El portavoz de Más País en el Congreso de los Diputados, Íñigo Errejón, ha formalizado una proposición no de ley (PNL) en la Cámara baja, reclamando al Gobierno central que el aeropuerto Sevilla-San Pablo sea rebautizado en favor de Blas Infante, declarado como 'padre de la patria andaluza' y ejecutado en 1936 en la ciudad hispalense tras el golpe militar del 18 de julio de aquel año.
Según el también presidente de la Comisión Anticorrupción de la Cámara baja, "40 años después de que se conquistara en las urnas una Andalucía autónoma, dueña de su futuro", es el momento de "homenajear la memoria de Blas Infante cerca de donde lo asesinaron".
La iniciativa, según explica, surge de Más País Andalucía, concretamente de la representante en Sevilla y coportavoz andaluza, Esperanza Gómez, con la intención de "darle un significado verdaderamente trascendente y vinculado a nuestra historia reciente al segundo aeródromo andaluz, y un lugar de importancia en el día a día de la capital andaluza al padre fundador de nuestro autonomismo", toda vez que en 2019 comenzó en el portal digital Change.org una recogida de adhesiones en favor de dedicar a Blas Infante el aeropuerto hispalense y el entonces Grupo municipal de Participa promovió una moción al pleno en ese mismo sentido.
Según Esperanza Gómez, con esta medida "también complementamos el directorio de hijos ilustres y verdaderos símbolos de la Andalucía actual, que ya iniciaran Granada o Málaga con sus respectivos aeropuertos Lorca y Picasso, y homenajearíamos al mismo tiempo la memoria de los cientos de miles de andaluces y andaluzas que, como él, murieron defendiendo mejores condiciones de vida y a la legalidad republicana frente al horror fascista".
Blas infante, reconocido como Padre de la Patria Andaluza en abril de 1983, tal y como figura en el Estatuto de Autonomía de Andalucía, desarrolló una labor incansable por el reconocimiento cultural, la dignidad social y la autonomía política plenas del pueblo andaluz, siendo ejecutado en agosto de 1936 tras triunfar el golpe de estado, encabezado en Sevilla por el general Gonzalo Queipo de Llano, cuyos restos descansan en la basílica de la Macarena pese a las no pocas voces que reclaman su retirada.
Fruto de su incansable dedicación se celebraron la Asamblea de Ronda de 1918, las Juntas Liberalistas de 1933, se consensuaron todos los símbolos que definen hoy nacional e institucionalmente a Andalucía (escudo, himno, bandera, etc.), y se inició el primer proyecto de Estatuto de Autonomía, que data de la II República de España.
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