Jerez, una de las grandes cunas de un arte universal que hace diez años —el próximo 16 de noviembre— fue declarado por la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, queda fuera del ciclo festivo de recitales que ha organizado la Consejería de Cultura y Patrimonio de la Junta de Andalucía. El desaire no puede ser más llamativo e incongruente.
No solo por la evidencia de eliminar de la provincia —por evidente criterio político y partidista— a uno de los mayores territorios jondos de este género musical, sino porque la propia Junta pretende, o eso dice, levantar en la quinta ciudad andaluza en población —sí, hay que recordarlo— el Museo del Flamenco de Andalucía. La apuesta en esta efeméride ya avisa de por dónde irán realmente los tiros.
En cambio, quien sí estará en estos fastos, según ha anunciado la consejera Patricia del Pozo, es Badalona, localidad catalana donde gobierna el PP con Xabier García Albiol como alcalde, y como representante de la provincia de Cádiz, además de la capital gaditana —figuran las ocho capitales de provincia—, El Puerto, donde el alcalde es también del partido, el popular Germán Beardo. La programación conmemorativa del décimo aniversario del flamenco, que comenzará el día 28 en el Teatro Cervantes de Málaga con la actuación del Ballet Flamenco de Andalucía, consta de 57 actuaciones repartidas por diez localidades de las ocho provincias, además de Madrid y Badalona, "en virtud del acuerdo firmado con su alcalde, Xavier García Albiol, con la consejera de Cultura".
Repartidas entre espectáculos, conferencias, mesas redondas, clases magistrales y una exposición, estas actividades tendrán lugar en espacios culturales con historia como museos, teatros o bodegas, siempre respetando las medidas adoptadas por el Covid-19. Además de en las ocho capitales, Madrid y Badalona, ha anunciado la Junta, la programación del flamenco se desarrollará en otros diez municipios andaluces: Adra, Berja y Vera, en Almería; El Puerto de Santa María, en Cádiz; La Palma del Condado, en Huelva; Andújar, en Jaén; Antequera, en Málaga; y Morón de la Frontera, Mairena del Alcor y Carmona, en la provincia de Sevilla. Ni un solo municipio de Granada, Córdoba o Málaga, pero ni siquiera un centro flamenco tan relevante como Jerez merecen participar en esta juerga flamenca de la Junta.
La consejera de Cultura y Patrimonio Histórico, Patricia del Pozo, ha presentado en la sede del Instituto Andaluz del Flamenco (IAF), descabezado desde la estampida de Ricardo Pachón, la programación conmemorativa del décimo aniversario de la declaración del flamenco como Patrimonio Inmaterial Cultural de la Humanidad por la Unesco y ha reafirmado "el compromiso del Gobierno andaluz con el flamenco".
Sin que en la web de la Junta figure programación alguna colgada —aunque se sabe que algunos de los reclamados por Cultura serán artistas como José Mercé, Javier Barón, La Macanita, Los Voluble, Manuel Lombo y Rancapino Chico—, Del Pozo ha recordado la "apuesta de la Consejería y del Gobierno que preside Juanma Moreno por el flamenco, arte más representativo de la cultura andaluza, y que ha recibido de manera directa en el último Plan de Impacto para la Cultura hasta 6,5 millones de euros. El flamenco mueve identidad y riqueza, siendo un valioso atractivo para el turismo y una fuente incuestionable de actividad económica y empleo".
Los datos, en cambio, de la propia Junta no dicen eso. Como ya publicó lavozdelsur.es, el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, situó hace unos meses a la cultura como clave en la reconstrucción tras la pandemia. El Plan de Impacto para la Cultura del Ejecutivo andaluz frente a los efectos derivados de la Covid-19, que se presentó en mayo pasado, dedicaba al flamenco 455.000 de los casi 23 millones de euros previstos, apenas un 2% del presupuesto para rescatar a la cultura como “bien esencial” en Andalucía, muy lejos de lo que asegura Del Pozo.
La titular de Cultura ha señalado, no obstante, que "la efeméride del décimo aniversario como Patrimonio de la Humanidad es sólo un punto y seguido en nuestra apuesta por el flamenco. La declaración de la Unesco amplifica nuestra pasión por el flamenco y vamos a seguir trabajando en su defensa, en su conservación, su estudio, su difusión y su promoción, siempre al lado de los aficionados, las peñas y, por supuesto, de nuestros artistas".
Así, Del Pozo, que ha presidido previamente el Comité Director del Instituto Andaluz del Flamenco, ha insistido en la importancia de "la unión entre todos los componentes del universo 'jondo'; desde artistas a aficionados pasando por instituciones y administraciones. Todos tenemos que trabajar por su proyección y su defensa. A este respecto, la consejera ha anunciado los integrantes del Consejo Asesor del Flamenco, cuyo mandato expiró hace más de seis años. "Será un consejo de calado, con nombres importantes dentro del mundo del flamenco y que constituirán el órgano colegiado consultivo para impulsar y coordinar las políticas públicas relacionadas con el flamenco", ha señalado. Este Consejo Asesor estará presidido por Calixto Sánchez —que fue director del Centro Andaluz de Documentación del Flamenco (CADF) en Jerez, bajo mandato socialista en la Junta— e integrado por Marta Carrasco, Rafael Infante, Concepción Prieto y Manuel Rodríguez Rodríguez (Manuel Curao).
Igualmente, Del Pozo ha recordado que la Consejería sigue trabajando en el desarrollo de la futura Ley del Flamenco de Andalucía, "un proyecto legislativo ambicioso, primera normal legal sobre el flamenco, que queremos que durante el próximo año esté en el Parlamento de Andalucía para su tramitación".