Era la primera sesión de control a la que se enfrentaba Juanma Moreno tras el fiasco electoral del pasado 23 de julio. El PP fue la lista más votada y, concretamente, en Andalucía mejoró mucho los resultados. Sin embargo, los españoles decidieron truncar las opciones de que Alberto Núñez Feijóo fuera el próximo presidente del Gobierno.
La situación hacía que previsiblemente fuera la sesión de control más complicada a la que tenía que hacer frente el presidente de la Junta de Andalucía. La cara de algunos diputados del PP respaldaban esta sensación. El propio rostro de Moreno, mucho menos sonriente que de costumbre, y un tono de voz menos contundente que de costumbre dejaban a la oposición una buena ocasión para hacer daño al líder del Partido Popular, que hasta el momento parecía invatible.
Y lo cierto es que Juanma Moreno ha sufrido, pero menos de lo que podría haberlo hecho. Si bien desde Adelante y, sobre todo, desde Por Andalucía, se ha insistido en el fracaso que ha supuesto para los populares estos comicios, el líder de la oposición, Juan Espadas, ha dejado pasar una ocasión de oro de la que se puede arrepentir en un futuro no muy lejano.
El ambiente era distinto a la habitual alfombra roja que suele encontrarse Moreno en este tipo de plenos. La luna de miel que se había prolongado durante los cuatros años anteriores podría haber acabado este jueves. Pero el líder del PSOE ha decidido no forzar la máquina y dejar 'respirar' a un presidente de la Junta que ya venía de dos duros enfrentamientos por el resultado electoral.
El motivo, cuentan desde filas socialistas, es que intuían que el tema iba a estar presente en los debates anteriores. Por ello, el secretario general ha optado por pedir cuentas de la gestión del Partido Popular al frente de la Junta de Andalucía y el uso de los contratos de emergencia una vez superada la pandemia. Desde el PSOE se muestran convencidos de que existen regularidades por parte del Gobierno de Moreno.
El primero de ellos con Inmaculada Nieto, portavoz de Por Andalucía, quien después de felicitar a Juanma Moreno por los resultados electorales debido a que Andalucía podrá seguir disfrutando de las políticas de un Gobierno progresista (o eso parece), lo ha acusado de abrazar una estrategia "trumpista" y poder la Junta de Andalucía al servicio de los intereses del Partido Popular.
No ha habido menos tensión en su intercambio con Manuel Gavira, portavoz de Vox. Por primera vez en mucho tiempo y cuatro años después de la famosa foto en la que el PP lograba aterrizar en San Telmo gracias a un apretón de manos con la extrema derecha, Moreno ha usado su turno para cargar duramente contra la formación de Santiago Abascal y sus "exabruptos" en campaña que, según él, han impedido un cambio de Gobierno en España.
Por cómo transcurría la sesión parecía que el PSOE también iba a quemar todas las naves. Una intervención del consejero de Universidades, José Carlos Gómez Villamandos, en la que pedía un Gobierno liderado por Alberto Núñez Feijóo, había provocado las primeras risas en la bancada socialistas.
Estas tímidas risas se han convertido en carcajadas poco después, ya con Juanma Moreno en el hemiciclo. Moreno había agradecido a Nieto su felicitación mandando un recado al PSOE, "en otras instancias no se dan, cuando pierden parecen que ganan". Estas palabras han desatado el bueno humor en el Partido Socialista debido a que el presidente de la Junta de Andalucía alcanzó la Presidencia de la Junta de Andalucía con el peor resultado de la historia del PP en Andalucía y a pesar de haber sido la segunda fuerza más votada.
Todo ello no ha servido para que Espadas incidiera, aunque en el partido aseguran que era una estrategia minuciosamente planeada. En lugar de centrarse en los hechos más recientes, el secretario general de los socialistas andaluces ha preferido no hacer mención e insistir en un tema ya conocido por los socialistas como los contratos de emergencia. El principal motivo, deslizan desde el partido, es que el Partido Popular ya ha intentado vetar esta cuestión en el Parlamento de Andalucía.
El propio presidente andaluz ha dado alguna señal de sorpresa por la pregunta planteada por Juanma Moreno. "Yo no sé quién le ha recomendado que haga esta pregunta pero piénse quién se la está recomendando, porque a lo mejor lo quiere fuera del grupo".
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