía funcional", sin depender, "como hasta ahora, de un político que los limitaba y coartaba", así como creará "la Oficina contra el Fraude, que amparará a los propios funcionarios de la Junta que denuncien corrupción", entre otras medidas.
Relación "fluidísima" con Casado
En otro orden de cosas, Moreno defiende que, aunque apoyó a Soraya Sáenz de Santamaría en el último Congreso del PP para suceder a Mariano Rajoy al frente del partido, él mantiene una relación "fluidísima" con el presidente nacional del PP, Pablo Casado. "Hablo todas las semanas con él", explica, al tiempo que añade que ambos mantienen "una relación personal de mucha confianza mutua".
Moreno se muestra "muy agradecido por el esfuerzo impresionante que hizo en la campaña electoral", y también "por el esfuerzo que ha hecho en las negociaciones" para alcanzar el Gobierno, porque "había una parte importante de esas negociaciones que había que hacer desde Madrid, porque hacía falta cierta distancia".
Finalmente, Moreno dice estar "convencido" de que "el pacto a la andaluza se puede reeditar en muchos ayuntamientos y comunidades autónomas" tras las elecciones locales y autonómicas de mayo.
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