Con un gran cuadro de Felipe VI como testigo, en el Salón Colón de la Casa Consistorial de Sevilla, José Luis Sanz se ha proclamado nuevo alcalde de la capital andaluza. “Nos miran los reyes que forjaron nuestra historia”, se encarga de enfatizar quien es ya el tercer regidor de la ciudad bajo las siglas del PP, tras Soledad Becerril (1995-1999) y Juan Ignacio Zoido (2011-2015).
Un alcalde que será “reivindicativo” ante otras instituciones, y “dialogante” con el resto de fuerzas de la Corporación. Tiene que serlo, porque el 28M se quedó a dos ediles de la mayoría absoluta. Con los votos únicamente de su partido (14), a dos de la mayoría, tendrá que pactar para aprobar Presupuestos o sacar adelante iniciativas. Y a todas ellas les tiende la mano. Con el PSOE, con el hasta ahora alcalde Antonio Muñoz al frente, cree que se pondrá “de acuerdo en muchos proyectos”, también con Vox, al que le unen “muchas cosas”, e “incluso”, matiza, con Podemos e IU, que concurrieron bajo la marca Con Andalucía, siempre que se pongan por delante “los intereses de la ciudad”.
José Luis Sanz, que llega a la Alcaldía hispalense tras su experiencia en la de Tomares, deja claro en su discurso de investidura los ejes de su gobierno. Habla de tres temas que le “quitan el sueño”: la mejora de los servicios públicos, que Sevilla tenga seis de los diez barrios más pobres de España y el déficit de infraestructuras de la ciudad. Para todos ellos, asegura, tiene solución.
Para alcanzar la Sevilla que sueña —durante su discurso citó frases sobre la ciudad de Antonio Burgos, Luis Cernuda, Arturo Pérez-Reverte o Antonio Gala—, Sanz mira a la Junta de Andalucía, gobernada también por el PP, con la que se abre una etapa de sinergias que espera que suponga un “revulsivo”, pero también al Gobierno central —“esté quien esté”— para reclamar proyectos como la ampliación del Metro —ya están en marcha las obras de la línea 3— o para pedir “los 400 policías nacionales que nos faltan”.
Sanz anuncia el nombramiento de "alcaldes de barrio" para "recuperarlos y transformarlos"
La mejora de la limpieza viaria, la reordenación del tráfico en zonas críticas de la ciudad, atajar los problemas de inseguridad, habilitar más aparcamientos, mejorar el transporte público y combatir el cambio climático con más zonas verdes son las prioridades del nuevo alcalde, así como “reducir la brecha social con los barrios más desfavorecidos”, habilitar más viviendas, o reclamar grandes proyectos como la SE-40 y la conexión del Aeropuerto con la estación de Santa Justa.
A los barrios —108 tiene Sevilla, desde los que suponen un filón turístico a los seis más pobres del país— les quiere prestar tanta atención que Sanz señala que éste será el mandato de los barrios. Para ello, anuncia la presencia de “alcaldes de barrio” que permitan identificar sus necesidades, y la creación de “un modelo de intervención para recuperarlos y transformarlos”. Un ambicioso proyecto que comienza por reunir a Gobierno central, Junta de Andalucía, al Comisionado del Polígono Sur y a la delegación de Barrios de Atención Preferente que crearará, para abordar estos asuntos.
Otras medidas anunciadas son un “plan de choque” de limpieza, para que Sevilla deje de estar entre las tres ciudades más sucias de España —según una encuesta de la OCU—, “mitigar el efecto del calor” con 25 propuestas que desgranará próximamente o habilitar un “anillo verde” de 45 kilómetros que rodee a la ciudad.
Este sevillano “del barrio de la Alfalfa”, alcalde de Tomares desde 2007 hasta 2021, cuando el PP confió en él para disputarle la Alcaldía al PSOE, que la ha ostentado durante los últimos ocho años —Juan Espadas entre 2015 y 2022 y Antonio Muñoz desde enero de ese año—, recupera la ciudad hispalense para los populares, que tras el 28M gobiernan en las ocho capitales de provincia de la comunidad y en seis diputaciones provinciales.
