El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, lleva semanas advirtiendo de que son unas elecciones en clave andaluza donde los debates nacionales no tiene cabida y en la que a los votantes les interesa hablar de los problemas que afectan a Andalucía. Sin embargo, mientras el candidato del PP hace estas afirmaciones, su número dos, Elías Bendodo, cambia el paso del partido en la precampaña e inicia un debate mucho más agresivo.
En 2018 las elecciones ya estuvieron marcadas por temas en clave nacional. Sobre todo, el procès. La unidad de España fue uno de los ejes de la campaña. Aunque la situación no es la misma y el independentismo ha perdido el apoyo, en el PP han vuelto a resucitar los pactos de Sánchez como arma electoral. Ha sido Bendodo, cuyo papel tanto en el Gobierno andaluz como en la Junta es muy marcado. Más si cabe ahora que es el número tres del Partido Popular a nivel nacional.
Lo cierto es que en el PP no son nuevos los intentos de desacreditar al candidato socialista, Juan Espadas, comparándolo con Pedro Sánchez y señalando su subordinación a la dirección nacional. El que aún es portavoz de la Junta ha denunciado las votaciones del PSOE en el Senado esta semana y ha acusado a Espadas de "ir en contra de los intereses de los andaluces" por rechazar una propuesta de los populares sobre la financiación autonómica.
De paso, Bendodo ha aprovechado para relacionar el voto de los socialistas en la despenalización de las injurias a la Corona con una "bofetada" a los andaluces. "Al ritmo que va Espadas no descartamos que en el mitin central de campaña del PSOE se traiga aquí, aparte de Sánchez, a Otegi, a Rufián, a todos estos señores que tanto quieren a nuestro país y que los socialistas han convertido en sus aliados en el conjunto del estado y parece que también en Andalucía", ha señalado el número tres del PP en la lista de Málaga.
No era lo último que iba a decir el portavoz de la Junta en un acto de partido en Torrox sobre el exalcalde de Sevilla, "se ha convertido en el alma gemela de Sánchez, han vinculado los dos su futuro, los dos piensan más en su supervivencia política que en el interés de los españoles y los andaluces, los dos se han amarrado a los independentistas y a los herederos de ETA".
Aun así, el PP no es la única formación que está intentando sacar tajada de lo nacional para las elecciones andaluzas. Más allá de Vox, cuyo discurso únicamente es en clave nacional, el PSOE también está buscando aprovechar coyunturas estatales para arañar votos en Andalucía. Precisamente, el comportamiento de la extrema derecha en Castilla y León esta semana ha servido para azuzar el miedo, aunque no exclusivamente.
Los socialistas han aprovechado el pleno en el Congreso de los Diputados de esta semana para rescatar dos de las iniciativas más polémicas que Vox ha manifestado públicamente. La matanza en Texas por un tiroteo ha llevado al PSOE a recordar que Santiago Abascal ha propuesto en más de una ocasión que los españoles en general tengan derecho a tener armas para la autodefensa personal. A esto hay que añadir otra de las medidas que deslizó Vox en 2019 a través de Ignacio Garriga en una entrevista. El diputado de extrema derecha en el Parlament de Cataluña aseguró por entonces que la sanidad pública universal y gratuita era "una lacra". Estas palabras expresadas hace tres años han sido recuperadas por diputados socialistas como Omar Anguita y otros militantes que no han dudado en compartirlas en las redes sociales.
Mientras tanto, la candidata de extrema derecha, Macarena Olona, buscaba crear en una radio fuertemente conservadora un imaginario colectivo que realmente no existe. Olona ha asegurado que la disputa del primer puesto en las elecciones andaluzas es entre ella y Juan Espadas, una situación que, atendiendo a los datos que conocemos, no existe. Más allá de reafirmarse en que Moreno va a sudar sangre para acordar un Gobierno con Vox, "que nadie nos vote si pretende que después del 19 de junio entreguemos gratuitamente nuestros votos al PP", la diputada por Granada ha vuelto a pasar de puntillas por los problemas de los andaluces.
Por su parte, Juan Marín sigue en su disputa con Vox para ser el socio de Moreno en la próxima legislatura. Esa es la senda marcada por Ciudadanos que se reivindica como artífice del "cambio" en Andalucía. A diferencia de lo que ha hecho el Partido Popular, Marín sí ha criticado el episodio de García-Gallardo con la diputada con discapacidad del PSOE, "sólo Ciudadanos puede impedir un gobierno de Vox, que lo único que puede traernos es falta de respeto hacia todo el mundo".
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