Carlos Pérez (Sevilla, 1980) llegó casi por sorpresa a la política y acabó siendo el hombre que levantó Ciudadanos en Jerez hace ahora unos cinco años. Cuando el partido apenas era nada en la provincia de Cádiz —el líder andaluz, Juan Marín, estaba a punto de dar el salto desde un partido propio llamado Ciudadanos Independientes de Sanlúcar— ya andaba Pérez trabajando por amor al arte para el partido de Albert Rivera. Empleado de banca, en las horas más bajas de la formación naranja, este jerezano de adopción confirma a lavozdelsur.es que no arrojará la toalla, después de que, en su caso particular, tras el pasado 10N haya perdido todo cargo público al no haber conseguido alcanzar el Senado. Pérez lideraba la lista provincial a la Cámara Alta, al igual que el pasado 28A, pero a diferencia de hace seis meses, la hecatombe naranja ahora lo deja fuera.
"Aunque no haya obtenido escaño en el Senado, continuaré de concejal. Mi cargo de concejal no es remunerado por lo que desarrollaré mi trabajo sin contraprestación económica. Y claro que continúo como concejal, por amor a Jerez y porque me apasiona la política", reconoce a este periódico digital, aún digiriendo una caída para la que ya habrá tiempo de análisis. Del bar Maruja, en Montealegre, de su antiguo compañero de bancada Mario Rosado, Pérez logró montar la sede provincial de Cs en la calle Rosario. Y acabó teniendo dos concejales en el pleno del Ayuntamiento de Jerez. En las pasadas municipales, donde volvió a ser candidato a la Alcaldía —puesto que peleó hasta el final—, duplicó los ediles, aunque por su puesto como senador obtenido el 28A, cedió la portavocía municipal. Nadie podía presagiar una caída tan severa de Ciudadanos.
Sin embargo, pese a que cada cita electoral en estos años el proyecto crecía, los bandazos por arriba no ayudaron a conservar una base sólida. Hubo dimisiones en bloque de la anterior junta directiva y hay voces internas que cifran a lavozdelsur.es "en más de un 40% la sangría de militantes en los últimos tiempos". "Después de la ultima asamblea del pasado mes de julio, han dimitido la mayoría de militantes, de los cien que había quedan menos de cuarenta y los que quedan están a la espera. Esto es una dictadura del provincial y del clan de la manzanilla para con Jerez y una forma de controlar la quinta población de Andalucía y el poco peso dentro del partido", han asegurado estas fuentes que ya no pertenecen a Ciudadanos en Jerez a este medio. Fuentes de la dirección de Cs niegan ese descenso, y hablan de que la cifra de militantes "no deja de aumentar".
Otras fuentes de Ciudadanos denuncian la situación que vive el partido en la provincia, fracturado y con un líder andaluz, Juan Marín, "al que le hacen la vida imposible". "Eso que dicen del clan de la manzanilla no será por Juan, sino por otros dos sanluqueños que le hacen la vida imposible en la provincia". Se refieren estas fuentes a Almudena Camacho, secretaria de Organización, y Sergio Romero, portavoz provincial y portavoz de Cs en el Parlamento andaluz, "ambos en guerra abierta con Marín por la sucesión al frente del partido a nivel andaluz". "Practican unas formas de decidir que esperemos que cesen pronto con los cambios en el partido", añaden estas mismas fuentes.
En lavozdelsur.es en mayo de 2015, en la tercera entrevista que concedió al frente de la formación en Jerez, este medio le preguntaba: "Albert Rivera define Ciudadanos como un partido “constitucionalista, demócrata y progresista”; Juan Marín dice que es “de centro progresista liberal”. ¿Cómo lo define usted? "Es una cosa que nos preguntan mucho. Nos hemos movido durante muchos años en el famoso bipartidismo y el engaño de izquierda y derecha. Ahora se está viendo que eran lo mismo prácticamente. Somos un partido que proclama el liberalismo, la libertad de la persona frente a las instituciones, a los partidos políticos, a las empresas. Y también la justicia social, es decir, que incentivemos la empresa privada para que pueda dar empleo no quiere decir que nos olvidemos de la justicia social. Yo me considero una persona de centro".
Desde el pasado 2 de diciembre, el giro andaluz a la derecha, donde primero se quiso enmascarar el apoyo de Vox para cogobernar la Junta con el PP, y luego no solo se amarró sino que llegó la cascada en muchos otros puntos del país de lo que se ha dado en llamar el trifachito, no han hecho más que asfixiar a Cs y dejarle sin espacio del centro derecha a la extrema derecha del país. En torno al mes de marzo, la formación naranja celebrará un congreso extraordinario el que todo apunta a que será elegida como nueva presidenta del partido la jerezana Inés Arrimadas, muy amiga por cierto de Carlos Pérez, que como edil en la anterior etapa de gobierno local fue el responsable de oficiar su boda en Jerez. De momento, Pérez aguanta.