Mucho se ha escrito y especulado en los últimos meses sobre la posibilidad de establecer una tasa turística en Andalucía después de que muchas ciudades de la comunidad estén desbordadas por numerosos visitantes durante todo el año. Lo más probable es que, al igual que ocurre en cientos de ciudades europeas, se acabe estableciendo. Sin embargo, la gran incógnita es saber cuándo.
Este debate ya ha estado sobre la mesa en varias ocasiones desde que la legislatura arrancara hace algo más de un año y medio. La decisión del alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, de cobrar por entrar en la Plaza de España reabrió un tema que el Partido Popular confiaba haber enterrado momentáneamente. Además, el Parlamento de Andalucía espera para debatir una proposición de ley sobre la tasa turística que ha registrado Adelante Andalucía. Los andalucistas ya presentaron una enmienda a los presupuestos en relación a esta cuestión que los populares rechazaron.
El principal escollo para la implantación de la tasa turística es el consejero de Turismo, Cultura y Deporte, Arturo Bernal. Bernal ha estado durante toda su trayectoria política vinculado al turismo, especialmente en la Costa del Sol. Su principal argumento no ha cambiado: el sector no ha pedido una tasa turística. La gran pregunta es, ¿la va a pedir en algún momento? Con casi toda certeza la respuesta es no, aunque desde el seno del Ejecutivo que presiden Juanma Moreno se espera poder negociar.
La situación en el Partido Popular es curiosa. En público hacen propias las palabras del consejero, pero dentro del partido la cosa cambia. Algunos alcaldes ya han alzado la voz para afirmar que no verían mal esta medida como solución a los efectos perjudiciales del turismo. El primero en hacerlo fue, precisamente, el alcalde de la Costa del Sol, Paco de la Torre. Aunque posteriormente también han tenido declaraciones en este sentido Bruno García en Cádiz y José Luis Sanz en Sevilla. El viceconsjero de Turismo, Victor Manuel González, reconoció el pasado mes de enero que la Consejería lo estaba estudiando.
Voces del PP reconocen que la medida sería una buena solución para afrontar los problemas que tienen actualmente los ayuntamientos de la comunidad. En el partido, incluso, creen que los mencionados alcaldes no tardarían en dar su visto bueno a que se cobrara a los turistas por cada pernoctar.
Pese a ello, los populares se escudan en el rechazo del sector para no implementar esta tasa turística. Una de las cosas que preocupa es el tema burocrático y administrativo. Hosteleros y hoteleros no están convencidos de tener que ejercer de recaudador para la Junta de Andalucía ya que tendrían que ser ellos los que cobrasen esta tasa para luego transferirla a la administración. El temor de que el cobro de una pequeña cantidad pueda perjudicar a las cifras de turistas ha pasado a un segundo plano.
La Junta de Andalucía insiste en que no es un Gobierno favorable a la subida de la presión fiscal para intentar escapar de un debate que, por la cantidad de turistas que recibe Andalucía, es imposible de obviar. El Consejo de Gobierno aún no se ha posicionado sobre la proposición de ley que ha presentado Adelante Andalucía a pesar de que ya ha pasado el plazo para hacerlo. Este hecho para los andalucistas es un claro indicio de que la división dentro del equipo de Moreno es real.