Aparece Noelia Vera (Cádiz, 1985) en la alameda del Banco con la celeridad propia de las campañas electorales, bajo un cielo desapacible, al último acto público que tiene diseñado Unidas Podemos para Jerez de la Frontera. La acompañan varias asesoras y militantes de la formación morada. Se palpa en el ambiente la tensión electoral. La cabeza de lista por la provincia de Cádiz llega directamente del tren tras el último gran debate electoral entre los cuatro grandes candidatos a presidir el Gobierno de España. En el encuentro organizado por Atresmedia asistió a un Pablo Iglesias que salió, según los analistas, bastante reforzado del envite. La campaña le está sentando bien a Podemos tras un último año muy difícil en el que se acumulaban las malas noticias.
¿A qué aspira Podemos tras los intensos debates electorales de los últimos días?
Aspiramos a ganar, no me cabe duda. Hemos explicado en todos sitios cuál es el proyecto de país que defiende Unidas Podemos. Era más importante que nunca explicarlo bien, porque entre tanta confrontación, tanto golpe pacá y pallá, tanto te quito la bandera y te pongo bandera, prácticamente la gente no se ha enterado de lo que defiende cada uno. Estamos muy satisfechos con el desarrollo de los debates porque además creo, con toda sinceridad, que hemos salido vencedores.
De un tiempo a esta parte, en un ambiente muy caldeado, Podemos ha sufrido un desgaste claro, ¿qué ha pasado para que se produzca esta situación?
Fundamentalmente lo que ha sucedido es que llevamos dos años en los que no se puede hablar de otra cosa que no sea la situación territorial de Cataluña. Ese es el verdadero drama. No es que no sea importante, lo es, y hay una situación que es necesario solucionar, espero que con diálogo y sensatez, pero es una trampa. Evidentemente, en un escenario de confrontación, polarizado absolutamente y con mucha agresividad, es muy difícil explicar que también hay grises. La gente tiene que saber que no todo es blanco y negro. Hay maneras de defender la fraternidad entre los pueblos de forma en que todos convivamos y nos sintamos a gusto, Ha pasado factura, pero ojo, salimos perjudicados nosotros y también el interés general; porque no se está hablando de las cosas del comer, ni de Andalucía, ni de Cádiz.
Hablando de Cádiz, ¿cómo se puede salir de la situación de pobreza estructural que sufren muchos de nuestros pueblos?
Es complejo. Nosotros tenemos muchas propuestas presentadas que, lamentablemente, siendo la tercera fuerza política del Congreso no hemos podido aplicar. Hay que apretar más. Elaboramos un plan de 123 propuestas concretas para crear empleo en la bahía de Cádiz, participamos en una mesa para estos asuntos en Gibraltar, apostando por industrias sostenibles, señalamos a los astilleros como un sector estratégico, intentamos que Navantia fuese una empresa estratégica a nivel nacional, que las Aletas dejen de ser el paraíso soñado y especulador del Partido Popular y que se convierta en un proyecto sostenible. Hay que seguir en esa línea. Lamentablemente en la provincia de Cádiz estamos acostumbrados a que nos vendan demasiados planes de empleo que luego fracasan, lo ha hecho el PP y lo ha hecho el PSOE, como la promesa perdida de los fondos ITI.
¿De quién es la responsabilidad de que estos planes de empleo no prosperen y se pierda dinero por el camino?
Evidentemente de las administraciones públicas, pero de todas. Vivimos en una situación en la que siempre sucede lo mismo con cualquier tema; es una pelota que va de tejado en tejado, de administración en administración, sin que se resuelva. La responsabilidad última la tienen quienes gobernaban en Andalucía y España y hoy son oposición y viceversa. Digo yo que en algún momento tendrán que rendir cuentas y aclarar qué está sucediendo. Nada más que pedimos que dejen de engañar a la gente.
Dicen la encuesta que el escaño en disputa por Cádiz se lo disputan PSOE y Vox. ¿Cómo convencerías a la gente que vote a Podemos?
No creo en esas conjeturas. Nosotros tenemos que decirle a la gente la verdad. No hay que sobreactuar. Pedimos que nos den la oportunidad de gobernar, de aplicar el programa que llevamos. Estamos consiguiendo algunos avances en estos tres últimos años: la subida del salario medio profesional a 900 euros o la equiparación de los permisos de paternidad. Son cosas que interesan a todos.
¿Se puede subir el sueldo mínimo a 1.200 euros como recoge vuestro programa?
Es perfectamente factible. Claro que hay dinero para hacerlo, otra cosa es que nos quieran convencer de que no. Pero si recogemos todo o algo del dinero que nos deben los bancos, si acabamos con la corrupción que tanto nos ha robado y si hacemos que paguen un poco más los que más tienen, los que se llevan el dinero a paraisos fiscales, claro que hay fondos para subirlo. No solo para eso, también habría para la hucha de las pensiones, para mejorar la sanidad, para la educación para poner freno a la violencia machista...
Tu has sido la única mujer de los partidos que ha aparecido en varias horas de emisión entre los dos debates, ¿cómo explicas eso con la agenda feminista que existe hoy día?
Es una vergüenza. Es lamentable que sea noticia que la única periodista fuese yo. Eso no puede volver a pasar. Tenemos que tomar nota todos. El próximo secretario general de Podemos no puede ser otro hombre, tiene que ser una mujer. Es el tiempo de las mujeres. Nos hemos cambiado el nombre, ahora nos llamamos Unidas Podemos porque el 50% de la población hemos de sentirnos representadas y porque el lenguaje inclusivo es importante. Las administraciones y los órganos donde se toman las decisiones deben ser paritarios por ley. Nosotras lo llevamos en el programa, que las administraciones se vayan adaptando en el plazo de una legislatura. Incluso esas instituciones, como la RAE, que dependen de las subvenciones públicas para subsistir.
