Cuando el 19 de junio el Partido Popular logró la mayoría absoluta, entre la incertidumbre de los cambios internos a nivel nacional encontrábamos una certeza dentro del núcleo duro de Juanma Moreno. Jesús Aguirre formaría parte de su nuevo Gobierno, en el que ya anunciaba cambios. Respaldar la gestión de la pandemia era una obligación para el presidente de la Junta. Veníamos de la legislatura en la que Salud había tenido mayor protagonismo.
Sin embargo, la certeza se desvaneció en el momento en el que Moreno anunció por sorpresa que proponía a Jesús Aguirre como presidente del Parlamento de Andalucía. Aquello no lo esperaban ni en el propio Partido Popular. El cargo que ostenta ahora el cordobés es mucho más agradecido: sin responsabilidad de gestión, ni exposición mediática. Prácticamente un retiro dorado para un hombre que finalizará la legislatura con 70 años.
Muchas gracias presidente @JuanMa_Moreno por la confianza.
— Catalina García (@LinaGarcia_AND) July 25, 2022
Mi compromiso con Andalucía es incontestable y trabajaremos para seguir fortaleciendo el sistema sanitario público. Una gran responsabilidad que afronto con mucha ilusión y dedicación. https://t.co/telvLgtlUM
Queda ya en la memoria su lenguaje coloquial e, incluso, campechano. Tanto que en muchas ocasiones hasta se pasó de frenada. Lo simpático que resultaron los culillos se convirtió en una falta de respeto cuando se refirió al aborto como "el chupetón". Su principal patinazo fue no hace demasiado cuando habló de "violencia intrafamiliar" después de que Moreno hubiera intentado por todos los medios desmarcarse de Vox en ese ámbito. A pesar de todo, Aguirre llevaba por bandera que en temas tan complejos como el covid o la listeriorisis lo entendía todo el mundo. Y si hacía falta entrar en una rueda de prensa con una mascarilla en el codo, él lo hacía.
Aunque en el nuevo Gobierno de Moreno no esté Jesús Aguirre, el nombramiento es un premio a su equipo. El presidente de la Junta ha optado por la continuidad que supone dar el cargo a la que hasta ahora era la número dos del departamento, Catalina García. Su perfil es un híbrido, como lo era el de Aguirre. Nacida en Cataluña pero formada en Enfermería por la Universidad de Jaén. García lleva años vinculada al Partido Popular, hasta el punto de que formó parte de las Nuevas Generaciones. Ha sido alcaldesa de Jimena, en Jaén, entre 1995 y 2011, con la excepción del periodo entre 1999 y 2003. Además, tanto en el Senado como en el Parlamento de Andalucía ha ocupado cargos de relevancia en su grupo en la materia de Salud.
García toma el testigo en una situación que se prevé más sencilla que la que tuvo que afrontar Aguirre. De momento, se elimina el apellido de 'Familias' de su consejería para incluir el de 'Consumo'. Lo de las familias fue una exigencia de Vox en la anterior legislatura y el conflicto estuvo entre denominar al departamento 'Familia' o 'Familias'. Finalmente se optó por la segunda opción. Moreno, por si acaso, se ha encargado este mismo lunes de dejar claro que cree en más de un tipo de familia. Esta modificación, lejos de ser insignificante, ejemplifica la de un partido libre, que ha dejado atrás la dependencia de la extrema derecha.
La conclusión es que la consejería de Salud sigue igual, pero sin su estrella mediática. El reto de García es mayúsculo pues debe atender las demandas de los sindicatos para callar a la oposición. La sanidad, a pesar de todo, no ha dejado de ser uno de los principales problemas de los andaluces, la Atención Primaria ha estado en muchos momentos colapsada y la falta de médicos es un problema que hay que atajar más pronto que tarde y que, además, hay que hacerlo en todo el territorio nacional. Previsiblemente, en esta ocasión, no habrá una pandemia que impida afrontar estos problemas.
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