Diego Crespo, uno de los ‘anticapi’ expulsados de Adelante: “Transfuguismo es decir una cosa en Sevilla y otra en Madrid”

El diputado almeriense pasa al grupo de no adscritos, pero sigue sintiéndose un representante "de izquierda con ganas de construir un proyecto andaluz, donde se reviertan las políticas que se han llevado contra la mayoría social"

Diego Crespo en el Parlamento de Andalucía
Diego Crespo en el Parlamento de Andalucía

Diego Crespo es natural de Almería y llegó a la política algunos años antes del 15M, motivado por los movimientos sociales y la defensa de los derechos humanos. Comenzó a participar más activamente a raíz del movimiento ciudadano de 2011, aunque su activismo siempre estuvo ligado a los barrios más castigados de la capital almeriense y a la defensa de los derechos a la vivienda y de las personas migrantes. Estudió magisterio pero nunca ejerció como profesor. Y ha trabajado como técnico de orientación laboral en el barrio de La Chanca, uno de los barrios con necesidades de transformación de la provincia, hasta que fue elegido como diputado por Adelante Andalucía en 2018.

Después de que los juristas del Parlamento de Andalucía sostengan que no hay mimbres para vuestra expulsión. ¿Cuál es la situación actual del grupo de no adscritos?

Hemos puesto un recurso al Tribunal Constitucional porque creemos que se han vulnerado nuestros derechos de participación. Estamos a la espera de la resolución para ver si nos aclaran el trabajo que podemos desarrollar en el Parlamento, ya que al ser diputados no adscritos, la posibilidad de participar con algunas de las iniciativas del Parlamento se nos limita. Así que a día de hoy estamos trabajando en la medida que podemos y que nos permite el reglamento.

¿Pierden derechos como diputados y diputadas?

Hay varias cuestiones que no podemos llevar a cabo, como presentar proposiciones no de ley, ni elegir en qué comisión queremos estar, es la mesa del Parlamento la que lo determina. Hemos presentado un escrito pidiendo no solo en la comisión en la que nos gustaría estar a cada una, sino también disponer de un espacio o un despacho, tener derecho a una impresora, a material fungible e incluso a una sala donde nos podamos reunir con los colectivos. Todo eso, a día de hoy, no lo tenemos. La mesa ha rechazado esa petición, así que no podemos participar en las comparecencias que hace el Consejo de Gobierno en pleno de comisión, ni participar en PNLs. De esta manera es muy difícil que tengamos capacidad para presentar proyectos de ley en la cámara. Y muchos de los asuntos que tenemos en representación o para intervenir de forma propositiva en la cámara del Parlamento de Andalucía se ven eliminados.

¿Qué ha pasado desde que se anunciara en febrero el acuerdo de separación amistosa con Unidas Podemos hasta llegar al contexto actual? ¿Se lo esperaban?

No, no nos esperábamos una solución de esta manera. Los diputados y las diputadas que salimos de Podemos en febrero entendíamos que se llegó a un acuerdo, a un pacto de no agresión y de posible colaboración en los aspectos, donde habría acuerdos y cuestiones comunes. Lo que ha pasado, desde nuestro punto de vista, es que hay una parte de aquellos que formaban la coalición o el proyecto de Adelante Andalucía que han cambiado en sus planteamientos políticos. Eso de no co-gobernar con el PSOE hay quien no lo ve de esa misma manera o incluso la idea de construir un proyecto andaluz y de izquierda, que ya nos lo planteábamos cuando llegaron las elecciones de diciembre del 2018.

Creemos que ha habido un cambio de posicionamiento de una parte de las personas que formaban Adelante Andalucía y con muy malas artes nos han expulsado de facto del grupo con la alianza de la extrema derecha, en este caso con Vox, pero también con el PSOE, C’s y PP. Seguramente seríamos un elemento incómodo, pues no entendemos que en la política se pueda estar subordinado a otro proyecto como el del PSOE, algo que ha pasado muchas veces a la izquierda en Andalucía y a nivel estatal. Vieron la oportunidad de eliminarnos y de quitarnos de en medio.

