José Ignacio García (Adelante Andalucía): "Moreno va a acabar desgastado y pudiendo perder las elecciones"

El portavoz de Adelante Andalucía en el Parlamento conversa con lavozdelsur.es tras asumir las riendas de la organización en marzo para relevar a Teresa Rodríguez y lograr que el Gobierno de Moreno apoye una ley presentada por su grupo a pesar de sólo tener dos diputados

José Ignacio García, portavoz de Adelante Andalucía.

Adelante Andalucía más allá de Teresa Rodríguez

Teresa Rodríguez fue uno de los rostros más carismáticos surgidos del 15M. Ello hizo que Adelante Andalucía no surgiera de cero tras la ruptura con Izquierda Unida. La gaditana logró que la formación soberanista sacara dos escaños en las elecciones andaluzas. Sin embargo, su presencia tenía fecha de caducidad porque ella misma había limitado presencia institucional a los ocho años. La gaditana abandonó el Parlamento para regresar al instituto. Su sustituto fue José Ignacio García (Jerez, 1987), que hizo el camino inverso. García ya había sido diputado en la anterior legislatura, pero en esta ocasión el reto era mayor: mantener con visibilidad a un grupo con tan solo dos diputados. Lo cierto es que sus intervenciones en el Hospital de las Cinco Llagas son igual de virales que su antecesora. Adelante puede presumir de haber sido la única formación que ha podido arrancarle una ley a la mayoría absoluta de Juanma Moreno con la propuesta de las gafas gratuitas.

Hace poco más de un mes, Adelante Andalucía emprendió un nuevo camino. Teresa Rodríguez dio un paso al lado en la organización interna tras la celebración de la III Asamblea Nacional del partido. El relevo, nuevamente, lo cogió José Ignacio García. Los andalucistas abrazan una nueva etapa en la que buscan asentarse como alternativa al Gobierno del PP. Para ello, García es consciente de que es necesario una potente implantación territorial. La primera decisión para llevar esto a cabo ha sido no concurrir a las europeas.

Lleva poco más de un mes liderando la formación. ¿Hay vida más allá de Teresa Rodríguez en Adelante Andalucía?

Sin duda. No por mí, porque de hecho Teresa sigue estando en órganos de dirección y con la portavocía, sino que, lo más importante es que están saliendo más perfiles. No sólo en declaraciones a la prensa, sino también para liderar la organización. Estamos creciendo en militancia y en número de asambleas, algo que nos permite tener más contacto con los problemas de la ciudadanía andaluza y poder aportar soluciones más efectivas.

¿Ha pecado su formación de un liderazgo personalista excesivo?

Los liderazgos son útiles y el liderazgo de Teresa Rodríguez lo ha sido tremendamente. Si algo tiene (Teresa Rodríguez) es que no ejerce un liderazgo autoritario, sino todo lo contrario. Es un liderazgo muy democrático. Pero todas las organizaciones debemos tender hacia liderazgos corales. Pasar de un liderazgo a un liderazgo coral es una de las tareas que tenemos por delante y estamos en ello. Entendemos los liderazgos como herramientas al servicio del colectivo.

"Adelante Andalucía tiene potencial para ser la alternativa al PP"

¿Por qué una formación humilde en cuanto a recursos y cargos institucionales como es actualmente Adelante Andalucía ha renunciado a la visibilidad que puede dar una campaña para las Elecciones Europeas?

Porque creemos que en realidad no da tanta visibilidad y nosotros nos estamos preparando para plantear una alternativa con toda la humildad del mundo, pero también con toda la ambición del mundo, al Partido Popular en las próximas elecciones andaluzas. Estamos dedicados en cuerpo y alma a preparar una alternativa fuerte programáticamente y a nivel militante. En otros territorios del Estado las izquierdas soberanistas y pegadas al territorio son la principal alternativa al PP. Adelante Andalucía tiene potencial para eso y estamos dedicando todo el esfuerzo a eso porque creemos que lo más urgente para el pueblo andaluz es echar a la derecha de la Junta de Andalucía.

