La liquidación en Ciudadanos es real. Ya no sólo en sus cientos de locales puestos a la venta para ahorrar después de haber quedado sin representación en numerosos territorios. También en capital humano. La fuga de líderes del partido no para desde que se quedara fuera del Parlamento de Andalucía el pasado junio. La última baja en conocerse ha sido la de Marta Bosquet, ex presidenta de la Cámara andaluza, según ha adelantado ABC.
Bosquet se presentó a las últimas elecciones como número dos en Sevilla, tras Juan Marín, después de haber concurrido en las legislaturas anteriores por la provincia de Almería, su tierra natal. El objetivo era apurar al máximo las opciones de lograr representación por parte de los naranjas. Unas opciones que únicamente se concentraban en Sevilla y Cádiz.
Aquello no ocurrió y Bosquet ha tomado el mismo camino que otros tantos dirigentes de la formación, abandonar el barco antes de que se hunda al completo. Se puede decir que sólo queda el capitán, Juan Marín. Marín es de los pocos que mantiene su militancia en el partido aunque lo hace con el futuro ya asegurado de la mano del PP. Su nombramiento como presidente del Consejo Económico y Social de Andalucía no ha sentado bien entre sus compañeros de filas. Sin embargo, públicamente desde Madrid han quitado hierro al asunto en pleno proceso de refundación.
Bosquet se dio de baja hace unas semanas. Pese a ello, no ha sido - de momento - de las afortunadas en tener un nuevo cargo en la Junta de Andalucía o en los órganos de extracción parlamentaria como sí ha pasado con algunos de sus excompañeros. En el primero de los casos se encuentran los dos portavoces naranjas de la legislatura: Sergio Romero y Teresa Pardo. En el segundo, la que fuera consejera de Igualdad, Rocío Ruiz, que pasará sus próximos años en el Consejo Audiovisual. Además, Rocío Blanco, consejera de Empleo, fue la única del cupo de Ciudadanos - aunque no era militante - en repetir en el Gobierno.