La historia de nunca acabar, pero esta vez, en medio de una carrera contrarreloj. La Policía Nacional impidió este miércoles que un grupo de viajeros cruzaran en la Verja y la tensión ha vuelto a escalar. Todo, porque, debido al mal tiempo, una compañía británica que operaba un vuelo desde la Roca finalmente desvió el aparato a Málaga, obligando a que esos pasajeros ya no salieran desde la colonia británica sino desde la Costa del Sol. Al intentar acceder a territorio Schengen, los agentes de la Policía Nacional denegaron el permiso de entrada, por lo que los pasajeros se quedaron alojados en hoteles de Gibraltar.
A consecuencia de ello, el prime de Gibraltar, Fabian Picardo, anunció que como represalia este viernes se estaba pidiendo a los muchos trabajadores que cruzan la Verja cada mañana que no valdría con el DNI para entrar, sino que sería necesario el pasaporte. Eso ha generado enormes colas y, de nuevo, supone un inconveniente para la actividad natural de españoles y gibraltareños en su día a día.
El enfado de Gibraltar tiene que ver con que ni siquiera se les avisó de que el criterio sobre este tipo de situaciones relacionadas con desvío de vuelos había cambiado. El Gobierno español no avisó, pero un comunicado del Gobierno gibraltareño indica que esa orden procede, "al parecer", de "un inspector" de la Policía Nacional, no de su superior.
La cosa se ha reconducido en la mañana cuando ha vuelto a requerirse, a un lado y a otro de la frontera, solo el DNI o tarjeta equivalente de identidad para el paso por la Verja. A las 11.30 horas, todo ha vuelto a tranquilizarse.
Pero el problema está en que el 10 de noviembre es la fecha límite para un nuevo acuerdo que, definitivamente, cierre la etapa del Brexit. Ahora, volverá la frontera dura de no alcanzarse acuerdo. Gibraltar dice que tomará las medidas que tome España: es decir, que si España aplica controles de pasaporte, harán lo mismo.
Y hay que recordar que España pertenece al espacio Schengen, dentro del marco europeo, con dos variantes: no hay controles para moverse libremente por la Unión Europea (salvo alguna excepción, Schengen aplica en todo el territorio comunitario) pero a cambio existen reglas de índole europeo para acceder. Es decir, que España no decide unilateralmente sino dentro de un marco comunitario. Y esas reglas apuntan a que, efectivamente, se vienen controles duros si no prosperan las reuniones sobre el asunto, que se celebran en Bruselas a varias bandas, con la Unión Europea, el Gobierno español, y una legación británica donde se encuentra Gibraltar (oficialmente, al no reconocer la soberanía de la colonia, España nunca se sienta reconociendo el estatus de prime minister a Picardo ni a las autoridades gibraltareñas).
Picardo ha mandado un mensaje a todas las partes para realizar un acuerdo beneficioso para toda la comarca: "Seguiré apostando por un tratado entre el Reino Unido y la UE, trabajando en ello, proponiendo soluciones. La pelota está en el tejado de España para aceptar esas propuestas razonables, equilibradas e imaginativas que garantizan la seguridad del Área Schengen y la integridad del Mercado Único. Esto se logra mejor a través de las negociaciones en curso, y Gibraltar no se someterá a tácticas de presión como las medidas implementadas en las últimas 12 horas".
Si bien, "tenemos la oportunidad de continuar con los acuerdos provisionales mutuamente beneficiosos que tenemos en marcha. Estoy del lado de los gibraltareños comunes y de los trabajadores fronterizos. Quiero que esto funcione para todos nosotros. Espero sinceramente que incidentes como este sean la tormenta antes de la calma y que podamos resolver los asuntos en la mesa de negociaciones de una manera que funcione para todos".