Hace mucho énfasis a la implantación territorial de Adelante en la comunidad poniendo de ejemplo otras formaciones en otros territorios. ¿Lo están consiguiendo? Hasta ahora han sido una fuerza con arraigo en provincias occidentales como Sevilla y Cádiz, pero con dificultades en otras zonas de la comunidad. ¿El andalucismo que representan ustedes puede llegar a convencer a un almeriense?

Por supuesto. Estos días hemos estado en Málaga, se ha elegido una nueva dirección en Córdoba, estamos presentes en Granada, estamos construyéndonos en Almería... Cremos en una alternativa andalucista que esté en todas las comarcas de Andalucía, no sólo en todas las provincias, porque Andalucía es un país entero, no queremos que sea solo una parte.

Tenemos problemas complejos y necesitamos una alternativa al Partido Popular y también a la izquierda centralista de Madrid que salga desde todas las comarcas de Andalucía. Trabajamos en eso y estamos avanzando. Tenemos nuevas asambleas en Castro del Río, Guadix, Almería, Málaga o Nerja. Estamos llegando a muchos sitios donde no existía el andalucismo de izquierda transformadora. Ese es el camino.

El orientador jerezano ha sido elegido para relevar a Teresa Rodríguez en al portavocía de Adelante y comenzar una nueva etapa.   MANU GARCÍA
¿Por qué le cuesta tanto a ese andalucismo de izquierdas llegar a esos puntos?

Hay razones históricas de todo tipo. Podemos ir desde la Conquista del siglo XV-XVI a cómo se constituyeron las instituciones socioeconómicas de Andalucía en la alta y en la baja Andalucía. Hay razones históricas, económicas, demográficas y sociológicas que han ido construyendo que las expresiones populares de transformación sean diferentes en un sitio y en otro. 

Creemos que en el siglo XXI el andalucismo es una respuesta útil en todas las comarcas porque con todas nuestras diferencias seguimos siendo la periferia de la periferia. Seguimos teniendo los peores datos de paro, emigración y precariedad. Compartimos una opresión común. Un ejemplo es que sabemos que nuestras hablas andaluzas son muy diferentes, pero cuando vamos a Madrid se cachondean igual de todos nosotros porque ellos se están cachondeando de Andalucía y de lo que representamos. La opresión es común y la respuesta tiene que ser común.

¿En qué espejo tiene que mirarse Adelante Andalucía?

Queremos coger lo mejor de cada experiencia, no sólo del Estado, sino a nivel internacional. El Bloco de Esquerda portugués hace un trabajo muy bonito, me fijo en los movimientos sociales que tradicionalmente ha tenido la izquierda sobreanista en Euskadi y Cataluña, en el sindicalismo gallego o vasco. Expresiones que reflejan al sur como las movilizaciones contra el turismo en Canarias... Nosotros vivimos de todas las experiencias que hagan avanzar a la gente de abajo que mejoren sus vidas. Ahí hay muchos espejos donde mirarnos.

Vamos a llegar al ecuador de la legislatura. ¿A quién se le está haciendo más larga, al PP o a la oposición?

Yo creo que al Partido Popular. Sólo en estos días tenemos una polémica enorme con el turismo. Han tenido que amañar una encuesta para intentar hacernos creer que en Andalucía no hay problemas con el turismo y han hecho una campaña en Málaga para adoctrinar a los escolares sobre la turismofobia. El martes hay una huelga general de educación que posiblemente paralice los centros de toda Andalucía. Tenemos movilizaciones en decenas de pueblos y comarcas en defensa de la sanidad pública. La legislatura va a terminar de manera muy diferente a como empezó. Comenzó con una mayoría absoluta del PP y la legislatura va a terminar con un Moreno Bonilla desgastado que puede perder las próximas elecciones.

