La dirección nacional del PP, en manos de Pablo Casado y Teodoro García Egea, quieren fuera a Javier Arenas, actualmente senador autonómico por la cuota andaluza. Después de la revelación de Luis Bárcenas, en el juicio de la caja b, donde asegura que presuntamente entregó unos 230.000 euros sobresueldos en b al líder político del PP andaluz, se trata del último dirigente aún en activo cuyo nombre sigue apareciendo en ese turbio pasado que la renovada dirección de los populares quiere desterrar.
Arenas es en la actualidad senador por designación del Parlamento andaluz, una elección que se hizo a petición del partido en Andalucía. "¿Seguirá manteniendo Moreno Bonilla a Arenas como senador autonómico después de las graves acusaciones de Bárcenas? ¿Cs y la ultraderecha continuarán apoyando al PP andaluz después de estas informaciones?", pregunta en la noche de este pasado lunes el diputado andaluz del PSOE-A, Francisco Conejo.
Javier Arenas ha negado en varias ocasiones estas acusaciones, pero en la dirección nacional del PP, ha publicado Diario de Sevilla, "no desean contar con nadie que esté vinculado a ese período del partido. Se señala que la venta de Génova debe ir acompañada de la ruptura con las personas señaladas, y que el único que queda es Arenas".
Hay quien tiene claro que el peso de Arenas en Andalucía, y su influencia sobre Moreno Bonilla, aún es muy poderoso, por lo que el pulso de la dirección nacional al barón autonómico, arenista y sorayista, incrementa la escalada de hostilidades después de abrirse la veda con determinados movimientos en los congresos provinciales de Sevilla y Cádiz, donde la pugna por el control del partido va a más.
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