"Verde, blanca y verde...", decía el himno no oficial de Andalucía compuesto por Carlos Cano. "Amo mi tierra, lucho por ella. Mi esperanza es su bandera...", seguía la canción. "Me despiertan cercanía y verdad, que en estos tiempos no es poco", confiesa Teresa, natural de San Fernando y de 56 años de edad, momentos antes de que empiece el mitin de Adelante Andalucía en Jerez. Teresa viene de la mano de la amiga de su hija, Marta, de 19 años. "Venimos con mucha ilusión", dice la joven, al tiempo en que la otra califica de "caciquismo" los casi 40 años de gobierno del PSOE en Andalucía. "Espero que no continúe. Ya es la hora del cambio", agrega.
Son casi las seis de la tarde. Una marcha de personas se va amontonando en el Salón de los Espejos del club Nazaret. Jerez ha sido el municipio escogido de la provincia de Cádiz para llevar a cabo el único acto de campaña de la confluencia de izquierdas. A minutos de comenzar, la gente se queda sin sillas de plástico. No importa, se apoyan en el palo donde ataron la bandera de Andalucía junto con la republicana.
"Ay, qué bonica verla en el aire, quitando penas, quitando hambres...", cantaba Cano. Una letra que escribió en 1973 y que hoy representa el escenario identitario de Adelante Andalucía. El verde rezuma, los andaluces agitan la verdiblanca con ilusión, espantando la miseria de una comunidad con la cara enrojecida por las cifras de pobreza. "El 96% de los contratos que se hacen cada mes, son de una semana", destaca durante su intervención Alberto Garzón, coordinador federal de Izquierda Unida. "60.000 millones para rescatar a los bancos, seis veces lo que se emplea en sanidad pública. Y todo, porque así lo han querido los gobernantes. Cuando se externaliza la sanidad, como en Andalucía, esta se empobrece, se encarece. Pero eso no es socialismo, es susanismo", enlaza.
"Tenemos que echar a Susana de San Telmo. Lo único que ha hecho es devolvernos al furgón de la cola de Europa", comparte Antonio Maíllo, candidato a la Vicepresidencia de la Junta de Andalucía con Adelante Andalucía. "El socialismo se ha convertido en un tapón de la identidad y de la libertad del pueblo andaluz", manifiesta Víctor, originario de Tarifa y de 63 años de edad. "La ha convertido en una pandereta de los señoritos", continúa el que fuera secretario local de Podemos en Tarifa, rodeado de sus amigos Manuel, de 54 años, y Chema, de 69, a las puertas del mitin en el Salón de los Espejos.
"En los pueblos está la cosa difícil. Pero cuando venimos a estos macroactos nos llena de ilusión, vemos que somos más", expresa Víctor, y es que, según cuenta, sus vecinos tienen mucho miedo a identificarse con un partido "que está tan denostado por los medios de comunicación". "Sentimos un poco de rechazo, de señalamiento en el pueblo. A la gente le da reparo, pero sabemos quien está con nosotros cuando por la calle nos guiñan en señal de que nos van a votar", cuentan los tarifeños. Se trata de ese miedo a lo desconocido, como decía aquella frase hecha de "más vale malo conocido que bueno por conocer".
"Vendían que íbamos a ser un desastre. ¿Sabéis cuál ha sido el balance? Que teníamos que llegar nosotros para que las instituciones se respetasen, para abrir puertas y ventanas, para construir...", manifiesta Íñigo Errejón, candidato por Podemos a presidir la Comunidad de Madrid en las próximas elecciones autonómicas de 2019. Es por ello que en su discurso, alienta a que todos los presentes convenzan a amigos, compañeros, familiares, de que "sí se puede". Lema que no dudaron en corear en más de una ocasión.
El Salón de los Espejos, con un aforo de 800 personas, se queda pequeño. Más de 1.000 personas, de todas partes de la provincia de Cádiz, se concentran en Jerez. La gente se queda de pie, en los laterales de la sala, al fondo o en mitad del pasillo. Hay gente que ni puede entrar, incluso un seguridad arbitra la entrada de personas. Hasta tienen que abrir las puertas de emergencia para que entre un poco de aire. Aire que le falta a Capitán Cobarde durante su actuación.