"Moreno intenta aparecer como alguien que no tiene nada que ver con los problemas de la gente"

¿Y cree que Moreno va a visibilizar ese desgaste? Hasta el momento sigue cómodo en las sesiones de control e incluso sigue tratando a los portavoces de la oposición con condescendencia.

La condescendencia es un teatro. Una forma de aparentar tranquilidad. Dime de qué presumes y te diré de qué careces. Próximamente va a haber una crisis de Gobierno porque indudablemente la consejera de Salud no puede solucionar los sistemas de la sanidad. El PP no tiene plan para la sanidad pública porque no tiene interés en arreglarla. Ellos entienden que la sanidad es un nicho de negocio y como no tienen plan para arreglar el problema, puede que la solución sea seguir dejando a esta señora para que se desgaste ella. Moreno intenta aparecer como alguien que no tiene nada que ver con los problemas de la gente.

¿Que no se haya producido ya el cese de Catalina García a pesar de que ha estado discutida responde a un interés personal de Moreno?

A lo mejor es que como Moreno Bonilla no tiene ningún plan para arreglarlo dice que lo mejor es que se desgaste ella y ya está, así se libra. Tenemos que empezar a señalar a Moreno como el culpable de los problemas de salud, no sólo a la consejera. Él es el responsable de todo lo que está pasando ahí y del caos que hay en la sanidad pública andaluza.

Pese a todo no hay una movilización masiva como hubo en la última etapa socialista. ¿Están dejando pasar los sindicatos una oportunidad de desgastar al Gobierno?

Hay una movilización diferente porque es una movilización que está en casi todos los pueblos y comarcas. Es una movilización descentralizada. Allí donde hay un centro de salud hay un colectivo movilizándose. Quizás no veamos las grandes imágenes que se vieron hace unos años, pero estamos viendo miles de imágenes en miles de rincones protestando que pueden ser igual de efectivas. El PP empieza a estar cada día más preocupado por este tema, si no, no harían tanto alarde.

El alarde no es nuevo. Incluso en la anterior legislatura ya se insistía en los datos de inversión. En las encuestas no se refleja ese malestar.

Es que tenemos el mayor presupuesto sanitario de la historia y a la vez las mayores listas de espera. Es un problema de la gestión que hace el PP. También tenemos los datos de mayor derivación a la sanidad privada de toda la historia. Hay que hilar las tres ideas y se ve bien lo que está haciendo el PP. Yo le leí a Moreno lo que decía cuando él era oposición a Susana Díaz. Él sacó los datos del incremento de personas con seguros privado y decía que era el mejor ejemplo de que estaba privatizando la sanidad. Con el Gobierno de Moreno se han multiplicado por cuatro las personas que en Andalucía tienen seguro privado.

Es un ejemplo de que está privatizando la sanidad. Tiene más presupuesto, pero también más lista de espera y más derivaciones a la sanidad privada. Es un plan del Partido Popular para hacer negocio y la prueba es que el número dos de Salud ha acabado como directivo de Asisa. No sé si es que a lo mejor no cesan a la consejera de Salud por miedo a que al día siguiente la contrate Asisa.

"La izquierda tiene que recuperar la utopía para avanzar. Veo a las otras izquierdas rezando virgencita, que me quede como estoy"

Defiende que estamos en un momento de recortes por parte de la derecha y que ante eso la reacción de la izquierda es cerrar filas en lugar de avanzar. ¿Es posible avanzar en derechos teniendo en cuenta que tanto el Parlamento andaluz como el Congreso tienen una mayoría conservadora?

La izquierda tiene un problema a nivel mundial en un momento en el que nos han impuesto un panorama político con un bloque reaccionario que viene a cargárselo todo para el beneficio de unos pocos. Hay otro bloque que es "virgencita que me quede como estoy. Vamos a defender lo que tenemos porque otra cosa no se puede". La izquierda no se puede alinear con este segundo bloque, debe enfrentarse al bloque reaccionario, pero a la ofensiva. No solo queremos defender la sanidad pública que ya tenemos, queremos más.