Unas instituciones amigas que Sanz espera aprovechar para llevar a Sevilla “donde merece”. “Solo me guía la ilusión por mejorar la calidad de vida en todos los barrios de la ciudad”, se encarga de recalcar al inicio de su discurso. “Creo que sé como hacerlo”, agrega, antes de comenzar el capítulo de agradecimientos. A los alcaldes que le preceden, a las autoridades políticas, militares y eclesiásticas presentes, al omnipresente presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno —también presenció la investidura de Bruno García en Cádiz— y a su familia, momento en el que casi rompe a llorar.
Sanz también se acuerda de Alberto Jiménez-Becerril y Ascensión Ortiz, asesinados por ETA hace 25 años. “Será siempre concejal perpetuo de este ayuntamiento. Estamos aquí para proteger y difundir sus ideas y sus valores”, dice en referencia al edil popular, al que la banda terrorista quitó la vida, junto a su mujer.
Este mandato, el nuevo alcalde se propone buscar “nuevas fuentes de riqueza y empleo” para Sevilla, que quiere que siga siendo una “potencia turística”, pero buscando que el sector genere “empleo de calidad” y que el “turismo masivo” no suponga problemas para vecinos de zonas tensionadas, para lo que pretende alcanzar un “equilibrio necesario”.
Que Sevilla sea “capital industrial, aeronáutica, empresarial y tecnológica”, busca Sanz, insistiendo en que “no podemos depender única y exclusivamente del turismo”. Y que siga acogiendo grandes eventos culturales y deportivos —recientemente ha sido sede de los Premios Goya, finales de Copa del Rey y a final de año acogerá la gala de los Grammy Latinos—.
El alcalde quiere que Sevilla siga siendo una "potencia turística", pero buscando un "equilibrio" con la convivencia vecinal
Sanz dice que tiene un “gran proyecto cultural” para la ciudad y que “Sevilla tiene que ser la capital mundial del flamenco” —no sabemos qué pensará su homóloga en Jerez sobre esta afirmación—, sin dejar atrás el patrimonio histórico-artístico y llevando la cultura a los barrios para convertirse así en la “gran capital cultural del Sur de Europa”.
Todo ello, sin olvidar que sea una ciudad “atractiva” para vivir. Para ello anunció la construcción de viviendas que se pondrán a la venta, en alquiler o destinadas a los más jóvenes. Una hoja de ruta, muy definida, con la que los grupos de la oposición están más o menos de acuerdo, según el caso.
Antonio Muñoz, el alcalde saliente y ahora líder de la oposición desde el PSOE, dice que este día se cierra una etapa de ocho años de gobierno socialista, que deja la ciudad “mejor que estaba en 2015”, porque han hecho que “avance, se transforme, se reduzca el desempleo y haya un fuerte escudo social”.
Ser sede de la Agencia Espacial Europea, el comienzo de las obras de la línea 3 del Metro, la rehabilitación de la Fábrica de Artillería, la ampliación del tranvía hasta Santa Justa, la licitación del Tranvibús entre Santa Justa y Sevilla Este, la puesta en marcha de 450 VPO y otras 1.500 preparadas su licitación, las rehabilitaciones en zonas de transformación social, o la ampliación del presupuesto para el contrato de parques y jardines son medidas de las que Antonio Muñoz se siente especialmente orgulloso.
“Hacía décadas que Sevilla no vivía una situación como ésta”, incide el alcalde saliente, que asegura que el PSOE estará vigilante para que “la ciudad no se pare y siga avanzando”. "Dejamos el gobierno con la cabeza bien alta”, incide, con un “ayuntamiento saneado, acuerdos para impulsar infraestructuras, un posicionamiento nacional e internacional sin precedentes, con menos desempleo, más empresas y nuevas oportunidades a corto y medio plazo”.
Muñoz y el grupo municipal socialista estarán “dispuestos al diálogo”, dice, cuando haya que “defender el interés general de los sevillanos”, y enfrente si se alía con Vox para que haya “retrocesos” en políticas LGTBI, culturales o en materia “negacionista del cambio climático”. “Somos la centralidad política de este pleno, ahora debe elegir si mira a la extrema derecha o a nosotros”, le espeta a Sanz.
