Comienza un año electoral y la principal duda de cara a las elecciones es saber si habrá varias papeletas a la izquierda del PSOE. Uno de los encargados de dirimir esa situación es Toni Valero (Madrid, 1981). El coordinador de Izquierda Unida en Andalucía apuesta por un frente amplio, como declaró su formación el 4 de diciembre, incluyendo a Adelante Andalucía, de Teresa Rodríguez y Andaluces Levantaos, la alianza entre AndalucíaxSí y Más País Andalucía. En esta entrevista de una hora, Valero ofrece la perspectiva de un líder sin escaño sobre los problemas y soluciones de Andalucía.
¿Cuántas papeletas de izquierdas habrá en las próximas elecciones andaluzas?
Yo sé que va a haber una papeleta de izquierdas que va a ser la que representa Izquierda Unida y Podemos bajo Unidas Podemos. Eso lo tengo clarísimo. De hecho, me parece que eso es en lo que estamos conjurados para que salga un buen resultado.
¿Es innegociable que la papeleta esté bajo las siglas de Unidas Podemos?
No. Es la papeleta que ahora mismo representa a Izquierda Unida y Podemos. Nosotros y nosotras esperamos que sea una papeleta ilusionante, capaz de ampliar alianzas y, por lo tanto, que ponga encima de la mesa un frente amplio, independientemente de qué denominación estemos hablando, como proceso político de apertura de alianzas.
¿Cree que la división es perjudicial? La derecha ganó las últimas elecciones gracias a tener tres papeletas.
Creo que la Ley electoral y el reparto por circunscripciones que tenemos evidentemente penaliza la división. Es un hecho objetivo.
"Aunque hay sinergia entre el proceso que abre Yolanda Díaz y lo que nosotros queremos hacer aquí, es un proceso andaluz y nosotros somos actores que operamos en Andalucía"
Habla de frente amplio. ¿Por qué apenas se ha dejado ver Yolanda Díaz por Andalucía? Ha sido la promotora de esta unidad a nivel nacional. Sin embargo, Teresa Rodríguez cuando valoró su conversación con Martina Velarde afirmó que el “eco del mensaje de Yolanda Díaz, de Ada Colau, de Mónica García, de Oltra o de Fátima Hamed aún no lo hemos escuchado en las voces de las direcciones de Unidas Podemos en Andalucía”. ¿Le ha pedido a Yolanda Díaz que se deje ver más por Andalucía?
Yolanda Díaz ha lanzado un mensaje y plantea una propuesta muy genuina que se ha dado en el ámbito de la izquierda desde hace ya bastante tiempo. Tiene que ver con incorporar a la política y al proceso político de cambio que ahora mismo experimenta el país, no solamente a las organizaciones políticas formales sino fundamentalmente al tejido social. Gente anónima o gente reconocida y significativa en distintos ámbitos. Ese planteamiento de Yolanda es que el nosotros también teníamos y tenemos. Lo intentamos concretar en la realidad andaluza.
En ese sentido hay una plena coincidencia y sinergia en lo que demanda el momento político, lo que expresa Yolanda bajo esa idea de espacio amplio y amable con un tejido social más allá del tejido organizado. Es lo que estamos intentando hacer en Andalucía. Me parece que ahí no hay diferencias ni disonancias. Cada uno está haciendo y jugando el rol en el espacio que le toca, con el papel que nos toca. Yolanda lo está abanderando a nivel estatal de manera formidable y está generando una ilusión en torno a su persona y en torno a ese discurso que es incuestionable. A nivel andaluz lo estamos haciendo los compañeros de Unidas Podemos por Andalucía que, siendo parte del mismo espacio político que Yolanda Díaz, en Andalucía nos comprometemos a seguir en esa misma estrategia.
¿No van a contar con Yolanda Díaz para reforzar las alianzas? ¿No va a ser una de las cabezas visibles?
Es muy importante que en este proceso Andalucía se empodere y sean los actores andaluces los que jueguen el papel fundamental. Vamos a unas elecciones autonómicas y, por lo tanto, aunque hay una completa coincidencia y sinergia entre el proceso que abre Yolanda y lo que nosotros queremos hacer aquí, es un proceso andaluz y nosotros somos actores que operamos en Andalucía. Es ahí donde tienen que responder el resto de actores andaluces. Sin menoscabo de que hay referencias estatales en las que nosotros estamos perfectamente cómodos y alineados.
¿Unidas Podemos por Andalucía ya no es una “sucursal de Madrid” como ha denunciado Adelante Andalucía?
Nunca lo fue.
¿Ha habido un acercamiento con Teresa Rodríguez? Ha hablado con Martina Velarde, pero no parece que se haya retomado la relación con Izquierda Unida.
El contacto de Martina con Teresa fue para que se sentasen con Unidas Podemos. Igual que el contacto que tuve yo con Esperanza Gómez (Más País-Andaluces Levantaos) fue para que se sentase con Unidas Podemos. No hay una pretensión de establecer diálogos paralelos entre Izquierda Unida y Podemos y el resto de actores. Hay un diálogo entre Unidas Podemos y el resto de actores.
Se ha convocado y apelado a Teresa, a Esperanza y a la sociedad civil en su conjunto con distintos movimientos con los que estamos trabajando. En este sentido, con Izquierda Unida a nivel particular puedo decir que Izquierda Unida está sosteniendo con su trabajo y sus votos el Gobierno municipal de la capital de la provincia de Cádiz. Por lo tanto, la responsabilidad en la acción de Izquierda Unida a pesar de lo acontecido es absoluta y así lo está demostrando en las situaciones en las que lo tiene que hacer.
¿Ustedes van a poner alguna condición para una coalición electoral?
Nosotros vamos con el mandato ciudadano que creemos que nos está apelando a que haya una trinchera electoral fuerte y amplia. No vamos con condiciones ni líneas rojas por delante. Vamos con argumentos políticos que nos parecen que responden a lo que demanda la ciudadanía progresista en Andalucía. Desde ese planteamiento nos parece que es mucho más fácil llegar a acuerdos que a desacuerdos. A partir de ahí el resto de actores tienen que jugar su papel con responsabilidad.
¿Esos argumentos políticos coinciden con lo que demanda el partido de Teresa Rodríguez?
Todavía no nos hemos sentado. No sé lo que va a demandar en esa mesa Teresa Rodríguez.
¿Y con Andaluces Levantaos?
