La moción de censura que ha provocado, con una cadena de acontecimientos sorprendente, la mayor crisis que ha vivido Ciudadanos, ha fracasado en Murcia. Fue hace alrededor de una semana cuando el partido naranja alcanzaba un acuerdo con el PSOE alegando casos de presunta corrupción en el Ayuntamiento y vacunaciones irregulares. Los socios de Gobierno perdieron confianza y se precipitó la situación. Pero el giro que dio el PP, ofreciendo cargos a representantes de Ciudadanos y a Vox, ha logrado contener el desalojo del presidente murciano, Fernando López Miras. Ahora, los ex de Cs entran en un Gobierno donde también estará, por primera vez, la ultraderecha. "Empieza la reconstrucción y reunificación del centro derecha en torno al Partido Popular", ha dicho este jueves Pablo Casado, desplazado a la Región. El PP, señala, es el "punto de unión de todos los que no quieren que el sanchismo siga gobernando en España ni expanda sus gobiernos a nivel autonómico y provincial".
"Llevo dos años ofreciendo que teníamos que ir juntos para hacer un proyecto ganador que desalojara al gobierno más radical y más sectario", ha indicado el dirigente, que ha añadido que ya avisaron de que "la reunificación se haría por la base, por los votantes. Hay diputados que pertenecían a partidos y han decidido votar por la palabra dada". Casado ha exigido que se retiren las mociones de censura del Ayuntamiento de Murcia y la presentada en Castilla y León porque "no todo vale en política, los españoles necesitan estabilidad y los políticos estamos para servir a nuestros compatriotas". Según ha señalado, el PP "ha reaccionado a un ataque a la estabilidad institucional perpetrado por el PSOE". A su juicio, quien "ha venido a comprar voluntades" es el PSOE.
El presidente murciano, Fernando López Miras, ha dicho que "hace poco más de una semana, en las cloacas y sótanos de Moncloa, el señor Sánchez y sus cómplices urdían quitar la libertad de la Región de Murcia a muchos kilómetros de aquí". Hoy, frente a todo esto, "es un día importante" porque "ha venido Pablo Casado a reconocer el trabajo de un gobierno que apuesta por la libertad", ha dicho López Miras. "Porque los diputados que creemos en la libertad, que no queremos que nos impongan postulados de izquierdas a muchos kilómetros de esta tierra, hemos dicho no; no a que nos usurpen un gobierno que estaba funcionando", ha añadido.
Para el acuerdo al que ha llegado el PP de mantener el Gobierno, ha sido necesario el apoyo de tres diputados díscolos expulsados de Vox tiempo atrás, pero que mantienen cierta disciplina con los principios electorales. De hecho, los tres han negociado el apoyo a López Miras y han puesto como condición que se incluya el llamado pin parental en la Región, un veto de los padres a actividades extracurriculares y que tiene como fin acabar con las actividades sobre feminismo o educación sexual cuando así lo digan expresamente los progenitores.
Según adelanta La Verdad de Murcia, Mabel Campuzano, una de esos tres diputados, será la próxima consejera de Educación y Cultura, por lo que pasaría a controlar directamente la cartera a través de la que se aplica esta norma. El portavoz de este grupo, ya dijo que no apoyaría la moción porque querían pactar con Miras "garantizar la libertad de las familias para que tengan la última palabra sobre la educación de sus hijos, porque para nosotros es además simbólico".
Hay que recordar que los expulsados de Vox recibieron el rechazo de su partido en Madrid no por cuestiones ideológicas, sino porque retiraron de las cuentas del partido a dirigentes nacionales como Javier Ortega Smith, lo que propició el cisma y la marcha de tres de los cuatro electos por la ultraderecha. Eso sí, continúan usando las redes sociales, por ejemplo, bajo la denominación de Vox.