¿Entraréis en el Gobierno si se volvieran a repetir los resultados que hacen al PSOE depender de Unidas Podemos?
Es que nosotros entendemos que, a nivel estatal, el tiempo de las mayorías absolutas ha terminado, no va haber más. Necesariamente se va a tener que pactar. Esto es así, es lo que indican la mayoría de encuestas y lo que está pasando en todos los países de nuestro alrededor, el más cercano Portugal. Hay que asumir que la tendencia está cambiando y que gobiernos en solitario no pueden haber, es algo que hay que naturalizar. En Podemos estamos siendo muy sinceros. A lo mejor electoralmente no es positivo, pero me parece que es honesto decirle a la gente qué va a pasar si vota a Podemos y estamos intentando que Pedro Sánchez haga lo mismo. No es lo mismo un PSOE pactando con Ciudadanos, que suben el salario mínimo un mísero 1%, que un PSOE pactando con Podemos que lo sube hasta los 900 euros. Nosotros tenemos la libertad de no deber dinero a los bancos ni de tener compañeros en los consejos de administraciones, por eso podemos tirar del PSOE, arrastrarlo a posturas más sensatas. Lo claro, queremos un gobierno progresista. Y esperamos gobernarlo y liderarlo nosotros.
¿Eres consciente de que existe un dilema en la relación con el PSOE, que hay gente de Podemos que desconfía totalmente de este partido?
Claro, eso les pasa a muchos, sobre todo a nosotros los andaluces. Son muchas décadas de PSOE, del ala más rancia y radical del partido socialista, que nos ha ninguneado completamente. En Andalucía ha sobrevivido a base de clientelismo y de gobernar para unos privilegiados. Los andaluces tenemos razones para desconfiar del PSOE. Ahora bien, es verdad que se ha puesto en evidencia cuales son los diferentes enfoques dentro del partido socialista. Creo que Pedro SAnchez ha escenificado que quizás no sean tan radicales y que se puede llegar a acuerdos. Cuando miran a Ciudadanos se transforman y son otra cosa. Ahí es donde tenemos que apretar y ser insistentes para que le digan a la gente qué va a hacer el PSOE. Queremos que Sánchez sea sincero y lo aclare. ¿Va a pactar con la derecha?
¿Tiene solución este resurgir de la ultraderecha?
Es que no hay un resurgir de la extrema derecha, Vox es el Partido Popular desmelenao. Parece que tenemos poca memoria política, pero a nosotros no se nos olvida que Abascal era un liberado de Esperanza Aguirre, y que ha sido durante muchísimos años un protegido de la cúpula de Madrid. Es verdad que nos estamos escandalizando porque son capaces de decir cosas que el PP no se atreve a decir. Los andaluces le podemos decir al resto de pueblos de España lo que han hecho aquí: compartir un programa político y económico que es igual que los de Ciudadanos y el PP.
Eres conocida, a parte de tu labor como parlamentaria, por esa faceta que ejerces como 'spin doctor' (asesora en comunicación política), ¿entiendes esta figura como determinante?
En Podemos somos más de trabajar en equipo. Por ejemplo, en el debate de Atresmedia entré yo en plató porque solo nos dejaban entrar a uno, aunque no soy la asesora de Pablo Iglesias, simplemente formo parte del equipo. Somo siete u ocho personas, y entre todas vamos trabajando siempre los mensajes. La figura ayuda porque, primero arropa al entrevistado. Evidentemente cuando te sientes acompañado de un equipo, que además la mayoría son tus amigos con quienes llevas peleando en la misma lucha muchísimos años, pues te sientes cómodo y te aporta seguridad. Al menos es lo que me pasa cuando ejerzo la portavocía. Además, desde fuera se pueden ver cosas que desde dentro, por la tensión, el directo y por todo lo demás no puedes ver. En el caso de Pablo Iglesias es complicado, porque a veces lo lleva muy calculado y otras no: por ejemplo, en el último debate fue un alma libre y se dejó llevar. En general esa figura profesional marketiniana del asesor tradicional como la conocemos y el de jefe de gabinete puede ayudar a ciertas cosas, pero no a tanto como la gente cree.
Muchas personas han criticado el devenir de las rencillas internas e Podemos, ¿hasta que punto os ha perjudicado de cara a la opinión pública?
Lo venimos diciendo todo este tiempo, tenemos que hacer un ejercicio de autocrítica. La militancia nos pedía unidad, y por diversas cuestiones en las que no voy a entrar no la ha habido. Hemos pasado demasiado tiempo hablando de nosotros mismos, en todos los aspectos. Está bien la democracia interna, hay que seguir profundizando en ella, pero sin la necesidad de discutir de ese modo a nivel público. Se puede confrontar ideas abiertamente como lo hicimos en Vistalegre, desde el respeto y la armonía. Ha sido un error ventilarlo todo y seríamos muy hipócritas si no lo reconociéramos. Aunque yo tengo la teoría de que no es lo de dentro lo que nos ha debilitado, sino lo de fuera; una campaña orquestada entre los poderes económicos, mediáticos y el PP para instalar mentiras sobre Podemos. Si te dicen durante cuatro años, todos los días, que Podemos se financia de manera ilegal, al final algo queda.