Entre Macarena Olona y el lío de las izquierdas la política andaluza casi se olvida de que Juan Marín sigue siendo el vicepresidente de la Junta de Andalucía. Pese a que la disolución del Parlamento no ha supuesto la ruptura del Gobierno, lo cierto es que Marín no ha acompañado desde entonces a Elías Bendodo en rueda de prensa. Al igual que el resto, el líder de Ciudadanos ha comenzado la etapa de las entrevistas y los canutazos para intentar conseguir un buen resultado.
Marín también reclama su atención a pesar de que las encuestas le dan parlamentarios a duras penas. El actual vicepresidente ha hecho de su baza la compañía que tendrá Juan Manuel Moreno, al que directamente le ha quitado las opciones de un gobierno exclusivo del Partido Popular, "sabe que no va a poder gobernar en solitario", ha querido dejar claro en una entrevista en TVE. Para Marín se abren dos escenarios, o una coalición con Ciudadanos y repetir el Gobierno actual, o una con la "extrema derecha", un calificativo para Vox al que le ha cogido gusto recientemente. Porque para el líder de Ciudadanos es imposible que el PP logre la absoluta.
"Él sabe perfectamente qué es lo que tiene que decidir", ha dicho Marín del presidente de la Junta y se ha mostrado convencido de que los andaluces quieren que Cs "siga cuatro años más en Gobierno andaluz". Así, ha indicado que Cs aspira a que se reedite el actual acuerdo de gobierno con el PP-A, porque está claro que Andalucía no va a seguir creciendo si Ciudadanos "no está" en el Ejecutivo autonómico. Al mismo tiempo, ha denunciado que el Partido Popular en España pretende "blanquear a la extrema derecha" de Vox con los acuerdos que se han alcanzado en las comunidades de Madrid y de Castilla y León.
Las palabras del vicepresidente han sido respondidas por Elías Bendodo desde San Telmo que ha vuelto a incidir en la voluntad de ganar que tiene su partido. Además, Rogelio Velasco, consejero de Transformación Económica nombrado por Ciudadanos como independiente, también ha abierto la puerta a repetir la próxima legislatura, aunque lo condiciona a un nuevo Gobierno de coalición, algo que parece improbable.