La líder de Vox en la ciudad, Cristina Peláez, le plantea al nuevo alcalde el dilema contrario: lo apoyarán con sus tres concejales —entre ambos suman mayoría— siempre que defienda postulados como la defensa de la familia o de la vida, “desde su concepción hasta la muerte natural”, y se opondrán a la “infame perspectiva de género”, al “fanatismo climático” o a la "manipulación maniquea de la memoria democrática, que desentierra muertos del pasado para ganar votos en el presente”.
Peláez critica que Sanz anunciara las delegaciones de su próximo gobierno antes de la celebración del pleno de investidura, formando así un “gobierno inestable”. Para la formación de extrema derecha, “es urgente un cambio de políticas, un reto que es imposible realizar en solitario”, por lo que pone sus tres ediles a disposición del PP, siempre que cumpla las premisas descritas.
Susana Hornillo, portavoz de Con Andalucía, la coalición que forman Podemos e IU, empieza fuerte su discurso, pidiendo al nuevo gobierno local que “preste atención a las preocupaciones de la sociedad civil y no siga el ejemplo Moreno Bonilla, que está destrozando la Sanidad publica y pretende convertir Doñana en un desierto”.
Hornillo incide en que la ciudad está “atravesada por la desigualdad”, al tener “uno de los barrios mas turísticos y los más pobres de España”, donde hay constantes cortes de luz. Una red de transporte público potente, medidas para combatir el cambio climático, la habilitación de “pulmones verdes” o contar con más vivienda accesible, topando el precio de los alquileres —“contamos con la mejor herramienta, una Ley de Vivienda, la primera de la democracia”— son las peticiones que le hace a Sanz.
La composición del gobierno, decidida hace días
El recién proclamado alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, no esperó a que llegara su investidura para anunciar el reparto de delegaciones y la distribución de su gobierno.
El jueves, Sanz compareció para anunciar el organigrama de su ejecutivo local, que cuenta con ocho áreas, con cinco tenencias de Alcaldía, de las que dependen cinco delegaciones. Minerva Salas, número 2 de la candidatura, será la portavoz del gobierno local y Álvaro Pimentel, ostentará la presidencia del pleno.
La propia Salas ocupará la primera tenencia de Alcaldía, siendo responsable del Área de Cultura y Deportes, y delegada del Distrito Nervión. La segunda tenencia de Alcaldía es para Juan Bueno, que contará con competencias en Hacienda, Turismo, Participación Ciudadana y Transformación Digital, un área de la que dependerá la delegación de Turismo, que tendrá al frente a Ángela Moreno, también delegada del Distrito San Pablo-Santa Justa.
Álvaro Pimentel estará al frente del Área Cartuja y Parques Innovadores, Economía y Empleo, Comercio y Consumo. El exportavoz municipal de Cs será presidente del pleno y responsable del Distrito Palmera-Bellavista. De esta área dependerá la delegación de Salud y Consumo, Cementerio y Zoosanitario, que liderará Silvia Pozo, también delegada del Distrito Macarena.
Juan de la Rosa tendrá la dirección del área de Urbanismo y Edificios Municipales, además del Distrito Norte, de la que dependerá la delegación de Patrimonio y Edificios Municipales, que dirigirá Amidea Navarro, delegada a su vez del Distrito Casco Antiguo.
Manuel Alés llevará el área de Fiestas Mayores y la delegación del Distrito Triana-Los Remedios, e Ignacio Flores la de Seguridad Ciudadana, Recursos Humanos y Movilidad, de la que depende Movilidad, que llevará José Lugo, también delegado del Distrito Cerro Amate.
La séptima tenencia de Alcaldía será para Evelia Rincón, con competencias en limpieza, arbolado, parques y jardines y medio ambiente, mientras que la octava área estará dedicada a barrios de atención preferente, bienestar social e igualdad, con José Luis García al frente, delegado del Distrito Sur. De ésta área depende la delegación de Familia, Igualdad y Asociaciones, asignada a Blanca Gastalver.
Comentarios