Los jueces han salido a protestar este martes. No los abogados (solamente), o los procuradores (solamente), sino los jueces y magistrados españoles. En Sevilla, se han concentrado ante las puertas de los juzgados del Prado de San Sebastián. La noticia, en sí, a algunos pudo coger desprevenidos. Pero la clave estaba en la letra pequeña. Porque acudieron los magistrados enfundados en togas con puñetas, esas bandas blancas al final de la manga.
No es la primera vez que protestan los jueces, pero sí la primera que no lo hacen sobre cuestiones puramente laborales. Y, aunque las asociaciones de magistrados dan a conocer sus puntos de vista a través de comunicados, sí es la primera que un juez decano de Sevilla emitía una circular interna contra una decisión política, el acuerdo entre partidos para aprobar la ley de Amnistía. De ahí que no fuera la de Sevilla una protesta más, sino que seguramente no tiene precedentes en la actual democracia.
"La independencia judicial es fundamental, porque los jueces solo están sometidos al imperio de la Ley, y los ciudadanos deben entender que sus derechos y libertades quedan protegido por los jueces", señalaba Francisco Guerrero, el juez decano que emitió la hoja de convocatoria, donde se mencionaba el 'lawfare' o 'judicialización de la política'. O lo que es lo mismo, la acusación realizada por Junts (aunque no aparezca en el documento suscrito por el PSOE directamente) de que la Justicia fue instrumentalizada en los juicios por el 'procés'.
En la plaza frente al edificio principal de los juzgados se reunieron decenas y decenas de profesionales de la Justicia, tanto públicos como privados. Acudió Mercedes Alaya, conocida ampliamente en Andalucía por ser primera instructora del Caso de los ERE y de la pieza de Mercasevilla, que ha rechazado dar declaraciones a la prensa. Curiosamente, una jueza que también fue acusada de practicar ese citado 'lawfare' y que acabó con la absolución del dirigente de IU en Sevilla y teniente de alcalde Antonio Rodrigo Torrijos, que incluso vivió su imputación a días de las elecciones municipales de 2011.
La gran pregunta realizada a Francisco Guerrero versó sobre si la institución se estaba 'mojando' en un asunto político. "No se trata de tomar partido o no, son principios mínimos en orden de preservar el estado democrático de derecho, la división de poderes y la independencia judicial", insistió Guerrero. "Es un deber categórico y ético mostrar la preocupación de los miembros del Poder Judicial". Esa "preocupación" es la de que no se está respetando la independencia judicial y el principio de división de poderes. "Ese es el motivo de la concentración", insistía Guerrero.
Preguntado sobre si la Ley de Amnistía le parecía inconstitucional, Guerrero bajó el discurso a la realidad del procedimiento: "¿Qué norma?", respondió irónico y con una pregunta. Es decir, si bien se concentraron sobre un acuerdo entre partidos, echó balones fuera para hablar del proyecto de la citada amnistía. "No entro a valorar la Ley de Amnistía, que en su caso tendrá su desarrollo parlamentario, y su pertinente aplicación".
Óscar Fernández León, decano del Colegio de Abogados, indicó que recibió la invitación y "hemos puesto en conocimiento de nuestros compañeros" la convocatoria. "Hemos decidido acudir en apoyo, porque consideramos que se pudiera vulnerar la separación de poderes y la independencia judicial". "Si después no existe esa quiebra, pues bien, pero hoy hemos considerado estar aquí. Queremos una separación de poderes, desde una perspectiva jurídica". Teresa Rodríguez Linares, como decana del Colegio de Procuradores, se sumó a la postura de los abogados "apoyando la Constitución y rechazando la instrumentalización del Poder Judicial".
El acto, que pasará probablemente como una noticia más en la previa al debate de investidura de Pedro Sánchez, que se inicia este miércoles, ha sido una toma de postura trascendente donde no se ha criticado tanto el acuerdo político, según mostraban los asistentes -el problema no es pactar con Junts, venían a decir-, sino que una amnistía les deslegitimaba, a ellos como operadores, y a toda la ciudadanía como sujetos dentro del estado de derecho. La asociación de magistrados Juezas y Jueces para la Democracia, que sí ha tomado partido contra la amnistía, ha decidido no acudir a la concentración.
Un expresidente de la Junta, invitado 'sorpresa'
Para reforzar a los profesionales de la Justicia ha acudido el expresidente de la Junta José Rodríguez de la Borbolla. Invitiado inesperado, en los últimos tiempos ha sido cada vez más crítico con la dirección socialista, aunque, con todo, asegura que sí voto en julio a Pedro Sánchez porque pensaba que "no llegaría a esto". "No me digan que se puede cambiar de opinión, porque se puede cambiar de opinión, pero no cambiar de alma. Atacan a la integridad de una sociedad que vivía en tranquilidad, y hoy está crispada y dividida". En la reciente Feria del Libro de Sevilla, fue el presentador de Alfonso Guerra, donde también se cargó contra la actual dirección socialista.
Rodríguez de la Borbolla fue más atrás en el tiempo. Cargó contra las primarias, instituidas hace ya casi una década y que dieron la Secretaría General del PSOE a Pedro Sánchez. "Una persona a la que no se le conocen méritos, en una campaña de tres semanas es el más votado, y a partir de ahí es un señor feudal, que controla el aparato, que no pastorea a los militantes, que no tiene contacto con la gente".