"Cómo relucen las amapolas de Andalucía trabajadora...", continuaba el himno no oficial de Andalucía. Capitán Cobarde, artista sevillano anteriormente conocido como Albertucho, representa ahí solo, encima del escenario, a la Andalucía apañá, que con tan solo dos manos y dos pies, es capaz de hacer más de una cosa a la vez: cantar, tocar la guitarra, la armónica y el tambor.
"Quiero una Andalucía con más puestos de trabajo", reivindica Marta, la joven isleña de 19 años. "Me gustaría que los jóvenes tuvieran oportunidades en su tierra. Si una tierra se queda sin jóvenes, se queda sin futuro", expresa Amparo, de 60 años de edad, que ha venido al acto desde Trebujena en autobús con 55 vecinos. Consuelo, jerezana de 78 años, coincide con ella.
"Más trabajo. Me preocupa que se acaben las pensiones, sí, pero si no hay trabajo, las criaturas no pueden cotizar", dice Consuelo, que aprendió a leer y a escribir ya de mayor. "Me he sacado el graduado ahora y he escrito un libro sobre mis recuerdos", sonríe, al tiempo en que asegura que "ojalá hubiese nacido ahora, no que he vivido un tiempo de patriarcado..." Consuelo quiere una Andalucía próspera, con trabajo y sin tópicos.
"Os pido confianza, algo que no está muy de moda. ¿Os imagináis un mundo que fuera de confianza?", se dirige José Ignacio García, máximo responsable de Podemos en la provincia de Cádiz y número dos de Adelante Andalucía por Cádiz, a todos los presentes. "Tenemos el peligro de que se normalice lo que no es normal", continúa para denunciar la situación que está sufriendo la camarera de piso Manuela Vargas que lleva casi 70 días a las puertas del hotel Tierras de Jerez para que el gerente le pague el dinero que le debe. "No es normal lo que está viviendo Manuela Vargas. Miserable, el dueño del hotel", vocifera..
"Qué alegres cantan las golondrinas, tierra sin amos, tierra de espigas...", decía otra de las estrofas de Verde, blanca y verde. "En Despeñaperros hay un muro de contención contra los señoritos, los poderosos... Apelo a las mujeres andaluzas, a vuestra resistencia. Vamos a parir juntas la nueva Andalucía", reclama Ángela Aguilera, cabeza de lista de Adelante Andalucía en Cádiz. "Somos una barrera infranqueable contra las derechas, no vamos a gobernar con Susana Díaz. Somos una alternativa al susanismo sin pasar por las derechas, ese es nuestro objetivo", asegura una y otra vez Teresa Rodríguez, candidata a la Presidencia de la Junta de Andalucía, que sube al escenario al grito de "¡Presidenta, presidenta!".
"La vida la ponemos siempre en el centro", dice Rodríguez. Una frase sencilla que aglutina los ideales de un partido que está con el feminismo, el colectivo LGTBI y con los inmigrantes y emigrantes "porque Andalucía es lo contrario a unas fronteras. Andalucía es una memoria de resistencia", señala Pilar González, por Primavera Andaluza. "Traemos la memoria de la alegría. Venimos con el hilo verdiblanco y queremos crear un telar, tejer una identidad", sigue González.
"Amo mi tierra, lucho por ella. Mi esperanza es su bandera: verde, blanca y verde. Verde, blanca y verde...", terminaba la canción. Una esperanza que cubre a todos los andaluces, desde el más chico, hasta el mayor. Desde Almería, hasta Huelva, pasando por el Campo de Gibraltar, desde la mujer que barre la casapuerta, hasta el realizador audiovisual que quiere seguir trabajando en su tierra.
Adelante Andalucía tiene el poder de apropiarse de la identidad andaluza. De ilusionar, de contagiar la esperanza a un pueblo que quiere crear alternativas al paro, a la desindustrialización, contaminación y ninguneo del centralismo, que no han sabido construir los mismos que han gobernado la Junta durante 37 años seguidos. "¡Viva Andalucía libre!", grita Teresa Rodríguez. "¡Viva!", vociferan más de 1.000 personas. "Vamos a ganar, no ni ná", apostilla Inmaculada Nieto, la número tres en la candidatura de Adelante Andalucía por Cádiz.