Todavía no nos hemos sentado y no sé que van a demandar en esa mesa. Nosotros vamos a poner en esa mesa la necesidad de que haya un programa de transformación para Andalucía con las necesidades del pueblo andaluz. En primer término, pasa por la lucha contra la precariedad y el desempleo, un cambio de modelo productivo que necesitamos en Andalucía. Como pilares fundamentales hablamos del cambio de paradigma económico y la lucha contra la desigualdad de género. Sobre eso, aterrizándolo en las realidades concretas de Andalucía, queremos sacar una propuesta política de mayorías.
¿Pero Unidas Podemos tiene claro que tiene que existir esa mesa de diálogo antes de las elecciones?
Si queremos de cara a las elecciones andaluzas que no se escapen votos, y por lo tanto que haya un espacio amplio y fuerte, la mesa de diálogo o simplemente el diálogo que ha de fructificar en un programa político y una candidatura conjunta, se tiene que dar antes de las elecciones autonómicas. Si no, iríamos sin haber hecho el intento honesto en el que estamos de aprovechar todas las fuerzas progresistas de Andalucía para impulsar un cambio en Andalucía, porque hay que echar a las derechas del Gobierno andaluz. Eso es prioritario. Para echarlas hay que arrimar el hombro. Yo quiero dejar ese mensaje bien claro. Si no arrimamos el hombro no vamos a echar con garantías a las derechas que están fastidiando la vida a la mayoría de la gente en Andalucía.
"Lo fundamental en una coalición política son los principios políticos que se comparten"
¿Se ha concretado algo para convocar esa mesa o están en movimientos preliminares?
Hemos hecho una convocatoria y pedido reuniones. Todavía no hemos tenido esos contactos y, en todo caso, cuando se den esas reuniones, habrá de guardarse la discreción necesaria para que lleguemos a buen puerto.
¿Ustedes van a participar en las iniciativas de la sociedad civil que ha mencionado Teresa Rodríguez o prefieren llevar la iniciativa?
Coincidimos plenamente y estamos en la misma línea, nos parece loable el impulso que desde la sociedad civil y desde algunas personas reconocidas de la izquierda están haciendo para que los distintos actores políticos en Andalucía sumen. Es nuestro mismo planteamiento y por lo tanto nosotros sólo podemos decir que estamos en el mismo barco con los mismos objetivos y las mismas pretensiones. La interpelación que se nos hace y que ya hemos mantenido con los promotores de las iniciativas es de plena coincidencia. No sólo tendemos la mano, sino que nos ponemos a remar en la misma dirección sabiendo que cada uno debe jugar su papel. Estamos muy contentos de que haya personas del ámbito del tejido social que estén impulsando esa necesidad de sentarse a trazar una hoja común en Andalucía.
Ha mencionado que cada uno debe jugar su papel, ¿cuál es el papel de Unidas Podemos?
El papel de Unidas Podemos es poner toda esa fuerza y esa atracción que tiene un espacio político con más de 1.000 concejales, cerca de 70 alcaldías, que está en el Gobierno de la Nación y en la oposición en Andalucía, con sus miles de militantes, a disposición de un programa político conjunto, participado por la gente y para desplegar todas las alianzas electorales que tenemos para que sume en ese espacio político y saque un buen resultado. Con toda la honestidad, fortaleza y arraigo que tiene Unidas Podemos en Andalucía.
Tras lo de Castilla y León, mencionaba Moreno Bonilla que su relación personal con Marín impedía la ruptura. ¿Pesa más la afinidad personal que la programática en una coalición?
Lo fundamental en una coalición política son los principios políticos que se comparten. Lo principal en una coalición son las fórmulas de funcionamiento transparentes, democráticas y participadas. Las afinidades personales, sin lugar a dudas, como en todos los espacios cotidianos que conocemos, siempre pueden facilitar cosas, pero la clave de bóveda está en si hay honestidad en los planteamientos, compromiso con los acuerdos y complicidad en los objetivos.
El partido de Teresa Rodríguez y el suyo comparten gran parte del programa electoral. ¿Por qué se rompió? ¿Qué ha cambiado para que se pueda reconstruir ahora?
Las razones por las cuales Anticapitalistas decide salirse de Podemos están ahí y son legítimas, ya se expresaron. Evidentemente afectó a la confluencia que tanto IU como Podemos tenían labrada en Andalucía, pero la pregunta no nos corresponde contestarla a nosotros. Nosotros ahora mismo miramos de aquí al futuro, no estamos mirando para atrás porque el pueblo andaluz nos demanda que miremos al futuro y cómo echamos a las derechas de Andalucía del Gobierno, con ese riesgo de que la ultraderecha entre a gobernar. A partir de ahí, ¿por qué cada cuál tomó sus decisiones? Que cada cual responda de las decisiones que tomó.
Nosotras y nosotros nos hemos mantenido siempre en una posición que llega a nuestros días y que creemos que es una posición que ayuda a echar a las derechas de Andalucía. Hay que tener un frente amplio, hay que ir con un programa político progresista que sea capaz de vincular a una mayoría social, más allá incluso de la izquierda. Que no se vincule solo con el eje izquierda-derecha y ahora mismo hay una oportunidad electoral para hacerlo.
¿Qué diferencia al Unidas Podemos actual del Adelante Andalucía que se presentó en 2018?
El Adelante de 2018 era sustancialmente la unión de IU y Podemos, junto a sectores andalucistas. Unidas Podemos por Andalucía, hoy, es básicamente la unión de IU, Podemos y Alianza Verde que juega un papel protagonista que en aquel momento no. También tenemos lazos andalucistas que traspasa tanto Izquierda Unida como Podemos en Andalucía donde tenemos compañeros y compañeras que se vinculan de una manera mucho más nítida con ese espacio político. Podemos decir que nosotras y nosotros como espacio político nos vinculamos con esas demandas andalucistas.
No hay tantas diferencias entre el 2018 y el 2021 salvo que hemos demostrado y estamos demostrando que somos una fuerza de gobierno. Somos una fuerza de gobierno que en las peores situaciones de este país en muchos años está dando la talla desde el Gobierno central, siendo capaz de plantar cara a determinadas involuciones antidemocráticas o en derechos que se habían dado con el Partido Popular.
¿Cómo pretenden atajar el cansancio que puede haber en el electorado de izquierdas por la división y las disputas internas?
