Las Atarazanas, el complejo donde se instalaron los astilleros de Sevilla entre los siglos XIII y XV para construir galeras, siguen siendo a día de hoy campo de batalla político. Los planes para dotar de vida este monumento histórico situado en el barrio del Arenal suman ya más de 10 años, en los que el proyecto ha cambiado infinidad de veces. CaixaBank ha jugado también un papel crucial en todo este proceso, y tras años de disputas, el año pasado firmaba un acuerdo con la Junta en el que se comprometía a invertir 12,8 millones de euros para la reforma definitiva que deberá estar acabada en 2021 y que viene formada por el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra, en la que se recogen las sugerencias de la Asociación para la Defensa del Patrimonio Histórico de Andalucía (Adepa).
Pero precisamente Adepa volvía ayer a la carga con un incendiario tuit en el que se preguntaban “Atarazanas. A La Caixa se le otorgaron gratis unos terrenos para levantar el Caixa Fórum y el Centro Comercial. ¿No le parece bastante para poner de una vez por todas el dinero para el arreglo de las Atarazanas? ¿Qué quieren llevarse el oro y el moro sin pagar?”. Pero a las disputas con la organización privada encargada de la rehabilitación, se unen el traspaso de culpas entre organismos públicos. Ya en mayo de este año, en un artículo de este medio sobre el Plan8 para la recuperación del sector turístico en Sevilla, Álvaro Pimentel, portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento, se hacía eco de este problema. “Por ejemplo, ya que tenemos que atraer y diversificar el turismo, no se entiende que no estén abiertas las Atarazanas. Es cierto que la Junta tiene competencias, pero el equipo de gobierno del Ayuntamiento tampoco está poniendo mucho de su parte”.
Trasladadas estas palabras al alcalde de Sevilla en la entrevista que este medio publicaba el pasado domingo, Juan Espadas contestaba. “Las Atarazanas han sido un proyecto con mala suerte. Desde el punto de vista patrimonial es titularidad de la Junta y hace 15 años se produjo un acuerdo con LaCaixa que fue una gran noticia porque aquello es enorme y se necesitaban fondos para su rehabilitación”. El alcalde relata la controversia del proyecto, que le ha hecho dilatarse en el tiempo. “El proyecto era controvertido, a juicio de un sector de la ciudad y del ámbito de la arquitectura, no respetaba la lógica histórica de ese edificio, presionándolo demasiado con ese planteamiento”. Todo ello llevó a recursos, principalmente de Adepa, que obstaculizaron el inicio de la rehabilitación del inmueble.
Pero el alcalde incide en que todo el proceso ha sido un tira y afloja entre la Junta y LaCaixa. “El Ayuntamiento no ha tenido nada que ver, nosotros no estamos en la titularidad ni estamos en ningún patronato o consorcio en el que podamos opinar, aunque es algo que siempre hemos reivindicado. No podemos hacer nada. Lo único que siempre hemos dicho es que cuando llegara el proyecto y su solicitud de licencia de obra, la daríamos. Pero cuando ocurrió llegó de nuevo Adepa y paralizó de nuevo todo”. Espadas menciona que aunque parece haberse llegado a un acuerdo definitivo, con cada revisión el coste del proyecto ha aumentado, lo que ha provocado que CaixaBank traslade a la Junta que no pueden seguir asumiendo dicho coste y por lo que les han planteado un acuerdo.
“Yo hablé con la consejera el miércoles pasado y me dijo que están a punto de terminar este proceso, pero la Junta debe aportar algo más para que CaixaBank cierre la operación. En cuanto se presente y se pida la licencia de obra, se les da. Somos los más interesados en la ciudad para que esto salga adelante. Pero el portavoz de Ciudadanos debe contar la historia completa. Esto no va de que “como yo gobierno en tal sitio, el problema es de otra institución, que la gobierna otro partido”. Seamos serios y rigurosos”, concluía el primer edil socialista en el ayuntamiento hispalense.
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