Los dos primeros fichajes de la Junta para incorporarse como delegados provinciales (puestos políticos de rango inferior a las consejerías dedicadas a una provincia concreta) no son funcionarios, como dijo Elías Bendodo y repitió todo el Gobierno andaluz hasta la saciedad, y por ende, no serán a coste cero, sino que se destinarán nuevas partidas para sus salarios. De hecho, además de no ser funcionarios, son directamente cargos de los dos partidos del bipartito: un alcalde del PP (José Antonio Vízquez, La Yunquera, Málaga) y una coordinadora de la vicepresidencia (Mónica Alejo, de Cs).
De esta forma comienza la remodelación de áreas intermedias del Gobierno andaluz, que apaga el fuego de la crisis de Gobierno que se planteó este verano y para la que el PP no se sintió cómodo de ejecutar, a pesar de las presiones de Juan Marín, que quería hacer una limpieza en favor de sus corrientes en el Ejecutivo, y de ampliar el porcentaje de consejerías del partido naranja.
Según ha informado Sur, el alcalde de La Yunquera será nombrado este martes delegado provincial de Desarrollo Sostenible, una de las carteras (la de Carmen Crespo) que se desdobla en las provincias del total de cuatro por cada una, y que suman, en total, 32 nuevos cargos políticos provinciales al servicio, por un lado, de sus respectivas consejerías, y por otro, de sus delegados provinciales, de los representantes de la presidencia andaluza en cada zona. En el caso de Víquez, es muy cercano al consejero de Presidencia, Elías Bendodo.
Asimismo, por Ciudadanos entra Mónica Alejo, que ya contraba con un alto cargo como representante de la vicepresidencia de Juan Marín para la provincia de Málaga, que fue algo cargo del grupo de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Torremolinos, y que se hace cargo de Regeneración, Justicia y Administración Local, que se desgajará de la de Turismo (las competencias de Marín).
Hay que recordar que, en una charla interna de Ciudadanos, la consejera andaluza de Ciudadanos Rocío Ruiz fue pillada señalando que era partidaria de cubrir las nuevas delegaciones "gente de base del partido", "gente nuestra", y que "no le pongan como condición que sean funcionarios".
De esta forma, queda más que visto que, una vez se aprueben las remodelaciones de Málaga, quedará claro que la Junta no dijo la verdad cuando reconoció haber puesto en marcha esta iniciativa de dar responsabilidades políticas a funcionarios porque suponían un coste cero, y que de otra forma no la habría puesto en marcha. Son los dos primeros nombramientos de los muchos que faltan, por lo que aún podría darse el caso de que alguno de los nuevos cargos sí fueran funcionarios. Pero, por el momento, ya son dos políticos de los dos que se han nombrado. Un 100% de desacierto en aquellas palabras y promesas de Bendodo.