El único procurador de Ciudadanos en las Cortes de Castilla y León, y ex vicepresidente antes de que el PP dinamitara la alianza de gobierno que mantenía con Ciudadanos en esta comunidad, Francisco Igea, ha afeado que Alfonso Fernández Mañueco, que ha sido investido presidente nuevamente, pero gracias a los únicos apoyos de Vox, se haya alzando con el "curioso honor" de ser el primero que se "humilla" ante la "peste verde", como ha denominado a Vox.
"Es usted un mentiroso patológico, un ser deshonesto, no le merecen ni los miembros de su partido, ni la Comunidad, ni su familia", ha señalado Igea, ante lo que Fernández Mañueco ha pedido "respeto" tras recordarle que él no se ha referido a cuestiones personales. "He aguantado sus insultos, si no lo ha conseguido antes no me voy a bajar hoy ni a esa charca infecta", ha zanjado Fernández Mañueco, quien ha rememorado a Shakespeare para comparar a Igea con Macbeth. "Es usted el fiel reflejo de alguien cegado por una ambición desmedida", ha asegurado.
Entre críticas generalizadas a los populares por "blanquear" a la extrema derecha, es la primera vez que el PP comparte directamente un Gobierno con Vox, lo que muchos analistas ya ven como una avanzadilla de lo que puede suceder en Andalucía tras las autonómicas de este mismo año. El nuevo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, no ha acudido a la sesión de investidura, que se ha prolongado desde mediodía hasta pasadas las nueve y media de la noche, aunque está previsto que no pueda evitar la foto junto a Santiago Abascal en la toma de posesión de la próxima semana.
Un PP incómodo con Vox y otro PP en su salsa
El ala moderada del PP busca evitar a toda costa que se asocie al partido de centro derecha español con los ultras. En este grupo se encuentra el propio Feijóo y barones como el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno. En el otro extremo está la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que aunque tiene a Vox como socio externo en la Asamblea, no desdeña la opción de considerarles como fuerza afín y muleta perfecta para seguir reteniendo el poder.
La investidura de Castilla y León llega justo un día después de que las elecciones presidenciales en Francia hayan vuelto a arrojar una segunda vuelta con Macron contra la ultraderecha de Le Pen, lo que ha motivado que el actual presidente incluso ya tenga los apoyos de la izquierda y republicanos. Todo, con tal de articular un cordón sanitario ante el avance pertinaz de la extrema derecha. En todo caso, volviendo a la clave andaluza, Moreno Bonilla ha desestimado este lunes responder si es favorable a establecer líneas rojas para evitar dicho avance ultra.
En su mismo Gobierno andaluz, aunque ahora con responsabilidades a nivel nacional, el consejero de Presidencia de la Junta y coordinador general del nuevo PP de Feijóo, Elías Bendodo, sí ha apoyado tesis que mantienen desde Vox, como la derogación de las leyes de Memoria o las de violencia de género. En este sentido, el portavoz del Grupo Parlamentario Vox y vicepresidente del Gobierno conjunto con el PP en Castilla y León, Juan García-Gallardo, ha reconocido este pasado lunes el "empeño" de su partido por acabar con una "anomalía" del ordenamiento jurídico español que "no tiene réplica en los países del entorno", en referencia expresa a la Ley de violencia de género y al Decreto de memoria histórica.
Así y tras defender que todos los españoles tienen que ser iguales ante la ley "sin discriminación por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social", García-Gallardo ha explicado que en estos momentos hay legislación que viola este artículo de la Constitución y se ha mostrado "particularmente orgulloso" de poder formar parte de un Gobierno autonómico que va a dar un paso "para proteger por igual a las víctimas de cualquier tipo de violencia intrafamiliar, independientemente del sexo de la víctima".