Al electorado hay que ilusionarlo y para ilusionarlo hay que construir una esperanza. Esa esperanza se construye poniendo el dedo en la llaga y la llaga está en los problemas cotidianos que sufre la ciudadanía y ante los cuales no encuentra solución con este Gobierno de las derechas.
Si somos capaces de interpelar a esos problemas y deseos de la ciudadanía que pasan por las elevadas tasas de precariedad, las elevadas tasas de paro, los problemas que tienen que ver con la atención de los servicios públicos siendo muy grave el desmantelamiento del sistema sanitario para hacer caja por parte de unos pocos.
Hablamos de los problemas que tienen que ver con el sector agrario, tanto referentes al cambio climático como sobre la entrada de los fondos de inversión que se están haciendo con todo. Si somos capaces de construir una esperanza de que es posible intervenir en esos problemas contando con la gente para las soluciones, me parece que esa ilusión que se genera va a dar un revulsivo en las elecciones.
"Al electorado hay que ilusionarlo y para ilusionarlo hay que construir una esperanza"
¿Van a acudir a la Junta Electoral si se usa la marca Adelante Andalucía?
Nosotros estamos centrados con honestidad y con todos los recursos que podamos poner encima de la mesa para que haya una única papeleta y no vamos a desviarnos de ese objetivo. Estamos en eso y es lo que nos ocupa.
Antonio Maíllo escribió recientemente que la izquierda se lo tenía que creer para que Moreno Bonilla no fuera presidente. ¿Qué es creérselo?
Ponerse a trabajar. Antonio lanzó un mensaje que es incontestable. Ponerse a hacer el ya de por sí cambiar la situación. Eso ya exige un cambio de mentalidad, es ponerse a ganar. Tenemos que trabajar para ganar porque estamos hablando de las condiciones de vida y de las posibilidades futuras de las generaciones en Andalucía. Desde el hacer es desde donde podemos incidir en ese cambio de perspectiva y de condiciones que llamamos subjetivas. Es esa predisposición a que el cambio es posible.
¿Están preparados para un adelanto electoral?
Absolutamente. Se lleva hablando de adelanto desde hace más de un año. Nosotros nos temíamos, y así lo denunciamos, que el adelanto electoral era un trampantojo que se usaba para desviar la atención. Así se ha demostrado. Cuando nos decían “¿cómo es que no estáis pendiente del adelanto?”, porque el adelanto era falso. Era para desviar la atención.
No obstante, hemos hecho nuestros deberes. Hemos consolidado el espacio político de Unidas Podemos por Andalucía. Podemos decir que en muchos momentos de la legislatura hemos sido la única oposición a las tres derechas. Hemos sido capaces de marcar los debates políticos en Andalucía en muchos momentos muy complicados. Y hemos sabido estar a la altura durante la pandemia.
Estamos plenamente preparados para cualquier tipo de eventualidad, si bien, eso no nos va a desviar la atención de los problemas de la gente. Eso sería el gran error que podríamos cometer, centrarnos en una hipótesis que aún no es real. La realidad es que usted tiene que esperar 14 días para una cita en un centro de salud o que su hijo o hija, si está en un colegio público, sigue hacinado en clase porque no se baja la ratio. La juventud concatena contratos cuando puede y sacando como puede 600 o 700 euros mensuales para pagar unos suministros que se han puesto por las nubes. De ahí no nos van a desviar la atención.
¿Y por qué no han elegido candidato?
Porque nos parece que lo prioritario no era hablar de nosotros ni centrarnos y mirarnos el ombligo. No es lo que nos estaba pidiendo la ciudadanía, no es lo que nos pide la ciudadanía mientras está pasando por situaciones muy complicadas. La prioridad era y es ponernos a defender las condiciones de vida de la mayoría social. Cuando toque el tiempo de los partidos porque haya que preparar esa oferta electoral, hablaremos de los candidatos y candidatas. Los partidos tienen que ser respetuosos. En los tiempos de la ciudadanía, los ciudadanos deben ocupar la atención. Después, en los periodos electorales el foco se pone en los partidos y ahí hay que mirarse el ombligo y dedicarse a procesos más internos.
¿Usted estaría cómodo como candidato?
Yo estaré cómodo donde la organización crea que yo soy útil para la organización, como hasta ahora. Sea de candidato o de cualquier otro papel. Evidentemente me parece que aquí tenemos que tener claro que hay que anteponer siempre los intereses colectivos, los consensos internos y los consensos con el electorado que indica por dónde deben ir los procesos políticos de las formaciones. Yo estoy a disposición, con toda la ilusión y todas las ganas de seguir haciendo el papel que estoy jugando para Unidas Podemos y para el espacio que se tiene que ampliar.
¿Le preocupa la falta de conocimiento que tiene la sociedad andaluza sobre los líderes de Unidas Podemos que desvelan las últimas encuestas?
No me preocupa en absoluto. No estamos en el contexto de una precampaña donde se disparan los niveles de conocimiento. Lo que demuestran esas encuestas es algo muy positivo y es que, si lo ponemos en clave negativa, a pesar de no tener candidato o candidata tenemos un suelo electoral muy alto. Una consolidación en el voto muy alta no teniendo todavía un candidato elegido. La perspectiva es que en el momento en el que pongamos el foco también en lo que pueda aportar un candidato, todavía subirán más esas perspectivas electorales. La solución es inmediata, en cuanto se nombra un candidato, su nivel de conocimiento va a subir exponencialmente.
¿Con qué resultado estarían satisfechos?
Nosotros vamos a estar satisfechos si somos capaces de echar a las derechas y tener una capacidad de gobernar en Andalucía para transformar y mejorar la vida de la gente. Vamos a por todas. No vamos a conformarnos con una mejora. Tenemos que ir a ganar porque lo que se está jugando la ciudadanía andaluza en estos cuatro años que vienen es muy grande y no podemos permitirnos pensar en menos.
¿Entrarían en un gobierno con el PSOE?
Para entrar en un gobierno con el PSOE se tienen que dar dos condiciones que demanda la ciudadanía andaluza. La primera es que haya un programa político de transformación para Andalucía, un acuerdo sobre cómo queremos cambiar Andalucía desde la perspectiva que nosotras y nosotros tenemos de búsqueda de la justicia social, de cambio de modelo productivo y de ampliación de derechos. En segundo término, se tiene que hacer con un proceso democrático, que sean las bases de Unidas Podemos por Andalucía las que determinen si la coyuntura exige entrar o no en el Gobierno. Nosotros facilitaremos las dos cosas: que haya un programa político y que haya una participación de las bases para que decidan.