Usted, al igual que sus compañeras, ha sido expulsado por transfuguismo. ¿Se considera un tránsfuga?

No me considero un tránsfuga. Entendemos como tránsfuga a Sáez y Tamayo de la Comunidad de Madrid, que cambiaron su posicionamiento político y su voto por intereses personales a cambio de dinero o de poder. Nosotras seguimos con los mismos posicionamientos que cuando nos presentamos a las elecciones en 2018 con Adelante Andalucía. Nos presentamos diciendo que queríamos construir un proyecto andaluz y de izquierda frente a las políticas de austeridad, y que no dependiera de lo que se decidiera en Madrid, con el compromiso de frenar a las derechas, pero a la misma vez, de no co-gobernar con el PSOE. Seguimos en las mismas, por eso no nos consideramos tránsfugas. La nueva definición de tránsfuga que han acordado algunos partidos del Pacto Antitransfuguismo, que es la primera vez que se aprueba sin la firma de todos los que forman parte de ese pacto, se hace después de que se pida nuestra expulsión del grupo parlamentario y con una adenda, en la que algunos partidos del pacto no están de acuerdo, pero que está especialmente hecha para nosotras y nosotros.

Quiero aclarar por qué no nos consideramos tránsfugas con un ejemplo: El jueves se votaron en el parlamento las enmiendas a los presupuestos generales del Estado. A primeros de octubre del 2019, como portavoz de la Comisión de Fomento, presenté una PNL en la que solicitaba que en los próximos presupuestos generales del Estado se hiciera una partida de 1,6 millones para un estudio informativo sobre el tren Baza-Guadix-Almanzora-Murcia. Presentamos esa PNL con Adelante Andalucía con la colaboración de algunos compañeros y compañeras de la zona del Altiplano de Granada y de las plataformas por la defensa del tren, que se aprobó por unanimidad. Cuando se establecen los presupuestos, nos encontramos con la sorpresa de que esa partida ha desaparecido. Ese compromiso que hicimos la izquierda andaluza, los compañeros y compañeras de Madrid se lo han saltado. Y no solo eso, sino que Teruel Existe presentó una enmienda a los presupuestos sobre esta cuestión y ayer en el Parlamento, tanto los diputados de UP como del PSOE, votaron en contra de esta enmienda. Para mi eso sí es transfuguismo: en Sevilla decir una cosa y en Madrid decir otra. Que los diputados del PSOE y de IU votaran a favor de esa partida y cuando tienen que votar en el Senado, los diputados de IU, Podemos y PSOE voten en contra, es un claro ejemplo de transfuguismo.

“Vieron la oportunidad de eliminarnos y quitarnos de en medio”

¿Qué dice el Pacto Antitransfuguismo?

En este pacto se recoge la situación en la que nos encontramos en el Parlamento de Andalucía. Hay una adenda hecha como un traje a medida para nosotros, ya que se recoge como tránsfugas a aquellos diputados y diputadas que se han salido del partido político, pero se mantienen en la coalición con la que se presentaron en las elecciones. Y se considera tránsfuga si el partido al que pertenecía lo solicita sin comprobación de ningún tipo. Nosotras entendíamos que éramos parte de Adelante Andalucía, pero parece que desde Madrid se ha arreglado “lo del sur”. Las noticias hablaban del empeño de Unidas Podemos de poner la adenda al Pacto Antitransfuguismo porque había que arreglar “lo del sur”. Además, la adenda se recoge independientemente de que sea mayoritario el número de diputados y diputadas a las que se pretende expulsar. Normalmente el funcionamiento de nuestro grupo parlamentario es por mayoría y a ninguno de nosotros y de nosotras nos han preguntado sobre la posible expulsión de una serie de compañeros. Al menos, hasta el 27 de octubre se resolvían así las cosas en el grupo parlamentario de Adelante Andalucía.

Según afirmáis, las dinámicas centralistas han afectado al funcionamiento del partido. ¿Por qué necesita Andalucía una alternativa que no dependa de Madrid?

