Nueva jornada, la de este primer sábado de la Feria del Libro de Sevilla, abarrotada de público. Con colas a la entrada de los diferentes actos del programa, la actividad estrella en cuanto a convocatoria de asistentes ha sido sin duda la presentación de La rosa y las espinas, el último libro firmado por el político y ex vicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra, que conversó con José Rodríguez de la Borbolla (ex vicepresidente de la Junta de Andalucía) en torno a la política como actividad y como vocación. Unidos ambos por una larga amistad y por su filiación al Partido Socialista, quiso Borbolla comenzar recordando cómo conoció a Alfonso Guerra.
"Era el año 69. Entré en la librería Antonio Machado de Sevilla y me encontré con Alfonso, que era un librero barbudo y de pelo largo. Sabía que allí había libros interesantes y que eran progres, eso me parecía atractivo, pero nada más. Después, en 1972, ingresé en el partido y ya empecé a trabajar cerca de Alfonso. Crecí a su lado, ha sido una relación que fue creciendo, que me dio confianza en mí mismo y me llevó a ser yo", ha asegurado Rodríguez de la Borbolla.
En esta misma línea, el ex presidente de la Junta de Andalucía ha destacado la "calidad de líder" del autor de La rosa y las espinas -que ha alcanzado la cuarta edición en su primer mes de vida-, un político “que sabe de dónde viene y a dónde volver, y eso es una ventaja extraordinaria para un líder”.
Además de desgranar, con su sarcasmo marca de la casa, la “compleja situación” de la España actual -"asistimos a un proceso de deterioro de la democracia", afirmó-, Alfonso Guerra quiso hablar de otros temas alejados de la política que también transitan por este libro, como la muerte, la poesía y el amor: "Un corazón entero es un corazón que haya sido alguna vez roto por el amor", sentenció.
En el mismo día en que Pedro Sánchez anunciaba en un comité federal que desea pactar con los independentistas para afrontar la investidura, Guerra indicó que "veo al presidente del Gobierno sonriendo con la señora de Bildu y recuerdo a Enrique Casas y Fernando Múgica".
También ha criticado al líder de Junts y fugado de la justicia española, Carles Puigdemont, fundamental para la investidura. "El loco de Waterloo... ¿Respeto de qué? Un tipo que da un golpe de estado, que huye en el maletero del coche y vive en una mansión con el dinero de todos".