A primera hora de la mañana han comenzado los trabajos para exhumar los restos del fundador de Falange, José Antonio Primo de Rivera, de su emplazamiento en el altar mayor de la basílica del Valle de los Caídos.
Las tareas se han iniciado a las seis y media de la mañana, con la máxima discreción, sin presencia de las autoridades ni de la prensa. Hasta el lugar solo se han trasladado algunos descendientes de Primo de Rivera y los operarios encargados de los trabajos necesarios para quitar la gran lápida de 3.500 kilos que cubre la fosa donde descansan sus restos desde 1959.
Sus restos serán trasladados del rebautizado Valle de Cualgamuros al cementerio madrileño de San Isidro, donde ya se han presentado algunos falangistas, vestidos con camisas azules, para presenciar la llegada de los restos del fundador de Falange. Hay prevista una manifestación no oficial a la llegada Primo de Rivera al citado cementerio madrileño.
La exhumación se ha llevado a cabo son quienes han solicitado la exhumación de acuerdo con la Ley de Memoria Democrática aprobada el año pasado, que impide la presencia de restos mortales en ningún lugar "preeminente" del Valle de Cuelgamuros. Tras la extracción, el prior de la abadía benedictina, Santiago Cantera, rezará un responso junto a su familia.
Este será el quinto entierro desde que fue fusilado tras ser juzgado por las autoridades republicanas en 1936 en la cárcel de Alicante, hace 86 años. Precisamente este lunes se cumplen 120 años del nacimiento del líder falangista el 24 de abril de 1903.