Dijo Ayrton Senna, piloto de Fórmula 1 que pisó más de una vez el Circuito de Jerez, que el segundo es el primero de los perdedores. En cambio, hay quien digiere mejor las derrotas que otros. Cuando todo apuntaba a que la campaña de las municipales de Antonio Saldaña, alcaldable del PP, iba a ser un reguero de malas palabras y descalificaciones a sus adversarios, y numeritos aberrantes para llamar la atención del electorado —a las entregas de lavadoras de segunda mano y demás sketches de hace unos meses nos remitimos—, el candidato popular pegó un volantazo e inesperadamente viró hacia la moderación. Contención y buenas formas que ha mantenido hasta en los momentos más difíciles, cuando veía que se esfumaba su posibilidad para llegar al gobierno local y todo su equipo se derrumbaba en el cuartel general de Los Jándalos.
En la campaña se ha centrado especialmente en desgranar sus propuestas de ciudad —en el único debate a cinco de alcaldables, emitido por 7TV, fue centro de las críticas e interrumpido en varias ocasiones por otras candidatas, sin que llegara a perder los nervios y mostrándose casi como rival a batir—, y solo en la recta final ha tratado de embarrar un poco la campaña con algunas maniobras para manchar a sus adversarios, sin que traspasara determinadas líneas (al menos de cara a la galería), y hurtando una entrevista a este medio, que tampoco tiene más importancia, aunque sí es un gesto un tanto antidemocrático en poca consonancia con esa renovada actitud. El antiguo Saldaña, en todo caso, aquel más faltón, más perro de presa en la bancada de la oposición o como vicealcalde de Pelayo, parece que pasó a la historia... al menos de momento.
Saldaña, que hace poco ha obtenido la autorización para ejercer como abogado y que, probablemente, compatibilizará su presencia en los plenos como portavoz popular con el acta de diputado provincial en el próximo mandato, ha ido a más en esta etapa de enmienda en la que, quién sabe, puede que con esa actitud más centrada haya amortiguado un golpe que hasta en las filas de su partido se esperaba muy superior.
Cierto es que ha perdido 6.000 votos frente a 2015, y cierto es que es el peor resultado del PP en Jerez desde 2007 (sacó 23.599 en aquella mayoría absoluta de Pilar Sánchez), pero no es menos cierto que sin el pinchazo de Cs y la irrupción de Vox, el alcaldable jerezano habría estado a nada de arrebatar la Alcaldía al PSOE. Aun así, Saldaña, a diferencia de su exjefa Pelayo, le ha echado buen perder y ha felicitado al adversario, algo inédito en los últimos veinte años en la política local jerezana. Solo hay que retrotraerse a las municipales de 2015 para repasar el rosario de insultos y descalificaciones que la ahora diputada popular vertió por su boca hacia Mamen Sánchez, que volverá a ser alcaldesa, y el resto de fuerzas de la izquierda.
Saldaña, en cambio, ha escrito este lunes en su muro de Facebook: "Hoy es un día para descansar después de una larga carrera. Creo humildemente que hemos hecho un buen trabajo y tenemos la firme convicción de contar con el mejor equipo y el mejor proyecto para Jerez. Pero como muchas veces hemos dicho, Jerez está en manos de los jerezanos y ellos han tenido la última palabra. Nos han faltado poco para llegar los primeros a la meta. Lo hice ayer pero lo vuelvo a hacer hoy, felicito al PSOE por la victoria y a todo nuestro equipo por el magnífico resultado en unas circunstancias difíciles. Habéis demostrado que los populares jerezanos estamos fuertes y somos la única alternativa real de gobierno. Un trabajo de verdad, de corazón, con vocación y por derecho. Mirando a los ojos y apretando la mano. Gracias a Jerez por su cariño. Me tendrán donde ellos quieran que esté".
Comentarios