Para defender los intereses de los andaluces y las andaluzas independientemente de dónde nos situemos, si en el Parlamento andaluz o en el de Madrid. No solo eso, sino que Andalucía siempre ha sido una tierra que ha estado subordinada a lo que se decía en el resto del Estado. La burguesía andaluza ha sido muy dependiente de la de Castilla y no ha tenido un papel subalterno en el conjunto del Estado español. Andalucía es una tierra muy rica en recursos, pero al final depende del turismo y de la agricultura, que son sectores que ante una crisis como la que ha venido se caen como un castillo de naipes. Existe un empleo muy precario y temporal, y en ese sentido, algunos entendemos que Andalucía necesita una fuerza de izquierda que defienda los derechos de los andaluces y las andaluzas trabajadoras, tanto en Andalucía como en cualquier parte del territorio del Estado. Necesitamos una fuerza andaluza que haga mirar hacia Andalucía. Somos una de las comunidades más grandes, la más poblada y que recibe mucho menos de lo que aporta. Hay que solicitar desde Andalucía no ser más que nadie, pero tampoco ser menos que nadie. Ahora mismo estamos construyendo ese entendimiento entre las fuerzas andalucistas para seguir hacia delante. Y para ello, debe haber una representación municipal, autonómica y si es posible, estatal.

¿Dónde quedó ese espacio de participación popular que iba a ser Adelante Andalucía y que ha terminado en una guerra de liderazgos?

Creemos que ese espacio sigue estando presente, lo único que hace falta es trabajarlo y cultivarlo con mucho cariño, desde la horizontalidad y el respeto a todo aquel y aquella que quiera participar. Cuando salió Adelante Andalucía hablábamos de la necesidad de que hubiera organizaciones presentes y personas de forma individual. Algunas seguimos creyendo que ese proyecto sigue vigente, independientemente del nombre que tenga. Y eso es lo que vamos a intentar construir en estos próximos dos años, despacito, con mucha ilusión y algo de ambición, para que se una el máximo de personas que crean que desde Andalucía tiene que haber una voz.

"Necesitamos una fuerza andaluza que haga mirar hacia Andalucía”

¿Esta situación no podría beneficiar a la derecha de cara a las próximos comicios?

Seguramente beneficie a la derecha porque hay una división por parte de la izquierda. El problema está en qué entendemos por derecha y qué entendemos por izquierda. Desde mi punto de vista, las políticas neoliberales que ha llevado a cabo el PSOE durante casi 40 años en Andalucía son políticas de derechas. Los diputados y las diputadas que creemos en un proyecto andaluz y de izquierda frente a las políticas de austeridad, que respete el medioambiente y que no quieran subordinarse a gobernar o cogobernar en función de los votos con el PSOE, somos una alternativa para esta tierra y resultamos incómodos. Ahora vemos cómo se nos expulsa de la peor manera, allanando el camino a un posible pacto entre PSOE y Unidas Podemos. No hace falta recordar cómo salió el último co-gobierno entre PSOE e Izquierda Unida en Andalucía. Recuerdo que algunos gritábamos: “Rajoy, Griñán, Valderas, los tres tienen tijeras”. Se produjeron uno de los recortes más grandes en Andalucía. Evidentemente, esta disputa beneficia a la derecha, pero tenemos que hacer una reflexión sobre qué es la derecha y cuándo ha gobernado en Andalucía, si sólo en estos dos años o durante más tiempo.

Con este posicionamiento que propone, la provincia de Almería se quedaría huérfana de representación de izquierda

Yo me sigo sintiendo un diputado de izquierda con ganas de construir un proyecto andaluz, donde se reviertan las políticas que se han llevado contra la mayoría social. Ahora mismo soy un diputado no adscrito a la espera de una respuesta del Tribunal Constitucional y con las limitaciones en la presentación de iniciativas en el Parlamento andaluz, pero voy a seguir trabajando como he venido haciendo durante estos dos años que llevamos de legislatura. Y hacia fuera, apoyando en lo que pueda y ayudando a organizar a los diferentes colectivos que están reivindicando sus derechos.