Yo no quiero la sanidad de hace diez años, yo quiero una mejor, con más derechos y mejores condiciones laborales para los profesionales para que más partes de la vida sanitaria de las personas estén cubiertas al 100% por la Seguridad Social. De ahí nuestra ley de gafas gratuitas. La izquierda tiene que colocarse como un bloque a la ofensiva. No se trata de defender el statu quo, sino de ir hacia un modelo político y social diferente, donde haya cosas que estén fuera del mercado. Donde todo no se pueda comprar y vender y el poder de los muchos mande sobre el poder de los pocos y privilegiados.

Tenemos que ir a plantear esa ofensiva. El andalucismo de izquierda viene a hacer eso porque lo que ya tenemos no está garantizando las condiciones mínimas para la población y para las clases trabajadoras. Queremos ir hacia más. La izquierda tiene que recuperar la utopía. La utopía tiene que servir para avanzar, caminar y conseguir victorias. Tenemos que plantearlo en la práctica y es lo que estamos haciendo. No nos conformamos con la sanidad pública actual, sino que queremos que las gafas sean gratuitas, que haya un plan de atención a las mujeres en situación de menopausia y que a los niños y niñas con necesidades educativas especiales se les atienda mucho mejor para que tengan la inclusión garantizada. Queremos ir a por más y veo a las otras izquierdas rezando "virgencita, que me quede como estoy".

La formación andalucista ha logrado que el Gobierno en mayoría del PP haya apoyado una iniciativa para la gratuidad de las gafas.   MANU GARCÍA
¿Qué lectura hace de que su grupo haya sido el único con capacidad para llegar a un acuerdo con un PP en mayoría absoluta? Fue por la ley de gafas gratuitas.

No fue una virtud nuestra, es una virtud de la propuesta. Cuando hacemos una propuesta tan de sentido común tiene más desgaste oponerte que apoyarla. Nadie se quiere salir de este acuerdo. Hemos hecho una propuesta en la que es imposible negarse, al igual que con la ley de la menopausia. Es algo de sentido común que sufren millones de mujeres. Quien se niegue va a tener desgaste. 

También pasa con la tasa turística. ¿Qué hace el PP? Como con esto se enfrenta a la patronal y a las cadenas hoteleras se está inventando los datos con una encuesta manipulada en la que dice que la tasa turística no la apoya nadie en Andalucía.

Su grupo fue uno de los primeros en hablar de la tasa turística al intentar negociarla para los Presupuestos. ¿Cree que es posible que veamos la medida en esta legislatura? Ya existe un enfrentamiento dentro del Partido Popular que es público, con alcaldes levantando la voz contra la oposición de la Junta. ¿Cómo valora la situación?

La ciudadanía, la oposición y los movimientos sociales estamos defendiendo algo de sentido común. Tenemos que transformar el modelo turístico actual en un modelo turístico de convivencia. Se están abriendo gritas en el PP y hay que ampliarlas y seguir insistiendo. Nadie puede negar que el turismo tiene efectos positivos. Nosotros no somos antiturismo, pero queremos un turismo de convivencia.

Dicen que no pensamos en los trabajadores del turismo, pero somos los únicos que hablan de las condiciones laborales de esos trabajadores. El consejero de Turismo y el presidente de la Junta nunca se han preocupado por esas condiciones. Siempre anuncian beneficios multimillonarios de la patronal, de la hostelería, de las grandes cadenas hoteleras... y nunca se preocupan por los sueldos, por la gente que está sin contrato o por los que no cumplen el convenio. Queremos abrir esos debates y estamos colaborando para ello.