¿Les ayuda la experiencia de la coalición de 2012 a afrontar esta coyuntura?
Sin lugar a dudas. Nosotros y nosotras en aquella experiencia de Gobierno aprendimos mucho de cómo funciona la administración y la Junta de Andalucía. Nos dimos cuenta de las dificultades que a veces supone llevar adelante políticas transformadoras desde unas instituciones que están pensadas más para defender los intereses de las minorías que de las mayorías sociales. Tenemos un bagaje y capacidad de gobierno que en gran medida deviene de aquella experiencia, a pesar de que se terminase de esa manera abrupta, injustificada y que podría haber permitido, de haberse alargado, aplicar políticas más ambiciosas.
"El Gobierno andaluz ha fracasado. Había una predisposición al diálogo y a llegar a acuerdos por parte de la oposición; aún, el PP va con la calculadora y va a un proceso de diálogo que sabían que era una farsa"
Aquella ruptura fue con Susana Díaz. ¿Cuál es la relación con Juan Espadas? ¿Ha cambiado algo su liderazgo?
A nivel político nosotras y nosotros con el Partido Socialista, tanto con Susana Díaz como con Juan Espadas, a lo largo de la legislatura hemos coincidido estando en la oposición en determinadas cuestiones que se han planteado al Gobierno andaluz sobre cosas que estaba haciendo en contra de los intereses de Andalucía y de la mayoría social andaluza. Y es algo que se ha evidenciado en votaciones e iniciativas. A su vez, el Partido Socialista tiene su propia línea, que no siempre está en nuestras posiciones, y marcamos distancia. Dos fuerzas políticas que están en la oposición y tienen sus puntos de acuerdo en defensa de los servicios públicos donde coincidíamos, y otras en las que no coincidimos.
A nivel personal mi relación con Juan Espadas es natural y buena. Una relación que es la que se tiene que tener desde dos fuerzas políticas que ahora mismo están preocupadas por lo que está pasando con este desmantelamiento de los servicios públicos y esta inacción política y falta de iniciativa política del Gobierno andaluz. No sólo en lo que tiene que ver con la gestión de los servicios públicos sino en general. Por ejemplo, no se atisba ningún discurso sobre lo que se quiere hacer con el modelo económico en Andalucía por parte del Partido Popular, más allá de lo mismo, que ya sabemos que es política fracasada.
¿Qué significa que no haya presupuestos? ¿Tendría que haberlos apoyado el PSOE en un momento como este?
Significa que el Gobierno andaluz ha fracasado. Si la ley más importante no eres capaz de sacarla para adelante y no eres capaz de sacarla cuando te están llegando transferencia del Estado y de la Unión Europea como nunca habían llegado. Es el primer presupuesto en el que más del 40% del montante viene de transferencias de fuera. Había una predisposición al diálogo y a llegar a acuerdos por parte de la oposición porque somos conscientes de que había que aprovechar esta oportunidad histórica para Andalucía. Aún así, el PP va con la calculadora y va a un proceso de diálogo que sabían que era una farsa, como bien reconoció Juan Marín en el audio, presentando un anteproyecto cargado de recortes, como también reconoció Marín en el audio… pues decimos “vaya fracaso del Gobierno andaluz”. Ni es capaz de sacar su ley, ni es capaz de anteponer los intereses de Andalucía a los intereses partidistas.
Habla usted de predisposición al diálogo, Inmaculada Nieto también hizo referencia a la disposición del grupo de proponer y negociar enmiendas en el Parlamento. El Gobierno de Moreno Bonilla lleva meses presumiendo de diálogo y de incluir las enmiendas de la oposición en anteriores presupuestos, ¿ustedes han notado ese talante?
Una cosa son los hechos y otra cosa son las formas. Ha habido un alineamiento claro durante esta legislatura entre Partido Popular, Ciudadanos como brazo extensión del PP más que como otra cosa y Vox. Independientemente de que el tono por boca del presidente; no tanto así de Elías Bendodo, que también decide mucho, fuese un tono que intentase construir esa imagen de moderación y buen talante, yo me tengo que remitir a los hechos.
Los hechos son que el Partido Popular ha ido aprobando en esta legislatura todas aquellas cuestiones importantes con la ultraderecha. Lo ha hecho en algunos casos sin ningún tipo de debate y hurtando el debate. La última ocasión ha sido con el decreto de simplificación que en lugar de llevarlo como proposición de ley, que exigiría un debate amplio y profundo en el Parlamento porque modifica 80 leyes y, sin embargo, lo ha llevado por la vía del decreto. Los hechos nos dicen que de talante, moderación y búsqueda de acuerdo ha tenido bien poco el Partido Popular.
Ustedes conocen bien la pinza por la legislatura de 1994. ¿Hay una pinza actualmente? ¿Hay motivos para el adelanto?
No hay pinza. Hay absoluta incapacidad del PP con una minoría relativa en el Parlamento, fruto de unas elecciones en las que entró a gobernar de chiripa. Sacó los peores resultados de su historia. Por lo tanto, a partir de ahí, es verdad que la aritmética se está expresando con toda la rotundidad. Este Partido Popular ha estado pivotando sobre el apoyo de Vox. Vox ahora mismo está en clave preelectoral y se lo va a hacer pasar regular.
También parece que a Moreno Bonilla no le preocupa tanto porque a unos meses de las elecciones él quiere dar imagen de haber marcado distancias con Vox, aunque esta legislatura ha sido de uña y roña entre PP y Vox. Por lo tanto, yo no hablaría de pinza. Lo que creo es que hay un Parlamento muy fragmentado que da pie a cualquier tipo de posibilidad en las votaciones.
¿Ha tenido tanta influencia Vox en la legislatura?
Vox ha sido clave porque sin su apoyo en las cuestiones fundamentales este Gobierno no habría llegado a este punto de la legislatura: los presupuestos, las reformas fiscales en favor de los más ricos… Las cosas claves del programa del Partido Popular que ha llevado al Parlamento lo ha sacado con Vox, lo último fue la ley del suelo. En los hechos ha sido importante, pero también en la narrativa política.