¿En qué le afecta a Almería esta expulsión y la condición de no adscrito?

Elimina principalmente que haya una voz discordante con el discurso oficial en el Parlamento de Andalucía. Una voz diferente al resto de representantes almerienses que hay en la cámara. Se pierde también la voz de las trabajadoras de ayuda a domicilio con las que estábamos en la convocatoria de huelga, se pierde la voz de los vecinos y las vecinas de El Puche que están sufriendo desahucios y con los que vengo colaborando desde antes de ser diputado; se pierde también la voz de los vecinos y las vecinas de La Chanca que están sufriendo cortes de luz desde hace más de cinco años y que intentábamos que alguna institución les hiciese caso; se pierde la voz de aquellos que decimos que en Andalucía no se cumplen los derechos humanos porque en el campo de almeriense, en la zona de Níjar y El Ejido, hay gente que vive en condiciones francamente lamentables y desde que comenzó la legislatura denunciábamos que había que tomar medidas serias para acabar con el chabolismo y la infravivienda; se pierde también la voz de aquellas personas que piensan que es intolerable que no haya un convenio del campo y que se venga renovando el que ha habido hasta ahora. Son cuestiones que seguramente tendrán menos voz y representación en el Parlamento de Andalucía y que son fundamentales para la provincia de Almería.

¿Cuáles son las prioridades de actuación en su provincia?

Hay varias líneas. El tema del campo, no solo en las condiciones materiales en la que viven muchos trabajadores y trabajadoras migrantes, sino también de los derechos laborales del cumplimiento del convenio del campo. La falta de vivienda en toda la provincia, como en el resto de Andalucía, donde hay mucha gente que no encuentra una vivienda en condiciones dignas independientemente de su situación para elaborar un proyecto de vida. También son fundamentales las conexiones de comunicación en la provincia, ya que resulta intolerable que una provincia que exporta miles de frutas y hortalizas a Europa, no tenga un tren digno donde transportar esos alimentos a través del corredor Mediterráneo que conecte con Murcia. No haría falta un AVE, sino un tren que sea rápido que pueda llevar tanto a personas como mercancías. Y que no solo nos conecte con Europa, sino con el puerto de Algeciras, con Andalucía y con los puertos más importantes del continente. Otra línea de trabajo está con los vecinos y vecinas de los barrios que sufrieron la crisis con más fuerza y que ahora con el covid necesitan de nuestro apoyo. Hay muchas más líneas, pero estas son las que a día de hoy, con los medios que tenemos, podemos alcanzar.

¿Y cuáles han sido los logros de Adelante Almería durante estos dos años de legislatura?

Lo principal es que hay un grupo de gente de diferentes ámbitos que entienden que organizándose pueden conseguir mejoras en cuanto a derechos laborales, de ciudadanía, etc. Conseguimos que hubiera una comisión contra los cortes de luz que nos habían solicitado muchas veces los vecinos y vecinas de La Chanca, y aunque no ha funcionado como nos gustaría, entendíamos que era un caso que había que solucionar. Hemos trabajado con diferentes colectivos migrantes, con las trabajadoras a domicilio, con la plataforma contra las construcciones que quieren hacer en la Bahía de los Genoveses. Si queremos transformar la sociedad en la que vivimos, tenemos que darle voz y herramientas para que se organice y sepa, que el avance de los derechos sociales y civiles se consigue a través de la organización y del trabajo, con el fin de mejorar y que todas nos veamos beneficiadas por estas cuestiones.

Sobre el autor:

Carmen Marchena

Carmen Marchena

Gaditana. Periodista feminista por vocación y compromiso. Empecé en las redacciones de Ideal Granada y Granada Hoy. He pasado por eldiario.es/Andalucía. Parte de El Salto Andalucía desde sus inicios. Tengo dos ídolas: mis abuelas Carmeluchi y Anita. Defensora de los Derechos Humanos y la Memoria. Sin más dilación, papas con choco o barbarie.

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