Este martes 3 de diciembre, la previa al 4D andalucista, la Junta firmaba un protocolo con el presidente de la Fundación Alejandro Rojas Marcos, cuyo presidente es el propio Alejandro Rojas Marcos. Una persona, el exalcalde de Sevilla, que es protagonista del tránsito hacia el andalucismo de Juanma Moreno Bonilla. En 2022, sentados frente al panel donde se anotaron los votos favorables para el Estatuto de Autonomía aquel 28 de febrero, Moreno prometió al antiguo jefe del PA que la Junta declararía el 4D como Día de la Bandera.
Aquel encuentro fue la presentación del libro Por un poder andaluz. Historia del Partido Andalucista. Entonces, en su habitual tono mordiente, Rojas Marcos le venía a reprochar a Moreno que perteneciese a un partido estatal. Moreno le contestaba así: "Los partidos, afortunadamente, han evolucionado. Los partidos políticos nacionales se han dado cuenta de que, en un país descentralizado, solo se puede funcionar respetando a quien sabe interpretar los anhelos de su tierra. Y mi tierra es Andalucía". Eso, sumado a otras frases, como que "primero va Andalucía, después mi partido", han ido marcando una identidad propia del PP andaluz que en cuarenta años no había tenido. "¡Un flechazo, un enamoramiento!", según describía Rojas Marcos.
En la bandera andaluza se siente cómodo Juanma Moreno. El partido que, por ideario, se manifiesta en el Parlamento más andalucista es Adelante Andalucía. Es lo más parecido que la sede de la soberanía andaluza ha tenido en su interior desde que el PA perdiera su representación. El resto son partidos estatales, aunque las últimas coaliciones de la izquierda cuentan también con el apoyo de otros grupos. Pero por autorreferencia y autonomía, Adelante, al no haber logrado representación hasta ahora la refundación del PA en AxSí, es lo más andalucista de la cámara autonómica. Pues en cada cara a cara entre el portavoz de Adelante, José Ignacio García, Juanma Moreno acaba siempre pidiéndole lo mismo: pidan con nosotros más financiación para Andalucía al Gobierno central.
Y es que este 2024 es el año de la financiación. En unos días se celebrará la esperada Conferencia de Presidentes, que reunirá a Moreno y sus homólogos autonómicos con Pedro Sánchez. Desde el pacto entre el PSC y ERC para la Generalitat, la Junta no para de señalar que muchos, casi todos los problemas de Andalucía, se solucionarían con 1.500 millones más al año, tras un fondo de transición. En el fondo, es el recurrente reclamo de la deuda histórica, que Andalucía nunca esté por debajo de la media de financiación por habitante o por extensión respecto al resto de autonomías.
Es un argumento sólido porque es económico. Porque sirve para enviar un mensaje a la ciudadanía cuando un servicio público, sea educación o sanidad, no funcionan. Porque no es una cifra menor. Porque apunta a la responsabilidad del Gobierno, Pedro Sánchez, y a sus pactos asimétricos con Cataluña "para mantenerse en el poder", como suele decir la portavoz de la Junta, Carolina España. Esa es hoy una de las grandes banderas andalucistas de Juanma Moreno, algo que va a marcar el año y medio que queda de legislatura hasta las elecciones de 2026.
"Primero va Andalucía, después mi partido"
Asimismo, el 4D es cierto que no convencerá a todos por igual en el Partido Popular. Porque no ha sido el estado natural de las cosas proponer que los colegios se llenen de desayunos de pan con aceite, y de niños en el patio ondeando la blanca y verde. En eso, Moreno está transformando a un PP clásico que tantas veces receló de la instrumentalización del PSOE de este tipo de arranques andalucistas. Porque, decía Moreno, hay que hacer un esfuerzo "tranversal" para que la bandera no esté monopolizada por "un partido" durante décadas, en referencia al PSOE andaluz.
Sus detractores acusan y acusarán a Moreno de hacer un uso "obsceno" de ese andalucismo. O más bien 'verdiblanquismo', arrimarse al andalucismo por interés. Este 4D, Moreno recibe al actor Paco Tous para el acto de homenaje a la bandera, una recepción en el Palacio de San Telmo como el de la bailaora Sara Baras el pasado 2023. Un discurso de emociones. "Cuando salga del cóctel, guardará el traje andalucista hasta el año que viene", dicen los socialistas.
Pero no es menos cierto que la Junta de Moreno ha presentado un grupo de trabajo para la promoción del habla andaluza, el acento. Lo promocionará en colegios, universidades. Con el objetivo de prestigiarlo, de no esconderlo. Estoy muy orgulloso de ser andaluz, de todo lo andaluz y de todas las maneras posibles de decirlo, y cada vez que oigo hablar a un paisano, como se habla en su pueblo o en su barrio, siento las raíces de mi tierra creciendo bajo mis pies", decía Moreno en un acto, de nuevo con Rojas Marcos. El que le ha pedido alguna vez que monte un partido andalucista de derechas, al estilo del PNV. Seguimiento tendría, parece. En algunas cuestiones, le bastaría hacer lo que ya está haciendo.
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