Ni grupo propio, ni sorpresas. El efecto naranja se esfuma y su representación pública va mermando como fichas de dominó que caen partida tras partida. En apenas un año ha desaparecido prácticamente de cuatro comunidades, en tres de ellas gobernaba: Cataluña, Madrid, Murcia y ahora Castilla y León. La situación del partido es crítica, pero la presidenta de Ciudadanos, la jerezana Inés Arrimadas, no solo no hace autocrítica, ni piensa dimitir, sino que asegura que son "más necesarios que nunca".
Este pasado domingo, tras conocer el resultado de las elecciones en Castilla y León, donde la formación naranja ha pasado de los 12 escaños de 2019 a solo un procurador, Arrimadas ha dicho en su cuenta de Twitter que el PP no ha cumplido el objetivo que perseguía y que la formación naranja ha logrado "resistir" en la comunidad y es "más necesaria que nunca en toda España".
"Convocaron elecciones buscando una mayoría absoluta y borrar al centro liberal español. Nada de eso ha sucedido", ha comentado Arrimadas en un mensaje de su cuenta de Twitter.
Ciudadanos ha caído de 12 a un procurador y Arrimadas se ha agarrado al hecho de que su candidato, Francisco Igea, ha logrado mantener la representación del partido en las Cortes, como procurador de Valladolid, para recalcar que su proyecto "resiste en un escenario fragmentado" y que el partido es más necesario que nunca en toda España. Desde Andalucía, próxima cita electoral en el país, el líder de Cs, Juan Marín, ha guardado silencio tras este nuevo mazazo en las aspiraciones por sobrevivir de su partido.