Todo pasará por Vox en Sevilla
Cristina Peláez (Sevilla, 1972) se ha convertido en uno de los ejes más importantes de la política municipal sevillana. Debido a que el PP no logró mayoría absoluta en el Ayuntamiento, ahora José Luis Sanz debe encontrar apoyos para los futuros presupuestos municipales. Si bien Vox dio su apoyo a la investidura el pasado mes de junio, ahora llega la tramitación de la norma más importante de la ciudad, la que trasladará a las cuentas el proyecto del alcalde elegido este 2023. Vox ya deslizó que, para apoyarlas, deseaba entrar en el gobierno. En estos momentos, en los pasillos del Ayuntamiento se está decidiendo cómo serán los próximos tres años y medio de mandato. Sin embargo, esa relación de Vox y PP no apunta a ser fácil, porque ha habido entre los concejales de ambos grupos continuos rifirrafes, e incluso el gobierno de Sanz se apoyó en el PSOE para sacar adelante las importantes ordenanzas fiscales, sobre las que Vox votó en contra.
Peláez, psicóloga, trabajadora de la Junta en excedencia, explica que llegó a Vox desde el conservadurismo y el catolicismo, desde las llamadas asociaciones provida, y desde el rechazo a la legislatura de mayoría absoluta de Mariano Rajoy, cuando se quedó "huérfana de partido político". Tras ser una de las primeras involucradas en la creación de Vox en Sevilla, acabó siendo candidata.
Quizás te sorprenda, pero creo que el PP es más proclive a pactar con el PSOE que con Vox. Es inaudito, porque los votantes del PP querrán explicaciones. Este gobierno nos sorprende bastante.
No me acuerdo bien, no recuerdo, pero llamar traidor, en lo personal, no es mi estilo. Sí, creo que dije que estaba traicionando a sus votantes, porque son más cercanos a Vox que al PSOE. Estas ordenanzas suponen una mayor presión fiscal para los sevillanos. Nosotros, por eso, nos negamos a apoyarlas. En campaña, el alcalde dijo que iba a bajar los impuestos, pero ha sido un engaño. Nosotros no podemos hacer enmiendas cuando te dicen que están bajando impuestos, pero los están subiendo. En este asunto, no se puede hacer una enmienda a la totalidad, reglamentariamente no se pueden tumbar todas así. Sanz ha llevado a cabo un trilerismo político. Los del PSOE aprobaron todas las enmiendas, algunas que se parecen a las de la Barcelona de Ada Colau. Piense en un negocio que cerró en la pandemia, ¿por qué se le va a cobrar el doble de IBI por tener el local vacío? Por estas cosas, el alcalde no puede contar con nosotros.
"A Sevilla no le interesa un gobierno en minoría"
Los concejales, todos, son compañeros de trabajo, y la relación es bastante cordial. Aunque en el pleno salga una mala palabra, somos personas educadas y entra dentro de la normalidad. Cada persona tiene un estilo político. Con José Luis Sanz he hablado tres veces en estos meses, mientras que Antonio Muñoz o Juan Espadas eran más cercanos y hablamos un montón de veces.
Lo que ocurrió es que hice una entrevista en televisión y el día antes había ido él. Le preguntaron por Vox y dijo que no iba a entrar en el gobierno. Al día siguiente, expliqué que sí. Después de las elecciones de mayo, tomamos un café juntos y allí me dijo que no tenía ningún problema con que entrásemos en el gobierno, pero que entre medias había elecciones generales, por lo que quería esperar. Yo le pregunté que qué tenía que ver una cosa con la otra. Llegamos a septiembre esperando a ver qué pasaba. Desde la entrevista, no ha habido más contactos. Si el PP quiere que estemos en la oposición, estaremos. Pero también pensamos que a Sevilla no le interesa un gobierno en minoría, porque le falta estabilidad. Si Sanz quiere estar con el PSOE o con nosotros, no lo sabemos. Si está en minoría, para mi gusto, será una mala gestión.
Nos entregaron el documento el pasado viernes y estamos estudiándolo. Estamos cada vez más convencidos de que son los presupuestos del PSOE, porque es el anterior pero con cuatro cositas más. Viene a confirmar que quieren que seamos oposición, y al ser así, nuestra labor es fiscalizar y controlar al gobierno. No se ahorra dinero por ningún lado, continúan los gastos superfluos. Por el momento, no ha habido ninguna reunión ni nos han convocado.
No. Para ser exactos, hemos dicho que necesitamos una garantía de que se va a aplicar lo que se pacte en el presupuesto. Porque hemos aprendido a no confiar en el PP desde los años en la Junta. El presupuesto se convierte en papel mojado sin acuerdos para controlar la gestión.
Claro (ríe). Cada uno que entienda lo que quiera.
No. Esta es la primera vez que hablamos con un medio desde que nos han dado los presupuestos y no tenemos ningún contacto.
Queremos que no haya ni un euro que no vaya a la mejora de servicios públicos, arreglos de calles, de los barrios más necesitados. Debe ir en beneficio de los sevillanos, según marca la Ley de Bases de Régimen Local para un Ayuntamiento. Esa es la directriz que abarca todo el presupuesto. Con ese objetivo de mejora de servicios públicos, estaremos empezando la casa por los cimientos.
"No tengo una bola mágica, pero creo que para el presupuesto el PP pactará con el PSOE"
Somos personas razonables y queremos lo mejor para Sevilla. Queremos un gobierno estable, un proyecto sólido. No podemos decir si queremos esto o lo otro, tendremos que verlo, sabiendo dónde estamos.
La Zona de Bajas Emisiones es un atentado contra la libertad individual. Aunque venga impuesta por Europa, no hay derecho. Podemos pedir una demora en la aplicación. Sevilla no tiene un problema de polución que justifique esta medida, que son ganas de prohibir. La movilidad es un reto importantísimo y hay que atacarlo con una estrategia muy clara. Proponemos mejorar el transporte público, y eso pasa también por el Metro. No podemos seguir siendo la cenicienta de España. Me duele decirlo como sevillana. Se da a los catalanes su red de Cercanías con un dinero que podría servir para impulsar el Metro. El alcalde debería plantarse en el despacho que sea y no salir de allí hasta poner por encima a Sevilla. En la medida de nuestra representatividad, si estamos en el gobierno, es para proteger a los sevillanos de la desidia generalizada hacia Sevilla del Gobierno central y la Junta. Llevamos cincuenta años de retrasos con el Metro. No podemos esperar 15 o 20 años más.
En la obsesión con los barrios más necesitamos, con las familias, ya sean numerosas como no numerosas. Hay que bonificarlas más y que no soporten todo el gasto.
No tengo una bola mágica, pero creo que van a pactar el presupuesto con el PSOE. No con cualquier PSOE, sino con uno que lleva a España al riesgo de balcanización, vamos hacia un peligro real. Es muy grave. Cabe también que los prorroguen, pero sería ignominioso, porque saldría perdiendo Sevilla.