Se acabó el bipartidismo. Un mantra repetido durante los últimos años que, sin embargo, aún no se ha visto como una realidad palpable. Prueba de ello es la última cita electoral del 2 de diciembre donde las dos fuerzas más votadas siguieron siendo PP y PSOE. No obstante, la irrupción de Vox en el Parlamento Andaluz con doce diputados, y el auge de Ciudadanos, clave para gobernar la Junta de Andalucía, denota un cambio sustancial que parece trasladarse al ámbito nacional.
El último barómetro de Metroscopia para el grupo Henneo así lo indica. El bipartidismo puede ser sustituido por una nueva situación política pentapartidista que acerca a España a la realidad de Europa y en la que la diferencia entre el más votado y el menos votado —de las fuerzas parlamentarias con representación en todas las comunidades del Estado— es de poco más del 10%. En este nuevo orden electoral, hasta el último voto se hace de rogar y adquiere una importancia significativa.
Según el barómetro, el PSOE obtendría 89 diputados con el 22,2% de los votos mientras que con solo 1,7 puntos porcentuales menos, Ciudadanos tendría 19 diputados menos, un total de 70. Una diferencia, la de Ciudadanos con el PSOE, menor de la que tendría con el PP, al que según el estudio daría el sorpasso. El PP, con dos puntos y medio menos que Ciudadanos, obtendría casi los mismos diputados en el Congreso que la formación naranja, un total de 68. Detrás les seguiria Unidos Podemos, según Metroscopia a punto de dar el sorpasso también al PP (17,9% frente al 18%), una décima que les cuesta una diferencia, sin embargo de 5 diputados. La formación ultraderechista Vox se colaría en el Parlamento con un 11,5% de los apoyos pero solo con 29 diputados.
En la conformación del arco parlamentario que caracteriza a esta nueva etapa política cobra especial protagonismo el sistema electoral español, fundamentalmente las circunscripciones provinciales y el sistema d’Hondt. Detrás de una circunscripción electoral pequeña, como sucede en España con las provincias, está la respuesta a que con una mínima diferencia de votos haya, por otro lado, una gran diferencia de escaños. Algo que además se incrementa cuando los resultados electorales son muy ajustados.
El Congreso de los Diputados
El sondeo de Metroscopia, que se realizo una semana después de las elecciones andaluzas, entre el 10 y el 12 de diciembre, indica que estamos ante ese escenario. Las derechas, que entre PP, Ciudadanos y Vox sumán más de la mitad del electorado, tendrían 167 escaños frente a los 152 que sumarían PSOE y Unidos Podemos. Pese a esos hipotéticos resultados, que hablarían de un triunfo de las derechas, el empate técnico es evidente. PP, Ciudadanos y Vox difícilmente podrían gobernar España, teniendo en cuenta que el resto de los grupos parlamentarios no les apoyarían. La única susceptible de dar un apoyo a la derecha, el Partido Nacionalista Vasco, no lo haría dada la concepción centralista de Ciudadanos y Vox.
El Partido Popular, bajo mínimos
Los datos de Metroscopia vuelven a incidir en que el Partido Popular podría superar los peores datos de su historia. Según las previsiones electorales de este estudio, el PP perdería más de la mitad de sus diputados, de 137 a 68, quedándose muy cerca de ser superado por Unidos Podemos, que le seguiría solo con una décima menos de apoyo electoral. Una situación que contrasta con la de Ciudadanos, que desde su aparición en el panorama electoral español no para de crecer y que aspira a quitarle el sitio al Partido Popular, algo que todavía no pudo lograr.
En Andalucía donde ambas formaciones ya tienen avanzadas las negociaciones para gobernar la Junta, con bastante probabilidad Juanma Moreno (PP) será el próximo presidente, cumpliendo con una alternancia propia de la lógica bipartidista. Pese a ello hace dos años el barómetro de Metroscopia le daba a los populares el 34,2% de los votos y a Ciudadanos el 14,5%. Hoy el PP sería comido, a uno y a otro lado, por Ciudadanos y Vox, que le robarían la mitad de su electorado.
El estudio muestra una circunstancia no vista jamás en los 40 años de democracia parlamentaria: ninguna formación política superaría los 100 diputados. La voluntad de acuerdo se hace más necesaria que nunca en una España ya irreconocible a nivel político.
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