En esa batalla cultural que está librando Vox y en la que se sirve del altavoz que supone el Parlamento, ha encontrado ayuda, connivencia y mano tendida en el Partido Popular. Por ejemplo, en ese discurso revisionista donde hablamos de los crímenes del Franquismo, en el negacionismo de la violencia de género, en la utilización torticera y antidemocrática de un ente público como Canal Sur… Vox ha sido clave tanto en los hechos, reflejados en las votaciones y en la estabilidad que le ha dado al Gobierno, como en la narrativa política que se ha ido acomodando a la batalla cultural de la ultraderecha.
¿Si PP y Ciudadanos hubieran tenido mayoría sin Vox hubiera sido muy diferente la legislatura?
Creo que sí. Y ese es el drama de la derecha. Vox va a ser más decisivo todavía de lo que ha sido. El Partido Popular por bailar al son de la ultraderecha la ha engordado y normalizado. Ahora está en una serie de dificultades de marcar un perímetro propio y una opción propia con convicciones firmemente democráticas. Es un problema que no sólo tiene en Andalucía pero que aquí se va a expresar con toda la crudeza.
Aun así, la imagen de Moreno Bonilla como moderado y andalucista se ha consolidado entre la ciudadanía, ¿cómo se cambia este marco?
Poniéndolo frente al espejo. Es cierto que Moreno Bonilla y su Gobierno se han servido de ingentes recursos públicos para continuas campañas propagandísticas. Se han servido también del ente público, Canal Sur. Han utilizado los institutos demoscópicos a su servicio y eso tiene un impacto en la imagen que se ha construido de Moreno Bonilla. Se ha cuidado mucho de no lanzar según qué discurso y según qué formas para dejárselas a su entorno y que este fuera el que jugase el papel de poli malo. Por tanto, esa estrategia no hay que negar que ha tenido su resultado.
A partir de ahí hay que contraponerlo con los hechos. Los hechos son que las políticas del Partido Popular y Moreno Bonilla no han sido moderadas. Han sido políticas alineadas, en lo económico con lo más neoliberal, aquello que más ha deteriorado las condiciones de vida de la ciudadanía. En lo que tiene que ver en lo ideológico y con los derechos se ha alineado con esas posiciones ultraconservadoras en el ámbito de la sexualidad, del feminismo, de la Memoria Democrática… Hay que contraponer esa imagen con los hechos. Y los hechos son contundentes.
"Vox va a ser más decisivo todavía de lo que ha sido. El Partido Popular por bailar al son de la ultraderecha la ha engordado y normalizado"
¿Ha girado sociológicamente Andalucía hacia la derecha?
Lo que dicen las encuestas es que más que girar Andalucía hacia la derecha, el electorado conservador ha girado hacia la derecha. En esa mitad del tablero sí ha podido haber un transvase. Ahí ha jugado Ciudadanos un papel histórico lamentable en nuestro país y en Andalucía. Será recordado en los libros de Historia como esa fuerza política que presentándose de centro y liberal lo que hace es convertir a electores de centro y liberales en electores de derecha y ultraderecha. Eso ha tenido mucho que ver. Pero se ha jugado más en esa mitad del tablero que en la otra mitad donde no se han conservadurizado las posiciones.
Entiendo que ustedes creen que si se activa a todo el electorado siguen siendo mayoritarias las posiciones de izquierdas en Andalucía.
No sólo de izquierdas. Si se activa la ciudadanía que encuentra problemas ante los que no se les ofrecen soluciones y que está desesperanzada, sea de izquierdas, pero no sólo, van a ganar las fuerzas progresistas. Esa es la clave de bóveda. Qué duda cabe que hay que ilusionar a la gente de izquierda que se quedó en casa. También es cierto que hay mucha gente que puede no vincularse nítidamente con la izquierda, pero que encuentra problemas en su día a día que no tienen soluciones desde el Gobierno de las tres derechas reaccionarias, ni las va a tener. A esa gente también es a la que hay que apelar. Esa gente es la que va a dar un vuelco si ve que hay una opción seria de transformar Andalucía.
¿Rechazan encasillarse en la izquierda como tradicionalmente ha hecho Izquierda Unida?
No hablo de encasillamientos. Hay una cosa clave. Nosotros y nosotras tenemos que tener una propuesta para las mayorías sociales que haga frente a la crisis climática, a la precariedad y desigualdad social y que dé una esperanza de futuro con un cambio de modelo productivo desde una lógica feminista. Esos cuatro ejes creo que apelan a la mayoría social y la izquierda juega un papel fundamental, pero no sólo en términos de izquierdas. Estamos hablando en términos de intereses, nosotros apelamos a los intereses de la mayoría social. Queremos que los intereses de la mayoría social vertebren el proyecto político y las opciones electorales.
Sobre la financiación autonómica es habitual que, según quién gobierne aquí y en Madrid, se reclama más o menos. Ustedes son parte del Gobierno central. ¿Están reclamando una mejor financiación para Andalucía desde dentro?
Absolutamente, nosotras y nosotros reclamamos algo que es el acuerdo de 2018. Para que haya ese acuerdo de 2018 se tienen que cumplir varias condiciones que el Partido Popular está impidiendo. Primero, el acuerdo dice reforzar servicios públicos en Andalucía incrementando también los ingresos propios. El Partido Popular desmantela servicios públicos y exonera de impuestos a las grandes fortunas, por lo tanto, limita los ingresos propios.
En segundo lugar, se tiene que acabar con el dumping fiscal entre las comunidades autónomas, sin embargo, el Partido Popular está alentando el dumping fiscal que perjudica fundamentalmente a Andalucía. En último lugar, para que haya una reforma de financiación autonómica debe haber un acuerdo a nivel estatal. Si el Partido Popular sigue bloqueando, es imposible que se abra paso ese acuerdo.
Nosotros queremos ir a ese acuerdo de mejora de la financiación autonómica sobre la base del acuerdo de 2018. Lo que tiene que hacer Moreno Bonilla es no apelar tanto a la oposición en Andalucía sino cumplir él el acuerdo de 2018, que lo está incumpliendo, y decirle al señor Casado que deje de jugar con las cosas del comer. El bloqueo permanente de Casado impide que mejore la financiación a Andalucía.
"Una cosa es que haya autonomía fiscal y otra cosa es que se practique el dumping fiscal"
Valencia ya propuso una armonización. ¿Son partidarios o prefieren una autonomía fiscal absoluta?
