La vida de los políticos fuera de la política o antes de llegar a ella es uno de los temas que no suele faltar en las campañas electorales. Algunos entran en este mundo sin alternativa y salen de ella sin alternativa. Las puertas giratorias siguen existiendo, aunque el debate sobre ella no tiene tanta intensidad como hace algunos años. La experiencia en la gestión suele ser un punto a favor de los candidatos, aunque un exceso de años dentro de la administración pública se utiliza como arma arrojadiza. Encontrar el equilibrio se hace complicado.
A su vez suele haber contradicciones porque llegar a un cargo público sin haber trabajado previamente en el sector privado no vale, pero tampoco es suficiente haber trabajado y cotizado fuera de un puesto que no se considere de prestigio. Durante un tiempo, a la ministra de Igualdad, Irene Montero, le llovían críticas desde la oposición por haber sido cajera de supermercado. Pero si no hubiera trabajado nunca, tampoco sería apta para el puesto que desempeña.
En esta ocasión el tema lo sacó en el debate Juan Manuel Moreno, actual presidente de la Junta de Andalucía y candidato del Partido Popular para el próximo 19J. Lo hizo para atacar e intentar dejar en fuera de juego a Juan Espadas, líder del PSOE. Para ello, Moreno señaló todo su pasado, su presencia en política desde el año 1990 y, sobre todo, sus actuaciones en los equipos de Manuel Chaves y José Antonio Griñán, dos ex presidentes de la Junta de Andalucía y ambos condenados por el Caso ERE.
El candidato popular insistió en esta idea hasta tres veces. Era su forma de decir que Espadas no era nuevo. No ha habido renovación en el PSOE. El que era alcalde de Sevilla no es distinto a Susana Díaz, ni a Chaves, ni a Griñán. Sin embargo, el historial de Moreno hace que no sea la persona más indicada para hablar del pasado de otros candidatos.
Es cierto que la llegada de Juan Espadas a la política se produce en 1990, cuando tenía apenas 24 años. Se acababa de licenciar en Derecho y entró a formar parte de la consejería de Medio Ambiente tras realizar un máster en Política y Gestión Medioambiental. En 1994 ya fue nombrado jefe de gabinete de dicha consejería. El hecho es que Juan Manuel Moreno no entró en política mucho más tarde. En 1995 ya fue elegido concejal en Málaga, cuando apenas tenía 25 años. Antes, según ha comentado alguna vez, había trabajado brevemente en una pizzería y como comercial. A partir de ahí enlazó cargos, tanto orgánicos como públicos, con hasta cuatro legislaturas como diputado en el Congreso.
El más relevante de todos hasta su llegada a San Telmo fue el de secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad. Mientras tanto, Espada había pasado por varias agencias públicas de la Junta de Andalucía hasta que en 2008 fue nombrado consejero de Vivienda. Más tarde fue senador tres años hasta que aterrizó en el Ayuntamiento de Sevilla. En su segunda legislatura logró ser alcalde.
El caso es que sobre Moreno también sobrevuela una polémica desde hace unos años que, además, es comprobable. En cada una de sus legislaturas como diputado en el Congreso, su currículum oficial fue menguando. En el 2000 aparecía como licenciado en Dirección y Administración de Empresas. Master en Dirección y Administración de Empresas. En 2004 la licenciatura se convirtió simplemente en estudios en Dirección y Administración de Empresas, que complementó con un Máster en Dirección y Administración de Empresas y un Programa para el Liderazgo en la Administración Pública.
En la siguiente legislatura ni siquiera existían esos estudios y únicamente se establecía que tenía un Máster en Dirección y Administración de Empresas y un Programa para el Liderazgo en la Administración Pública. Para su última estancia en el Congreso su currículum se basaba en ser titulado superior en Protocolo y Relaciones Institucionales, titulado superior en producción y Realización de Eventos y en los ya mencionados Máster en Dirección y Administración de Empresas y el Programa para el liderazgo en la Administración Pública. Esta última versión es la que también está presente en la web de la Junta de Andalucía.
Su vida laboral fuera de la política, al igual que la de Espadas, es escasa. Recientemente manifestó que tenía intención de dejar la política tras la próxima legislatura para poder dedicarse a otras cosas. Durante estos últimos años, también ha estado presente el debate de la limitación de mandato, una propuesta de Ciudadanos, aunque finalmente no se ha llevado a cabo.
Precisamente, uno de los partidos que establece la limitación de mandatos es Izquierda Unida permitiendo sólo dos legislaturas en el Parlamento de Andalucía a sus militantes. No obstante, Inmaculada Nieto es una excepción. Los estatutos de la formación permiten una tercera legislatura como algo muy puntual, pero la algecireña cumplirá la cuarta tras ser elegida debido a que en esta ocasión se presentará como candidata. Lleva desde 2012. Nieto es licenciada en Ciencias Políticas y tiene un máster en Administración Pública. También cursa Derecho y ha trabajado vinculada al sindicato de Comisiones Obreras, con el que trabajó antes de entrar en la política institucionalizada. En 2007 se estrenó como concejala en el Ayuntamiento de Algeciras.
Precisamente, en 2007 también apareció Juan Marín como concejal en el Ayuntamiento de Sanlúcar, aunque su vinculación con diferentes partidos políticos se remonta a 1983, cuando se afilió a Alianza Popular. Marín estuvo en el consistorio sanluqueño hasta que consiguió escaño en 2015 en el Parlamento de Andalucía. El candidato de Ciudadanos se tituló en Relaciones Laborales a la vez que lo compatibilizaba con el voleibol, con el que llegó a ser jugador en la máxima categoría nacional.
Tras su carrera universitaria entró en la Caja San Fernando. Recientemente ha mencionado que colaboraba en el negocio familiar y durante sus estudios trabajaba para algunas empresas con el objetivo de ganar algo de dinero. También ha vendimiado. Un currículum completito. Esta misma semana, con la amenaza de las encuestas y las pocas expectativas de Ciudadanos, ha señalado que tiene ofertas públicas y privadas para retirarse de la política.
Seguramente, Teresa Rodríguez sea una de las candidatas que más seguro tiene su futuro una vez se acabe su paso por la política. Un paso que limitó a ocho años, aunque ha confirmado que estará presente en el Parlamento de Andalucía durante toda la legislatura, por lo que cumplirá doce desde que fuera elegida eurodiputada en 2014. Antes ya había aprobado las oposiciones como profesora de Lengua y Literatura, por lo que tiene su plaza de funcionaria asegurada. Ha estado vinculada a la política desde 1998 pero, aunque ha aparecido en diferentes listas, no llegó a tener un cargo público hasta su nombramiento en el Parlamento Europeo.
Macarena Olona también tiene su puesto asegurado ya que aprobó en 2009 las oposiciones para ser abogada del Estado seis años después de licenciarse en derecho. La candidata de Vox fue abogada jefe en el País Vasco hasta que Mariano Rajoy la destituyó en 2017. Año en el que fue nombrada secretaría general de Mercasa. También ha sido directora de negocios de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) hasta que 2019 fue elegida diputada.