La Junta fía a los tres últimos meses del año la ejecución presupuestaria de la que duda la oposición

El PP y la izquierda se contradicen en la cifra de cuánto se gastó en 2023. A septiembre de 2024, se han gastado dos tercios de lo que reflejan las cuentas del año actual

La sesión del Parlamento que ha tratado la ejecución presupuestaria, en su inicio con un minuto de silencio.

El Parlamento está calentando este miércoles para la que será una de las sesiones más importantes del año: la presentación de los presupuestos el próximo miércoles 13 de noviembre. Un calendario que se ha ajustado para que 2025 se inicie con las cuentas en vigor. Adelante, Por Andalucía y PSOE realizarán enmiendas a la totalidad, mientras que Vox realizará enmiendas parciales. La Junta dice que estudiará toda propuesta, negociando partidas y no tirar exclusivamente de la mayoría absoluta. 

Pero la enmienda a la totalidad para la oposición es algo más que el trámite parlamentario. Porque lo que la oposición está denunciando es que presentar presupuestos es para nada si luego se incumplen. Las formaciones de izquierdas advierten de miles de millones, 10.000 millones en los dos últimos ejercicios, sin contar el actual, que no se emplearon. El PSOE ha destacado, por ejemplo, 1.000 millones en 2023 para Agricultura, o más de 600 para la Consejería de la Educación.

La consejera portavoz y responsable de Hacienda, Carolina España, ha dado cuenta del desarrollo presupuestario pero ha sido clara: en el último trimestre es cuando más se ejecuta. Una vez llegue el 31 de diciembre, podrá empezar a responder. Pero hay además dudas sobre las cifras, porque España ha asegurado que se ejecutó en 2023 más del 98%. Una contradicción que emana de las frías cifras, interpretadas por unos y por otros. Nada más interpretable que un número teóricamente objetivo. En 2024, hasta septiembre, está en el 68%, según la Junta. Quedan unos 15.000 millones del presupuesto de 46.000 millones. Cifra similar, dice la Junta, del último Gobierno socialista de 2018, en el 66%.

Desde Por Andalucía, Inmaculada Nieto, ha acusado a la Junta de generar "expectativas frustradas" al situar en casi 5.000 millones el desuso de fondos presupuestados en 2023. Ha dado margen para 2024, aunque también desconfía de que se pueda realmente gastar todo lo previsto en las propias cuentas de la Junta, su hoja de ruta para el año. "Los datos son de ustedes. Aquí sobraron 4.600 millones". Así, señala la izquierda, "no ayuda a la gente". "Con el dinero que se queda en los cajones, se quedan las oportunidades de revitalizar social y económicamente Andalucía".

Por parte de Vox, Cristina Jiménez ha acusado también a la Junta de incumplir en transparencia, y ha alertado de que la Consejería de Industria apenas tiene un 15% de ejecución, o de Fomento, con apenas el 35%. "Ahí están las deficiencias de Andalucía". "Acometan verdaderamente las inversiones para crear riqueza, empleo y bienestar".

La diputada socialista Alicia Murillo lamentaba que la Junta "se retrata con autobombo". "Ponen un presupuesto pero ejecutan otro desde que tienen mayoría absoluta". Algo que también va en la otra dirección, la de superar lo presupuestado en áreas como "la sanidad privada". Dinero que deja de gastarse en cauces, carreteras o colegios. "Para solucionar la sanidad, la educación y la dependencia, Juanma Moreno dijo que están al tope, pero dejan los fondos sin ejecutar".

Carolina España, en el turno de respuesta a los grupos, al igual que el parlamentario que tomó voz por el PP, Juan Antonio Márquez, insistían en el reproche a los socialistas y en defender las cuentas como "históricas"."Ustedes dejaron en la ruina a Andalucía, pero nuestro modelo es bajar impuestos a los trabajadores, crear empleo, lideramos la bajada del paro, crecemos más que nunca, más que la media de España. Llevamos cinco años, pero es que nos dejaron una tierra en la ruina". Tras un repaso de cifras, como el aumento en sanidad desde 2018, alrededor de un 40%. "Devuelvan los 1.522 millones que nos quitan cada año" con el sistema de financiación.

En definitiva, un primer encuentro, o desencuentro, a la espera de que los presupuestos se sigan desgranando. Y la oposición, parece, se centrará en que da igual lo que la Junta presente si luego no lo respeta.