Una cosa es que haya autonomía fiscal y otra cosa es que se practique el dumping fiscal. En todo hay unas reglas del juego. Usted puede subir o bajar impuestos, pero dentro de unos mínimos. Es el mismo mensaje que se está lanzando en el marco de la Unión Europea. Nos hemos echado las manos a la cabeza cuando hemos visto lo que ocurre con determinados paraísos fiscales o cuando hemos visto lo que ha hecho Irlanda en los tributos a las grandes empresas. Nadie está diciendo que no haya autonomía fiscal, lo que decimos es que se tiene que dar dentro de unas reglas del juego que garanticen la cohesión territorial de nuestro país.
Juan Bravo, consejero de Hacienda, presume que hay mayor recaudación.
Es falso. Los datos no dicen eso. El consejero no puede engañar a la gente. Las previsiones de crecimiento están muy por encima en relación a lo que debería suponer el aumento de ingresos con esa bajada masiva de impuestos que dice que ha hecho. En función al crecimiento que hay deberíamos estar ingresando mucho más de lo que ingresamos y ese déficit en ingresos tiene que ver con esa exoneración de impuestos a las grandes fortunas. El consejero no puede ser trilero con las cuentas. Tiene que decir todos los datos. Los datos son que con el crecimiento debería haber más ingresos de los que se están dando.
¿Revertirían estas rebajas fiscales del Gobierno de PP y Ciudadanos?
Para nosotros es fundamental transitar el camino de la progresividad y la justicia fiscal. Quienes más tienen, que paguen más. Favorecer fundamentalmente a las familias trabajadores, a las pequeñas y medianas empresas y a las cooperativas. Esos son los que sostienen Andalucía y esa es la mayoría social a la que representamos.
Compartirá que es complicado presentarse a una campaña electoral diciendo que van a subir impuestos…
No, porque nosotros no vamos a subir los impuestos a las familias trabajadores, a los autónomos, cooperativas y pequeñas y medianas empresas. Nosotros estamos hablando de que los especuladores, los grandes potentados que ahora mismo están no contribuyendo con lo que deberían, aunque Andalucía se lo haya dado todo, contribuyan con lo que deben. Ahora mismo hay un agravio. Sobre las rentas del trabajo pesa más que sobre las rentas del capital. Ahora mismo estamos sosteniendo entre los trabajadores y las trabajadoras los servicios públicos mientras hay una minoría que no está contribuyendo lo que debería. Nuestro mensaje sintoniza con los intereses de la mayoría social andaluza.
¿Cree que en este camino fiscal que ha tomado la Junta tiene responsabilidad la legislatura de Susana Díaz con Ciudadanos?
Sí. Completamente. Determinadas dinámicas que se dan entre Partido Socialista y Ciudadanos en aquella legislatura son las que crean las condiciones y el caldo de cultivo para lo que nos ha venido después. Lo advertimos en aquel momento y lamentablemente acertamos, ojalá nos hubiésemos equivocado.
¿El PSOE ha aprendido de aquello?
Tiene que demostrarlo.
¿Son justos los Presupuestos Generales del Estado con Andalucía?
Es la primera vez que Andalucía recibe tantas transferencias. El escudo social que levanta el Gobierno central en estos PGE, que pretende que nadie se quede atrás, donde más impacto tiene es en Andalucía porque es la comunidad autónoma que tiene más desigualdad y más tasa de precariedad. Atienden a esas necesidades que tiene la mayoría social andaluza, independientemente de que a nosotros y a nosotros haya determinadas cuestiones que se hubiesen mejorado. Así lo hemos dicho. También es cierto que somos la parte minoritaria del Gobierno y llegamos hasta donde llegan nuestros votos y la presión social en la calle. En este caso creo que la presión social y nuestros votos daban hasta donde ha podido llegar este Presupuesto.
"La ciudadanía andaluza tiene un bien muy preciado que no quiere perder y está perdiendo. Es ese derecho a la salud universal"
Desde un sector andalucista recriminan que hay 61 diputados andaluces pero que no luchan por Andalucía. ¿Ustedes cree que los diputados andaluces de UP hacen todo lo posible para sacar beneficio para Andalucía?
No es lo que yo crea. Son los hechos. Si uno mira las iniciativas políticas de nuestros diputados y diputadas andaluces están ligados al terreno y preocupados con los problemas de Andalucía. Desde lo que tiene que ver con inversiones en infraestructura, legislación que afecte a la temporalidad en el empleo, gasto social… Los diputados de Unidas Podemos de Andalucía en Madrid su trabajo es denodado y ahí están sus votaciones e iniciativas por Andalucía. Me parece profundamente injusto y creo no es edificante decir eso de personas muy comprometidas por Andalucía, que están pateándose el terreno y están defendiendo a la ciudadanía andaluza en innumerables conflictos.
¿Es necesaria la renovación del fondo covid extraordinario como pide la Junta o hay recursos suficientes que no se están usando?
Primero hay que saber dónde se ha gastado Moreno Bonilla el fondo covid, no sabemos dónde ha ido. Moreno Bonilla se ha vanagloriado de tener superávit a pesar de que hay un déficit de servicios públicos calamitoso. No ha dicho dónde se ha gastado gran parte de ese fondo covid. Que no desvíe la atención. ¿Dónde están los recursos que han llegado y por qué no ha puesto ya los recursos que han llegado a disposición de la atención primaria contratando a los 8.000 sanitarios que han sido despedidos? Tiene que haber en cada pueblo y en cada barrio un centro de vacunación y de elaboración de test, 24 horas abierto, 7 días a la semana. Cuanto menos mientras dura esta sexta ola.
Las movilizaciones de los últimos días pueden recordar al final de la legislatura anterior, con Susana Díaz. Las Mareas Blancas fueron clave para la desmovilización de mucho votante socialista. ¿Estamos en un punto de inflexión en la legislatura?
Estoy convencido. Han tocado una fibra muy sensible para Andalucía. La ciudadanía andaluza tiene un bien muy preciado que no quiere perder y está perdiendo. Es ese derecho a la salud universal y con unos mínimos estándares de calidad que permitan estar en tu casa sin la intranquilidad de “y si lo que tengo es más grave de lo que parece, pero no me hacen la prueba hasta dentro de tres meses”. Que si se resfría un hijo o una hija sepas que te lo van a atender al día siguiente como muy tarde, no a las dos semanas cuando ha pasado la enfermedad y ya se ha contagiado el resto de la clase.
