Ignacio Caraballo ha presentado este jueves por la tarde su dimisión como presidente de la Diputación de Huelva a través de un escrito en el registro de la institución donde explica los motivos de su renuncia, según ha informado la institución en un comunicado. De este modo, según reza el documento, el presidente de la institución ha decidido dar este paso por "motivos personales" y como "un ejercicio de responsabilidad" ante la institución que representa, debido a "la campaña de acoso constante" a la que ha sido sometido en los últimos meses.
El Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Huelva ha abierto recientemente diligencias para investigar una denuncia de una antigua militante del PSOE contra Caraballo, líder del partido en la provincia, por "presunto acoso psicológico y sexual", algo que su entorno niega tajantemente, sosteniendo su "absoluta inocencia", algo que tendrán que determinar los tribunales, aunque la investigación aún está en curso. Caraballo ha asegurado que su dimisión es una "decisión profundamente meditada y que tenía prevista hace ya bastante tiempo", al ser consciente de la necesidad de un relevo generacional después de casi diez años como máximo responsable de la institución provincial, y que se ha visto precipitada debido a que, "la campaña anteriormente mencionada, no solo se ha ceñido al ámbito político, sino que ha saltado al ámbito personal".
El próximo viernes 6 de noviembre se dará cuenta de este anuncio para su conocimiento en el pleno ordinario, fecha en la que está prevista su celebración. A partir de ahí se abre un proceso de diez días para la convocatoria de un pleno extraordinario, donde se votará la presidencia de la Diputación de Huelva, propuesta que será previamente aprobada por la comisión ejecutiva provincial del PSOE de Huelva.
En relación a su mandato, Ignacio Caraballo ha querido destacar que la Diputación se ha convertido en un "instrumento eficaz y cercano para los alcaldes y alcaldesas de Huelva, como se ha demostrado, especialmente, en estos tiempos de pandemia". A su juicio, el ente provincial "ha sabido adaptarse a las nuevas demandas de la ciudadanía y se ha convertido en una administración ágil, eficaz y transparente, como lo atestiguan diversos organismos independientes".
Tales logros los atribuye al impulso que dieron a esta vocación municipal los anteriores presidentes y presidenta de la institución, así como a las personas empleadas de la Diputación a las que agradece su implicación y profesionalidad. "Presidir el ayuntamiento de los ayuntamientos es, junto con el honor de ser alcalde, una de las mayores aspiraciones para un municipalista convencido como soy", ha señalado. Precisamente, por este motivo, y en el afán de no manchar el nombre de la institución, asegura, ha tomado esta "dolorosa decisión" de abandonar la presidencia del organismo provincial.