"Los servicios públicos están peor que nunca. Cuando llegue el momento de votar, usted perderá las elecciones por la sanidad. Nos veremos entonces". Con su dedo señalando hacia Juanma Moreno, Juan Espadas remataba así su intervención en la sesión de control del Parlamento celebrada este pasado jueves. Es el resumen de la actualidad política andaluza y consecuencia directa de que gobierna un partido con mayoría absoluta: la oposición va ya en tromba, todos a una, una vez finalizada la primera mitad de la legislatura.
Y todo, en un contexto en el que esta semana se conocía el informe de la Red Andaluza de Lucha contra la Pobreza: 3,2 millones de andaluces están en riesgo o directamente en exclusión social. En cuatro de los cinco indicadores, Andalucía está a la cabeza. Es el 37,5%. Y lo peor es que la cifra se ha incrementado 1,7% en un año. El 13% de los hogares andaluces tiene ingresos de menos de 611 euros. El 24% no puede mantener su vivienda con temperatura adecuada, frente al 11% de hace 4 años. Más de la mitad expresa que no llega a fin de mes, el 57%.
Contra todo ello ha estado lidiando la Junta en las dos sesiones parlamentarias de la semana. Y Manuel Gavira, de Vox, se preguntaba qué pensaría aquel Juanma Moreno de antes de ganar las elecciones, advirtiendo que ha rescatado los diarios de sesiones de aquel tiempo en que hacía oposición a Susana Díaz. Por los cuatro costados de la oposición (PSOE, Vox, Por Andalucía y Adelante), este mensaje cada vez cala más: ¿qué pensaría?
Y en ese balance, duras fueron también las palabras de Juan Espadas sobre la dependencia. Una marcha esta semana desde Málaga hasta Sevilla reclama que se reduzcan las listas de espera, de 609 días (280 más que la media nacional del resto de comunidades) desde la petición hasta la resolución definitiva del expediente. Más de 50.000 personas han fallecido esperándola, insistía la oposición. Y cuando Juanma Moreno recordaba que hay más beneficiarios ahora que antes, la oposición le desmontaba: hoy Andalucía recibe el doble de fondos que hace seis años (cuando cambiaron los colores políticos tanto en Junta como en Gobierno central), y que precisamente Moreno había sido secretario de Estado del área. La Junta también declara: llegaron a ser 1.600 días de espera en 2015 y que las prestaciones crecen, 145.700 beneficiarios más que cuando llegaron a la Junta. O que para las plazas de residencia la Junta aporta de media 1.600 euros y el Gobierno central apenas 130.
En su intervención de respuesta a Espadas este jueves, Moreno tiraba uno de los muchos dardos que suele lanzar: "Le veo en campaña interna". Y le recordaba que el PSOE ha perdido ya cuatro elecciones seguidas en Andalucía. "Los andaluces saben lo que ha pasado durante 40 años en la sanidad, en dependencia, en corrupción, los ciudadanos no olvidan tan fácilmente".
Eso sí, algo que sigue marcando, y seguirá haciéndolo la legislatura, es la figura de Pedro Sánchez. Tanto PP como Vox insisten en ello porque ven que no pinchan en hueso. "Usted no es libre para reclamar lo que reclaman los andaluces", le decía Moreno a Espadas respecto a los 1.500 millones de infrafinanciación. "Todo para defender a Sánchez. Vaya más allá de los argumentarios de Ferraz, defienda de una vez Andalucía".
Las elecciones que mencionaba Espadas no llegarán hasta 2026. La carrera es larga y ya empezó. Hacía mucho tiempo que un partido no gobernaba en solitario, así que el PP se encuentra muy solo para recibir golpes. Y como aún quedan dos años y no hay prisas, actualmente el objetivo es imponer relatos. Imponer el marco. No consiste en una partida de ajedrez donde dos oponentes buscan la mejor estrategia, el mejor gambito, una buena apertura o una defensa. En este momento, el tira y afloja va de que en lugar de ajedrez se juegue a damas o al parchís, cambiar directamente el tablero. El del PP es hablar de financiación y de Pedro Sánchez. Y el de la oposición es poner sobre la mesa los problemas de los andaluces, el incremento de la pobreza o las listas de espera de sanidad y dependencia. Y, sobre todo, aplicarle el sentido crítico que siempre tuvo el PP en la oposición. Porque después de más de un lustro de Gobierno, el desgaste y el argumento de que el PP no acaba de llegar, que ya es hora de hacer un balance completo, está en la calle.
Uno de los elementos a los que habrá que estar atentos en los próximos días es la presentación de los presupuestos. Moreno trazó líneas en el Parlamento: desempleo, situación de la población rural, estar preparados para las tensiones geopolíticas, y todo sin saber las reglas fiscales a falta de presupuesto estatal. Y que la prioridad serán los servicios públicos, pero también ayudar al tejido productivo. "Confianza, credibilidad y compromiso", resumía Moreno. Parece que no habrá grandes gastos más allá de lo conocido. Será uno de los últimos presupuesto que lleven la huella de los fondos europeos. Este viernes, la consejera de Salud, Rocío Hernández, acudía a Cádiz. Y habló a futuro del segundo hospital como una realidad, pero sin aportar nuevos datos, sin avances reales. Aún resuena el 'Juanma lo haría' con el que el PP se retrató en el descampado. Era el Juanma de la oposición. Y lo van a rescatar sus oponentes.