"Andalucía no vive del turismo, el turismo vive de Andalucía porque hay gente que se lucra de los trabajadores andaluces"

¿Es una victoria de la izquierda que el tema esté encima de la mesa y que incluso dirigentes del Partido Popular lo hayan asumido en el debate político o le preocupa que finalmente la derecha pueda presumir de haber regulado el turismo?

Si la derecha regula el turismo lo va a hacer obligado porque no tiene interés en hacerlo siempre que vaya en contra de los que se están lucrando. Andalucía no vive del turismo, el turismo vive de Andalucía porque hay gente que se lucra de los trabajadores andaluces. Yo quiero que los trabajadores andaluces del turismo se queden con el beneficio que ellos generan y que los recursos naturales que se están explotando en nuestra tierra para que se lucren los dueños del turismo se queden aquí para proteger nuestro patrimonio y medioambiente.

Hay que darle la vuelta al turismo que se está viviendo en Andalucía. Los trabajadores andaluces tenemos que empezar a vivir del turismo y eso no lo va a hacer la derecha en la vida. Si conseguimos arrancar una victoria, yo no me la apuntaría como victoria de la izquierda, sino del pueblo andaluz.

De forma concreta, ¿qué le sugiere la encuesta que ha realizado la Junta sobre el tema?

Es una encuesta manipulada y dirigida. El muestro no permite sacar ninguna conclusión porque es anticientífico. No se publican las preguntas ni las respuestas, algo que hace hasta el CIS de Tezanos y el Centra de Antonio Sanz. Esta no publica ni el cuestionario. Se mezclan datos de Fuenteheridos, que tiene 600 habitantes, con los de Sevilla para decir que la gente está en contra de la tasa y a favor de los apartamentos turísticos.

Es una encuesta amañada. Además, ellos sacaban la conclusión de que el turismo no genera ningún problema para los andaluces pero al día siguiente en la Diputación de Málaga anuncian una campaña en los colegios contra la turismofobia. Es decir, adoctrinamiento en los centros educativo contra la turismofobia. Si estuvieran tan tranquilos no se inventarían estas campañas.

El diputado andalucista visitó la caseta de lavozdelsur.es en la Feria de Jerez.   MANU GARCÍA
¿Quién tiene más culpa en que no se resuelva el conflicto de Acerinox, la Junta o el Gobierno?

La Junta, el Gobierno y la empresa. Lo que me gustaría es que el Gobierno andaluz y el central estuvieran de lado de los trabajadores. Creo que si ambos tuvieran voluntad sentaban a la empresa y hacían que cumpliera las demandas de los trabajadores, que son cosas de mucho sentido común y con las que no piensan solo en ellos, sino también en los trabajadores futuros de toda la comarca. Después nos apuntamos muchos tantos diciendo que hay que buscar alternativas laborales para el Campo de Gibraltar para parar el problema del narcotráfico y cuando los trabajadores salen para pedir que se mantenga un sistema de fijos discontinuos que da empleo a los jóvenes de la comarca salen el PP y el Gobierno central siendo neutrales. No se puede ser neutral, hay que estar del lado de los trabajadores.

¿Está decepcionado con el Gobierno de España?

A mucha gente de izquierda en Andalucía nos gustaría ver un Gobierno en el que Andalucía tuviera más presencia. Donde por ejemplo no se ignorasen las demandas de la provincia de Córdoba con respecto al cementerio nuclear del Cabril. Es un símbolo que el Gobierno aprobara la ampliación el 28 de febrero. La basura de la basura, lo que nadie quiere y va a estar contaminando durante miles de años, para Andalucía. Tenemos un Gobierno al que le da igual a Andalucía.

