Andalucía se ha teñido de azul este 23 de julio, con una clara victoria del PP, que supera al PSOE en las elecciones generales tras lograr 25 diputados frente a los 21 del PSOE. En la suma de derechas e izquierdas, con más del 90% escrutado, el bloque de la derecha sumaría 34 escaños, frente a los 27 de la izquierda, gracias a los 9 diputados de Vox y los 6 de Sumar.
Hace 4 años, en las Generales estuvo muy igualada la situación, con 31 escaños para PSOE y Podemos y 30 para Cs, Vox y PP. El PSOE en Andalucía, esta vez, se ha quedado en el mismo 33%, mientras que el PP suma los votos de Cs y le quita a Vox, que se deja 3 escaños.
Pero en la comparativa entre lo sucedido estas elecciones y las de la Junta de Andalucía de hace un año marcan una distancia importante en Andalucía entre el líder nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, y el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla.
Si para la Junta el PP sumó el 43% de los cotos, esta noche se ha quedado el PP en el 36%. Más de siete puntos de diferencia que son, en la práctica, el efecto Moreno. Porque la ola azul que los populares pronosticaban hace unas semanas en Andalucía, que se convertiría en clave para recuperar La Moncloa, ha sido precisamente la piedra en la que ha tropezado Feijóo.
Fuentes de Génova indicaban al inicio del recuento a La Sexta que no habían calculado que el PSOE mantendría tanto en Andalucía. Es decir, lo que esperaban que fuera una victoria holgada se ha convertido en una victoria a secas.
Cierto es que el PP gana numéricamente en siete de las ocho provincias andaluzas. Pero en tres de ellas, Jaén, Córdoba y Huelva, si bien ganan, alcanzan los mismos diputados que el PSOE. Y es que, con más del 90% escrutado, PP y PSOE están separados por menos de tres puntos.
Va en favor de Sánchez en Andalucía que Sumar también resiste. Unidas Podemos logró seis diputados en 2019 y seis mantiene este 2023. Por tanto, una victoria pírrica para el PP, que ni pasando de 15 a 25 escaños en Andalucía ha logrado que Andalucía cimiente la victoria en el país. El efecto Moreno no es el efecto Feijóo.
Y todo, a pesar de que Moreno Bonilla se ha implicado muchísimo en la campaña. Ha acompañado a Núñez Feijóo en sus visitas a Andalucía. Ha recibido el abrazo de los suyos. Un fenómeno político, el de Moreno Bonilla, que parece que va más allá de las siglas.