Más de 700 bomberos del Infoca, a la calle tras el verano más duro: "La situación es la misma que todos los años"

Los bomberos forestales del Plan Infoca han vuelto esta semana a las calles para reivindicar condiciones laborales dignas y el fin de la temporalidad

Movilización de los bomberos del Infoca.

Esta semana han comparecido el consejero de Presidencia, Antonio Sanz, y el consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, Ramón Fernández Pacheco. El motivo era la valoración de la campaña de riesgo extremo de incendios en Andalucía tras reunirse en el comité asesor del Infoca. Tras el encuentro, las palabras de los dirigentes de la Junta fueron de agradecimiento a los bomberos forestales y de puesta en valor del dipositivo. "El personal de Infoca goza de gran prestigio, dentro y fuera de Andalucía e incluso de España" señalaba Fernández Pacheco después de realizar un agradecimiento "a todos aquellos hombres y mujeres del dipositivio Infoca que se han enfrentado al fuego en condiciones extremas de calor".

Sin embargo, la realidad del colectivo sigue siendo bien distinta como para poder permitirse determinados triunfalismos. No hay que irse demasiado lejos. El pasado miércoles, un día antes de que la Junta mostrase su satisfacción, cientos de bomberos forestales perteneciente al Plan Infoca de la Agencia de Medio Ambiente y Agua (AMAYA) de la Junta de Andalucía volvieron a las calles de Sevilla para exigir derechos laborales. No es algo nuevo ya que se sucede año tras año. Gran parte de la plantilla del Infoca es temporal, por lo que al terminar la temporada de verano, se quedan sin empleo. Muchos tienen que buscarse la vida. Además, al ser constantemente contratados y despedidos no pueden tener representación sindical. "No tienen interlocución con nosotros", expresan los trabajadores sobre la Junta.

Juan Ramos es es bombero forestal especialista eventual en Infoca y portavoz de Movimiento Infoca y desmiente de forma tajante los anuncios que la Junta ha hecho a lo largo del año sobre la estabilización laboral, "la situación es la misma que la de todos los años, venden cosas que nos indignan y son falsedades" y aclara que lo único que se ha producido es un "cambio de nombre" en los contratos forzados por la reforma laboral aprobada por el Gobierno de España. Luis Amaro, otro de los implicados en las movilizaciones, señala que es algo que se viene dando desde 2009 y que, aunque en 2016 empezaron algunas estabilizaciones han sido "a cuentagotas".

La reivindicación que se repite año tras año es que se mantenga el 100% del dispositivo durante los 12 meses. Además, este año se da la circunstancia, reconocida por los propios miembros del Gobierno, de que los incendios han sido especialmente agresivos por las condiciones provocadas por el cambio climático. Los trabajadores defienden que la única forma de hacer frente a esto es con buenas labores de prevención. Pese a ello, calculan que son alrededor de 1.000 los bomberos que tienen diferentes contratos de temporalidad. "Ellos juegan a hacer titulares engañosos con medias verdades", dice Juan sobre dos anuncios de la Junta: una oferta extraordinaria de plazas que ya estaban ocupadas y un proceso en el que los eventuales pasarán a hacer fijos discontinuos en un plazo de dos años, "si no conseguimos parar esa oferta que quieren hacer, consolidarán Infoca como dispositivo a tiempo parcial", señala el portavoz de Movimiento Infoca.

Las labores de prevención

Desde el 15 de octubre no se considera temporada de riesgo alto de incendio por lo que la administración pública prescinde de parte de la plantilla. Esta situación se agrava teniendo en cuenta que aquellos que están fijos no pueden disfrutar de vacaciones durante la temporada de riesgo alto, por lo que también acumulan fechas libres para estas fechas. Todo ello provoca que el servicio esté doblemente mermado.

No son pocos los bomberos forestales con experiencia que deciden abandonar el sector por la precariedad y buscar empleos más estables, "se pierde experiencia porque son sustituidos por chavales mas jóvenes que temporalmente pueden aceptar un trabajo a tiempo parcial para sortear el invierno hasta que encuentran otra cosa", dice Juan Ramos ante de definirlo como "un callejón sin salidad que afecta a la calidad del servicio que prestamos". Su compañero Luis explica otra cuestión. En invierno se quedan aquellos que están estabilizados, algo que, por lo general, es características de los bomberos forestales con mayor antigüedad, muchos de ellos con 60 años. "Es un dispositivo muy envejecido, no pueden estar desbrozadora a hombros de más de diez kilos subiendo montes".

Si alguien tiene dudas sobre la importancia de las tareas de prevención en invierno y la necesidad de mantener toda la plantilla, el portavoz de Movimiento Infoca lo deja claro, "nos preparamos el terreno de juego con zonas estratégicas muy clave". Esto supone la realización de zanjas, clareos, podas o discontinuidades en la vegetación para conseguir que la intensidad del fuego baje en esas localizaciones y poder atacarlo, "una vez que se enciende, el inciendio toman una intensidad que muchas veces hace imposible atacarlo directamente. Artificialmente provocamos que el fuego baje la intensidad". Sin embargo, si las labores de prevención quedan debilitadas por falta de plantilla, el fuego "se cobra una factura".

 

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