Nos gustaría un Gobierno que fuera valiente, pero valiente de verdad y no en el politiqueo y en los tuits de Óscar Puente. Yo no quiero tuits agresivos e insultando de Óscar Puente. A mí no me gusta la agresividad, me gusta que se regulen los precios del alquiler. Me gustaría que se tomaran medidas para arreglar el problema de la inflación con un supermercado público que garantizara el empleo digno y precios dignos para los agricultores. Ese show mediático no me gusta. Ni los días de reflexión. Son cosas de "vamos a pelearnos con la derecha". Son teatro y lo que yo quiero son medidas contundentes que mejoren la vida de la gente. Y este Gobierno no está en eso.

"Yo no quiero tuits insultando de Óscar Puente. No me gusta la agresividad, me gusta que se regulen los precios del alquiler"

Ha mencionado varias medidas. ¿Ve posible alguna?

Si el Gobierno quisiera, sí. Estos últimos años nos han enseñado que cosas que eran imposibles han dejado de serlo. La amnistía era imposible y ahora es posible y constitucional. Un supermercado público, acabar con el cementerio de El Cabril o que se regule el precio del alquiler para que la gente pueda acceder a la vivienda es posible si se tiene voluntad política. Cuando uno está en los mandos de un estado debería tomar medidas valientes para mejorar la vida de la gente. Ojalá la izquierda fuera tan leal a su programa como lo es la derecha al suyo.

¿Usted empatizó con Pedro Sánchez tras publicar esa carta o lo ve como una estrategia electoral?

Yo empatizo con toda la gente que sufre en algún momento la persecución de las derechas. Yo empatizo con él, pero más con los tres del SAT a los que por una protesta sindical les piden seis años de cárcel, los ocho de Puerto Real, Raquel a la que le condena a 5.000 euros por hacer unas declaraciones o con los seis de Zaragoza que han entrado en prisión por ir a una manifestación contra la extrema derecha. Yo empatizo desde Pedro Sánchez a toda esa gente que ha vivido casos muchos más graves. Pero a mí no me gusta el teatro ni el show mediático. Si te tomas cinco días de reflexión es para venir con un programa serio que mejore la vida de la gente. Para la pelea constante entre políticos y el politiqueo conmigo que no cuenten.

¿El capítulo de pertenecer a una coalición más amplia de izquierdas está cerrado completamente en Adelante?

¿Te refieres a Sumar?

A se espacio, en cualquiera de los nombres que adopte.

Tenemos muy claro que nosotros somos una fuerza soberanista de izquierda andalucista que va a tener la independencia de la organización por encima de todo. Autonomía para llevar la voz andaluza donde haga falta y transformar radicalmente las cosas. Lo tenemos clarísimo. Nuestro programa no pasa por supeditarse ni al PSOE ni al PP. Es un programa de transformación que sabe que ninguno de los dos son soluciones a los problemas que tiene Andalucía. No puedo decir más porque es evidente.

No se presentan a las europeas para centrarse en ser alternativa al PP en Andalucía. ¿Pase lo que pase en la política nacional las elecciones andaluzas son las próximas elecciones de Adelante?

No sabemos cómo valoraríamos adelantos electorales en el momento en el que se puedan producir. Estamos preparándonos para ser una fuerza política andaluza de vocación soberanista que viene a transformarlo todo para que la gente viva mejor. Hemos aprendido en el último ciclo que lo que sube muy rápido también baja muy rápido. Nosotros vamos a subir y vamos a ir poquito a poco, con pies en la tierra, con un programa sensato, con gente preparada, con gente con mucha cabeza y con cuadros brillantes. Lo vamos a hacer con un proyecto que no piensa en las próximas elecciones, sino en las próximas generaciones. Eso pasa por afrontar todos los retos que vengan y conforme vaya cambiando la coyuntura política iremos valorándolo.

¿Se dan algún plazo para valorar el éxito de esa estrategia?

Acabamos de terminar un congreso y anualmente tendremos nuestra Asamblea Nacional para reajustar la estrategia. Por supuesto, pero poquito a poco. Nuestro objetivo son las andaluzas. Si se adelantaran las Generales lo valoraríamos porque no renunciamos a nada.

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