Para llegar hasta Las Tablas, que está a unos ocho kilómetros del casco urbano de Jerez, y que junto a Polila y Añina forma una misma barriada rural, se puede circular por la autovía de Sanlúcar, desviándose tras la salida de Rota, y discurriendo entre viñas hasta encontrarse las primeras casas. No hay muchas. Unas 30 o 40 en toda la barriada, según cálculos de los propios vecinos.
En las viviendas de este enclave, distanciadas entre sí, habitan poco más de 300 vecinos, una cifra que va mermando con los años, porque los mayores van falleciendo y los jóvenes emigran a otras ciudades, principalmente, por no tener posibilidad de construir sus propias casas en los terrenos familiares.
Esta es una de las crónicas preelectorales que lavozdelsur.es viene haciendo por distintos lugares de la geografía andaluza, desde la barriada La Negrilla de Sevilla hasta Tomares —próximamente habrá más— para palpar el ambiente a unos días de la cita con las urnas, el próximo 19 de junio. ¿Interesa la política en Las Tablas, Polila y Añina? ¿Sus vecinos están motivados para ir a votar? Ellos mismos responden a éstas y otras preguntas a lo largo del texto.
En Las Tablas solo hay dos negocios. Una farmacia y el bar del centro de barrio, que gestiona desde hace un tiempo Marco Antonio, un vecino de "toda la vida” de la barriada rural. A sus 43 años, ha trabajado en Mallorca o Madrid, “pero esto no lo cambio por nada”, asegura. Él tiene claro qué le pediría para su barriada al próximo presidente de la Junta de Andalucía: “Un centro de verano con piscina para los niños, que se legalicen los terrenos para poder construir y un centro sanitario”.
“Hay ganas de que haya cambio en Andalucía”, incide Marco Antonio, quien confiesa que votará al PSOE. “Es mi voto de siempre. A esas fuerzas nuevas hay que mirarlas de lejos”, sostiene. El camarero va respondiendo preguntas mientras, detrás de la barra, no deja de servir a los pocos clientes que tiene en la mañana de junio que lo visita este periódico. La barra está en el exterior, en una terraza de chapa que hace muchos años formó parte de las instalaciones de la línea ferroviaria que unía Jerez con Sanlúcar, que discurría a su paso por la barriada por una cañada, Las Tablas, que le da nombre.
A este enclave le falta regulación para poder levantar viviendas que revitalicen el vecindario. “No hay sitio para construir y la gente se va, solo en verano vienen los nietos de los que viven aquí”, señala Marco Antonio. Él está convencido también de que, con más servicios, Las Tablas, Polila y Añina sería un lugar que elegirían más familias para residir. “Yo tardo menos en llegar al centro que si vas desde La Granja, con eso lo digo todo”, apunta. Aunque faltan autobuses, eso sí, ya que solo llegan dos al día, a las 9.18 y a las 13.18 horas. Pero recuerda que hace poco más de 30 años era mucho peor, porque durante su infancia no tenían farolas, ni asfalto, ni agua corriente. “Bebíamos del pozo y del aljibe”.
En el centro de barrio, cuatro vecinos se sientan a tomar algo. Manuel, Francisco, Luis y Tomás no dudan en dejar claras sus preferencias de cara al 19J. Francisco votará a Vox. “Yo soy cazador, pues ahí están los cojones, para adelante con la cacería. Soy torero, tomé la alternativa en Madrid, tú lo sabes —le espeta a Tomás—, hay quien quiere quitar las corridas de toros, pues las corridas por delante”, justifica, mientras sus vecinos escuchan sus explicaciones.
Manuel, el más joven, aún no sabe si irá a votar. “Muchas veces voy y otras no”, asegura. Pero si lo hace apoyará al Partido Socialista. Hasta dice que le gustaba más Susana Díaz que Juan Manuel Moreno. “Anda, qué Susana ni Susana… si le coge la pandemia no sabe ni dónde meterse”, le contesta Luis, de 83 años, el más veterano del improvisado debate. “Voy a votar a Juanma Moreno, me gusta porque va por derecho”, dice. Y también porque “ha salvado a mucha gente con las inyecciones”. Aunque su voto es variable, porque en unas generales no descarta apoyar al PSOE. “Pero a la Junta, no”, señala tajante.
Tomás, de 53 años, se incorpora a la conversación para decir que “para mí el mejor partido que ha habido en España es el Partido Socialista, con Felipe González…”. “¡Ya no hay más González!”, le corta Luis. Pero Tomás prosigue: “Felipe es el único que no entró en la cárcel, por algo sería”. "Porque estaba inmune", le responde Francisco. Después la charla deriva a la evolución de Las Tablas en los últimos años.
La hermana de Tomás, precisamente, es la delegada de Alcaldía en la barriada rural desde hace un año. "Y esto ha pegado un cambio a mejor", señala él. "Esto era un bar de hombres, no venía una mujer para nada, ya sí", dice a modo de ejemplo. El camarero, Marco Antonio, destaca que se están renombrando las calles, asfaltando vías y organizando actividades para los niños, sobre todo en verano.
La evolución de Las Tablas, Polila y Añina la conoce bien Paco Lara, vecino de la barriada, trabajador del Ayuntamiento de Jerez durante varias décadas, y una enciclopedia andante. "En los 80 no había agua, ni luz, ni autobús, después de traer todos esos servicios hubo en estancamiento", relata. "Aquí los pocos políticos que vienen siempre prometen que se podrá construir, pero sabiendo que es mentira", agrega. "Pacheco propuso en su día expropiar terrenos y hacer viviendas, como en Lomopardo, pero la gente no quiere eso".
Esta barriada rural, que Lara define como "el triángulo de oro", porque está situada entre Jerez, Sanlúcar y El Puerto, tiene su origen en los asentamientos de jornaleros de las viñas, que en torno a los años 20 del siglo pasado, empezaron a construir chozas cerca del apeadero de tren, que son el origen de la actual Las Tablas, Polila y Añina. "Estamos en la parte baja del pago de Balbaína", matiza Lara, entre el delta del Guadalquivir y el Guadalete, "una zona muy rica, privilegiada".
En el paseo por Las Tablas, Paco Lara se encuentra con su padre, de igual nombre y 87 años muy bien llevados. Ataviado con su indumentaria de trabajo, viene de las tierras familiares, azada en mano. Paco Lara padre fue el primer alcalde democrático de Las Tablas, Polila y Añina, "sin partido", y un "jartible" según el alcalde de entonces, Pedro Pacheco, que todavía recuerda lo insistente que era con sus peticiones. "Esto era todo fango, en Añina no había ni agua ni luz. Algo se hizo...", señala. De cara al 19J, ¿qué opina? "¿Con el hambre que hemos pasado va a salir otra vez Moreno...? Ese hombre necesita descanso".