Es un tema que para los andaluces y las andaluzas era muy importante en la consecución de la autonomía, del autogobierno y de la democracia. Nuestros mayores consiguieron que la democracia fuera que hubiese un centro de salud y un centro educativo en cada barrio. Que toquen eso va a pasar una factura enorme al Partido Popular, como también le ocurrió al Partido Socialista.
Durante mucho tiempo se ha hablado de la sanidad pública andaluza como la joya de la corona. ¿Qué sería ahora mismo?
Es la gran preocupación. Esa trinchera que nos hemos dado cuenta que no se puede perder. No solamente por lo que significa en cuanto a cómo gestionar esta pandemia. Si no se refuerza la sanidad pública, de la pandemia no vamos a salir en el tiempo que deberíamos salir y vamos a salir con un desgaste en vidas humanas y en el retraso de la recuperación económica mucho más grande. Pero también tiene impacto en el tipo de sociedad futura que queremos. Si queremos una sociedad donde el Estado cuide y proteja o queremos una sociedad donde el Estado establezca la ley de la selva y se convierta en que se salve el más fuerte y en un sálvese quien pueda. Están tocando esa fibra y no sólo es una fibra del servicio público en sí, sino el modelo social que representa tener una sanidad pública.
¿Qué opina del tuit de Jesús Aguirre inaugurando una clínica privada?
Blanco y en botella. Jesús Aguirre expresó la línea convencida, ortodoxa y de fondo que lleva el Partido Popular. Son los comerciales de las clínicas privadas. El Partido Popular está aplicando en Andalucía el plan que se aplicó en Madrid con Cifuentes, Aguirre y Ayuso: deteriorar la sanidad pública y externalizar recursos públicos a la privada. Lo que quieren es que haya una sanidad pública asistencial por si tienes un traumatismo en un accidente y para atender urgencias al que no pueda estar asegurado y una sanidad privada que sea la que haga negocio con un derecho.
Hay posibilidades reales de que en el próximo Gobierno de la Junta este Vox y, más concretamente, Macarena Olona. Un perfil que parece más duro de lo que hay actualmente en el Parlamento de Andalucía. ¿Qué supondría para Andalucía?
Que entre Olona u otro me da igual, entra la ultraderecha. Olona no deja de ser un personaje que representa un programa político muy claro. Lo represente quien lo represente es el programa político lo que nos preocupa. Supondría un retroceso mucho más acelerado en Andalucía en sus posibilidades de progreso. En todos los ámbitos. En el ámbito económico significaría entrar, como ya ha entrado el Partido Popular, pero acelerando el proceso; en una destrucción de los sectores económicos en favor de los grandes fondos de inversión.
La ultraderecha en nuestro país no deja de ser el manijero de los fondos de inversión extranjeros por mucho que vayan dándose golpes de pecho patrióticos, todo lo contrario. Ellos son los que están detrás de la liberalización de horarios comerciales, de la liberalización del sector del transporte, detrás de los fondos buitres que están entrando en la educación, sanidad, dependencia y agricultura. Los que están defendiendo a los grandes fondos de inversión que tienen el negocio inmobiliario. En el ámbito económico ya sabemos lo que significaría.
En el ámbito social son los primeros que han dicho que hay que acabar con el sistema público de pensiones. Hablamos de gente que va a dejar el Estado adelgazado a su mínima expresión. Y después en el ámbito ideológico-cultural de derechos sociales significaría un retroceso en los derechos conquistados para LGTBI+ o impulsados por el feminismo. Por no mencionar tener que afrontar una crisis climática con gente que niega la crisis climática. Sería pavoroso.
"La ultraderecha en nuestro país no deja de ser el manijero de los fondos de inversión extranjeros por mucho que vayan dándose golpes de pecho patrióticos"
¿Tendría que facilitar la izquierda una investidura de Moreno Bonilla para evitar que Vox entrara en el Gobierno?
No estamos en esa situación porque no se ha dado todavía. Nosotros y nosotras siempre vamos a votar en favor de lo que más beneficie a la mayoría social andaluza. Con esa responsabilidad siempre vamos a actuar. A partir de ahí vamos a ver en qué escenario nos ponemos porque nosotros vamos a ganar. Esperamos que el señor Moreno Bonilla tuviese que votar nuestra investidura si estuviésemos en una situación de tanto equilibrio.
Pero este escenario es muy posible. Entiendo que lo tendrán que barajar una situación en la que la izquierda tenga la llave para evitar la entrada de Vox en el Gobierno…
Cuando lleguemos a ese río, cruzaremos ese puente.
Se ha vuelto a hablar en la legislatura, un tema que ya es recurrente, que Andalucía necesita cambiar el modelo productivo. Sin embargo, estos años se han vuelto a cerrar industrias y se ha vuelto a apostar la inversión en macroproyectos urbanísticos a través de la Unidad Aceleradora de Proyectos. ¿Qué es lo que falla para que no se consiga cambiar el modelo productivo? ¿Puede conseguir Andalucía no ser tan dependiente del turismo?
Hay una necesidad imperiosa de diversificar la economía y de fortalecer el tejido productivo de pequeñas y medianas empresas y cooperativas radicadas en Andalucía. El desmantelamiento del sector financiero público no ha ayudado porque al final hace mucho más vulnerable y dependiente a nuestras pymes, autónomos y cooperativas de los grandes fondos de inversión. Habría que invertir la tendencia de la desregulación. Al final lo que hace es que el pez gordo se coma al pequeño y los fondos de inversión se hagan con todo.
Habría que invertir desde lo público, en infraestructuras del transporte con un sector ferroviario que sería clave. Pero también en cómo crear comunidades energéticas y no dejar el cambio de las renovables en manos de esas grandes multinacionales sino en manos de comunidades energéticas donde se beneficiasen tanto la ciudadanía como ese tejido empresarial con rebajas en la factura de la luz y la posibilidad de ser más competitivos.
Habría que abordar muchas reformas que no se han hecho en el ámbito de la educación, donde la Formación Profesional es clave. La Formación Profesional también se está vendiendo al sector privado. La línea debería ser por la vía de proteger nuestros sectores económicos y tejido productivo, incentivar esa transición energética sin dejársela a las grandes multinacionales y otras medidas que tienen que ver con el ámbito de infraestructuras y ámbito educativo.
No tiene nada que ver con la desregulación a mansalva en la que está el PP y esa apelación continua de atraer más inversión extranjera que nunca. Me gustaría saber dónde está yendo esa inversión y cuál es su impacto porque a lo mejor a algunos sectores lejos de beneficiarles, les está perjudicando.
¿Está impulsando cambios el Ministerio de Trabajo (UP) en este sentido? La entrevista fue realizada días antes del acuerdo sobre la reforma laboral
Creo que es fundamental lo que está haciendo el Ministerio de Trabajo en el ámbito de sus competencias. Nunca antes se había hablado tanto de un Ministerio de Trabajo. Nunca antes un ministerio con sus competencias estaba teniendo la capacidad y el impacto que están teniendo las políticas que se están haciendo ahora en el devenir económico y fluctuación económica en la que nos encontramos. Para el cambio de modelo productivo tenemos que hablar de empleo estable y de calidad. Por ello, es positivo que el Ministerio de Trabajo tenga como principal objetivo derogar la reforma laboral. En Andalucía hay muchos convenios que están bloqueados por la Patronal y necesitan de la ultraactividad. En Andalucía también sufrimos mucho la temporalidad. Qué duda cabe que lo que está planteando el Ministerio de Trabajo contribuye a ese cambio de modelo productivo en Andalucía y en el conjunto del país.
Usted sabe que la derogación va tarde con respecto al compromiso de Yolanda Díaz de realizarla a principios de diciembre.
Es un acuerdo de legislatura. La ministra se ha comprometida y UP se ha comprometido, pero también se ha comprometido el PSOE y es la ministra de Trabajo y somos UP los que estamos diciendo que de esta legislatura no nos vamos sin una reforma laboral derogada. A partir de ahí, ¿cuándo tiene que culminar eso? Cuando se garantice que los objetivos pretendidos se consiguen. Por derogarla el 1 de diciembre, el 7 de enero o el 15 de marzo, vamos a ver en qué momento esas negociaciones de los sindicatos y Patronal con el Gobierno están en el punto que más se acercan a los objetivos que queremos. Los sindicatos están diciendo “no tenemos prisas, queremos que salga bien”, y en eso se está.
"Nunca antes se había hablado tanto de un Ministerio de Trabajo. Para el cambio de modelo productivo tenemos que hablar de empleo estable y de calidad"
¿Las plataformas de ‘España Vaciada’ son consecuencia de los errores de los partidos tradicionales?
Son consecuencia de dos factores. La primera es un modelo económico en nuestro país construido sobre la base de la apropiación y acumulación de un centro en perjuicio de las periferias. Las periferias no siempre se ajustan a la geografía. En este caso el mundo rural como periferia. Nuestro modelo económico ha generado desigualdades profundas que hoy se están expresando sobre la base de una enorme desafección política con los partidos tradicionales. En una crisis de régimen como en la que estamos, donde todo está en cuestión y las desigualdades territoriales, fruto del modelo económico, están desacerbadas y además hay desafección con los partidos tradicionales, puede propiciar que haya ese tipo de expresiones políticas.
¿Qué implican las plataformas de España Vaciada? ¿A quién perjudica y a quién beneficia?
Yo creo que a quien más va a afectar, y es lo que dicen las encuestas, son a esos electores de los partidos tradicionales. Fundamentalmente Partido Popular y PSOE. Hoy por hoy. Hay varias raciones, a parte de los sectores sociales que se están agrupando en esas candidaturas. El medio rural en Andalucía se ha sostenido desde hace años una defensa y una propuesta en defensa del medio rural desde IU en su momento y posteriormente desde Unidas Podemos por Andalucía. Eso hace que, en ese medio rural, con esas demandas, si se observan las manifestaciones sobre el olivar o sobre la sanidad pública, a la cabeza siempre va a estar ese tejido de izquierdas vinculado a UP e IU tradicionalmente. Ahí hay un perímetro de salvaguarda. Un perímetro que no tienen los que han hecho esa dejación y ahora mismo tienen una fuga de agua importante.
En algunos territorios se puede vincular lo rural con la defensa de la caza y el sector del toro.
Pueden intentar meter esas cuestiones en el imaginario colectivo como totalizantes, pero la realidad del mundo rural y los problemas del mundo rural no están vinculados a la caza. Los problemas del mundo rural tienen vinculación con dos cosas: sus sectores económicos tradicionales están en crisis –ganadería y agricultura– y, en segundo término, en términos de infraestructuras y servicios públicos están siendo desmantelados. Cierre de entidades bancarias con la privatización de Unicaja y otras cajas, cierre de líneas en colegios públicos, cierre de atención de urgencia… Esos son los problemas que hacen que la gente se cabree en los pueblos y diga “qué pasa de lo mío”.
Después puede venir la ultraderecha y poner la caza por delante, pero si usted se va al pueblo y habla con la gente del pueblo y no con la señora Olona, la gente del pueblo dice que su problema no es irse a cazar el fin de semana, el problema es que si quiere ir al médico un fin de semana no está abierto.
¿Cree que es positivo que en el Parlamento pueda haber plataformas provinciales?
Es positivo que el Parlamento acometa las soluciones que necesita nuestro medio rural y nuestra desigualdad territorial interna en Andalucía. ¿Por dónde va a venir eso? A mi juicio va a venir desde un espacio progresista vinculado al medio rural tradicionalmente como el que nosotros representamos. Lo que importa que el Parlamento acometa son las soluciones, más allá de la fragmentación o diversidad que se pueda dar en cuanto a fuerzas políticas.
¿Qué le pide a 2022?
Le pido dos cosas. Que llueva y llueva bien porque es fundamental en nuestra tierra porque está en riesgo de desertificación y es la región que más lo va a sufrir de la Unión Europea y donde nuestros agricultores, acuíferos y embalses están en situación crítica. Va a ser un problema de primer orden del que no estamos tomando conciencia como deberíamos.
En segundo lugar, pido que seamos capaces de ampliar derechos. Es fundamental esa derogación de la reforma laboral, es fundamental frenar la involución antidemocrática que lleva el Partido Popular de la mano de Ciudadanos y Vox en Andalucía y que está atendiendo lesivamente nuestra Memoria Democrática y en los principios de igualdad que se tienen que llevar en los centros educativos. Por ahí es por donde yo espero que vengan las buenas noticias en 2022.